Resumen de Capitulo X El Balance de J. Lynch
Enviado por Nancy Avile • 4 de Diciembre de 2021 • Resumen • 1.411 Palabras (6 Páginas) • 136 Visitas
Resumen de Capitulo X El Balance de J. Lynch
Para John Lynch en El Balance de su libro Las revoluciones hispanoamericanas, describe a la independencia como una gran fuerza libertadora. Fue un logro suficiente ganarle la libertad a España, pero no creo nada. La guerra revolucionaria era una noble causa en donde los ejércitos rebeldes combatieron en gloriosas batallas y el pueblo hizo grandes sacrificios de mala gana. Fueron obligados a tener relaciones con otros estados lo que los hizo más conscientes de su propia identidad y los expuso a las rivalidades nacionales. Uruguay y Bolivia encontraron su verdadera identidad en conflictos con sus vecinos americanos.
Se empezó a gestar el nacionalismo, en el Río de la Plata mediante símbolos, poemas, marchas y en las notas periodísticas se empezó a usar el nombre de Argentina. Se hablaba de victoria de los héroes de la independencia contra los tiranos españoles, como la grandeza argentina.
En México, al referirse a su país, los nacionalistas mexicanos como Morelos utilizaban el término “americano” afirmando la nacionalidad y considerando a México el ejemplo a seguir para el resto.
Pero este nacionalismo no se vio reflejado en lo económico, ya que las nuevas naciones rechazaban el monopolio español, pero dejaban entrar a extranjeros partidarios de la libre competencia los cuales aportaban el capital necesario, los productos manufacturados y las especializaciones empresariales.
Los latinoamericanos respetaban a Gran Bretaña, y veían a su poderío naval y su potencia comercial como su mejor opción de seguridad.
Las guerras de independencia provocaron terror e inseguridad esto causó la pérdida de mano de obra y de capitales y se destruyó la producción nacional con el ingreso de manufactura extranjera.
Los británicos podían dominar el comercio al por mayor en puertos o capitales, pero no podían apropiarse de los negocios del interior. tampoco podían crear o sostener gobiernos y dictar la política nacional, que la realizaban los nuevos líderes o los grupos económicos nacionales. Estos grupos buscaban centralizar sus intereses en una metrópoli y limitar al resto de las provincias a una dependencia colonial. Capitales o puertos como el de Buenos Aires intentaron controlar el comercio nacional y el de ultramar y el resto de las regiones tuvieron que insistir en la autonomía económica para autoprotegerse.
Las economías nacionales estaban divididas por rivalidades internas, entre el centro y las regiones, entre el libre comercio y la protección, entre agricultores que buscaban mercados para exportar y los que favorecían a la industria o la minería, entre los partidarios de las importaciones y los defensores de los productos nacionales.
El desarrollo de las economías nacionales fracasó porque la sociedad latinoamericana estaba dividida en dos sectores, una minoría que monopolizaba las tierras y los cargos públicos y una masa de obreros y campesinos que fueron víctimas de la desigualdad y vivían a nivel de subsistencia. La rigidez social y los falsos valores fueron la causa y el resultado del retraso económico. Latinoamérica compraba productos importados o se quedaba sin artículos de consumo. Las nuevas naciones producían materias primas para el mercado mundial explotando la tierra y la mano de obra.
La institución económica de la Hacienda que producía para el consumo nacional o para exportar al mercado mundial, tenía muchas tierras y poco capital, con una mano de obra barata, temporal o servil. Era una organización social y política de la oligarquía dominante fortalecida por la Independencia y qué creció a expensas de la Iglesia.
Los terratenientes formaban la nueva clase dominante, las ambiciones políticas de la nueva élite fueron aplicadas por los cargos públicos y la representación, y para satisfacer sus necesidades económicas trataban con los extranjeros para obtener los créditos, los mercados y las importaciones de lujo que América latina no podría proporcionar. La hacienda era un obstáculo para el crecimiento de un estado nacional fuerte, los a senderos eran poderosos caciques locales que gobernaban sus distritos mediante decisiones personales Y en materia de trabajo y la política social su decisión era la concluyente.
El nuevo nacionalismo estaba desprovisto de contenido social, las masas populares, Los esclavos negros, los peones, no tenían devoción por las naciones en las que vivían y la población india no se integró a las nuevas naciones.
Las estructuras coloniales de casta se abolieron después de las guerras y se creó una sociedad de clase manteniendo su predominio social y económico.
Los liberales consideraban a los indios como un impedimento para el desarrollo nacional y creían que su autonomía e identidad corporativa debía ser destruida para obligarlos a entrar en la nación a través de la dependencia política y la participación económica. La política liberal los aísla completamente y tenían como única salida la rebelión ciega e inútil. Está política de los nuevos estados representaba la determinación criolla de controlar a indios y negros y contener a las castas.
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