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Revoluciones liberales y nacionalismo


Enviado por   •  7 de Marzo de 2012  •  1.797 Palabras (8 Páginas)  •  1.176 Visitas

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Revoluciones liberales y nacionalismo

El Antiguo Régimen se descompuso debido a las revoluciones liberales del siglo XVIII y XIX. El primer cambio tuvo lugar en Norteamérica, que logró la independencia en 1776, y posteriormente, en 1789, se dio una importante revolución que supuso el fin del Antiguo Régimen.

Las causas de la independencia de Estados Unidos se remontan a la guerra de los siete años, cuyo costo se impuso a los colonos, quienes se negaron a pagarlos. Posteriormente, en 1773, los comerciantes colonos se vieron afectados por el monopolio del té que estableció la Compañía de las Indias Orientales, provocando el motín del té.

En 1775, comenzó la guerra de independencia de Estados Unidos contra Reino Unido, que comprende dos fases. En la primera fase (1775-1777) los sublevados, comandados por Washington, se enfrentaron a las tropas británicas obteniendo la victoria en Saratoga. España y Francia también apoyaron a los insurrectos. El 4 de julio de 1776, se proclamó la independencia de Estados Unidos en una declaración escrita por Jefferson y basada en las ideas ilustradas. En la segunda fase (1778-1782) los británicos fueron derrotados en Yorktown. La paz se estableció en 1783 con el tratado de Versalles, reconociendo Reino Unido la independencia de Estados Unidos.

Tras la guerra cada una de las trece colonias se constituyó como un Estado independiente. Hamilton manifestó la elección de un Congreso para crear una constitución. Esta nueva constitución, preparada por los delegados en Filadelfia en 1787, se promulgó en 1789 y establecía la división de los tres poderes: el poder legislativo quedó en manos de un Parlamento bicameral (Senado y Cámara de Representantes), el poder ejecutivo residía en un presidente elegido por sufragio universal masculino (el primer presidente fue Washington) y el poder judicial era independiente del poder político, cobrando especial importancia el Tribunal Supremo.

Por otro lado, Francia sufría las causas de la Revolución Francesa (1789-1799); un conjunto de factores políticos, económicos, ideológicos y sociales.

Había una gran crisis económica que parecía encontrar la solución en las reformas fiscales, según algunos ministros como Turgot, pero los privilegiados se negaron a ello. A esto se sumó su participación en la guerra de independencia americana, que aumentó la crisis, cuya única solución fue la ayuda de los grupos privilegiados con los gastos estatales. Una Asamblea de Notables rechazó esta idea propuesta por el ministro de hacienda Calonne en 1787. Éste fue sustituido por Brianne, que planteó la misma solución.

Debido a esto la nobleza reclamó la reunión de los Estados Generales, que se convocaron en 1789. En 1788 Brienne fue depuesto y sustituido por Necker.

En 1789, Francia padecía una importante crisis de subsistencia provocada por inundaciones, sequías y la subida del precio del trigo.

Cada estamento elaboró cuadernos de quejas, donde los privilegiados expusieron su defensa por el mantenimiento de los privilegios mientras que el tercer estado propugnaba por la libertad de expresión, reunión y comercio, la eliminación del sistema feudal y la igualdad entre estamentos.

En febrero de este año se publicó el folleto de Sieyès titulado “¿Qué es el tercer estado”? donde se puso de manifiesto que algunos clérigos estaban de acuerdo con las propuestas del tercer estado, ya que veían en ello la solución de esa situación.

El 5 de mayo de 1789, se convocaron los Estados Generales en Versalles, presididos por el rey. Los estamentos deliberaban por separado y cada uno suponía un solo voto, lo cual resultó el desencadenante de la revolución.

El 10 de junio de ese año, los diputados del tercer estado pidieron a los estamentos privilegiados deliberar en conjunto pero éstos se negaron. La respuesta del tercer estado fue la autoproclamación de la Asamblea Nacional (1789-1792), depositaria de la soberanía y con capacidad de decisión política y aprobar impuestos.

El 20 de junio, los representantes del tercer estado se encerraron en la Sala del Juego de la Pelota y juraron no salir hasta que se promulgara una nueva constitución, por lo que pasó a nombrarse Asamblea Nacional Constituyente.

El 14 de julio de 1789, se dio una gran revolución urbana, cuya acción principal fue la toma de la Bastilla, debido a la concentración del ejército en Versalles y el despido de Necker por parte del rey. Como respuesta, se creó una Guardia Nacional y el rey depuso a Necker y aceptó la Asamblea Nacional. En el verano de ese año hubo una gran revuelta campesina llamada “el gran miedo”, llevada a cabo por campesinos antirrevolucionarios.

Los principales actos de la Asamblea Constituyente fueron el decreto de abolición del sistema feudal (4 de agosto de 1789); la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (26 de agosto de 1789), que exponía los derechos naturales, el derecho de propiedad, la resistencia a la opresión y la soberanía nacional; la creación de la constitución civil del clero (12 de julio de 1790), por la que debían ser fieles a la constitución (aquellos que lo aceptaron eran los juramentados y los que no eran los refractarios); la nueva organización territorial en departamentos y comunas; y la promulgación de una constitución que establecía la soberanía nacional, la separación de poderes, diferenciaba entre ciudadanos activos (podían votar en las elecciones) y pasivos, y establecía el sufragio censitario.

En junio de 1791, el rey Luis XVI intentó huir de Francia y pidió ayuda a las monarquías europeas para que invadieran su país y acabaran con la revolución, pero fue detenido en Varennes y, por ello,

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