Santa Sofía Puertos S.A

Entre los 286 conflictos sociales registrados por la Defensoría del Pueblo, el más interesante es el surgido por el proyecto de construir un puerto en Ancón, pues será una versión particularmente curiosa del ya clásico encontrón entre una empresa privada y la comunidad local.

Santa Sofía Puertos S.A., del Grupo Romero, quiere construir un puerto en Ancón, el tradicional balneario limeño que, por sus características, ofrece condiciones para realizar una buena inversión que, además, compita con DP World, el cual está construyendo una instalación portuaria en el Callao, por lo que también tendrá un ojo puesto en el resultado del pleito anconero.

El ‘único’ inconveniente de Santa Sofía para concretar su iniciativa es el mismo que se observa en muchos pleitos a lo largo y ancho de todo el país: la oposición de la comunidad local auna empresa que quiere desarrollar una operación en su zona.

En este caso, la oposición proviene de pobladores y pescadores artesanales de Ancón que ven en el puerto una amenaza de contaminación ambiental y de afectación al derecho laboral, por el impacto que pueda tener sobre los recursos hidrobiológicos y a la biodiversidad de la flora y fauna.

Pero quizá la oposición más fuerte será la de los propietarios de las casas del malecón de Ancón, los cuales tienen la legítima preocupación de que el objetivo de Santa Sofía Puertos de lograr una utilidad empresarial les mande al fondo del mar el lugar donde han veraneado desde el tiempo de sus abuelos.

Ambos lados van a usar argumentos vinculados a los ‘pobladores’ (como se suele llamar a la gente pobre de toda zona), los cuales van desde los puestos de trabajo y el comercio que generaría el puerto, hasta, en el otro lado, el daño ecológico que produciría. El Estado, por su parte, es un actor importante acá pues el MTC es el que ha dado los permisos a la empresa.

Pero los jugadores de fondo serán, por un lado, el Grupo Romero y, por el otro, la Asociación de Propietarios de Ancón, ambos con similar capacidad de influencia e ideas sobre ‘modernidad’ pero que, en este caso, se enfrentarán por lo mismo que produce conflictos sociales en muchas otras partes del país.

Es decir, el choque tradicional entre dos objetivos legítimos que deben ser articulados: el avance empresarial y el deseo de la comunidad local a defender la manera como siempre ha vivido, con la variante de que, en este caso, son los mismos que pueden estar enfrentados, en otras regiones, por el mismo motivo, con otros ‘pobladores’. Además, va a ser difícil acusar a los anconeros de ser desestabilizadores políticos financiados por Hugo Chávez

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