Sistema Industrial Argentino
Enviado por nitevision • 25 de Mayo de 2015 • 6.536 Palabras (27 Páginas) • 151 Visitas
ARGENTINA Y LA GLOBALIZACION
Aldo Ferrer *
Los argentinos estamos tratando de entender qué pasa con nuestro país, cuáles son las causas que explican el desempleo, la pobreza, la inseguridad y la frustración que predominan en la sociedad argentina.
Desde la esfera política, el ámbito religioso y la sociedad civil se reclama contra la situación predominante sin desentrañar, sin embargo, la raíz profunda de semejantes calamidades.
No son el déficit fiscal, ni la evasión de impuestos o la ineficiencia de la justicia, los costos exagerados de la política o la corrupción, el egoísmo individual o la falta de solidaridad, las causas dominantes de nuestros problemas. Con la excepción del déficit actualmente irrelevante todos los otros son males que deben erradicarse. Pero aunque así fuera, probablemente no lograríamos crecer ni resolver los problemas sociales que nos agobian.
Sugiero que existe una explicación excluyente de nuestros males: las pésimas respuestas que hemos dado a los desafíos y oportunidades de la globalización del orden mundial contemporáneo.
Lo que nos sucede no es la consecuencia inexorable de acontecimientos exógenos, frente a los cuales no tenemos más alternativa que aceptarlos y seguir la corriente. Ante el mismo escenario mundial, otros países de menor dimensión y recursos que el nuestro, por ejemplo, Corea, Taiwan y Malasia, lograron, en plazos históricos breves, emerger del atraso y la dependencia y convertirse en protagonistas activos, no subordinados, del orden mundial.
Este abordaje ha sido desarrollado en estudios anteriores y destaca el hecho de que la existencia de un orden global confronta a cada país con desafíos de cuya resolución dependen el desarrollo o el atraso ¹. En definitiva, la historia económica y el análisis de la actualidad de cada país pueden abordarse a través de la calidad, de las buenas o malas respuestas a la globalización. Esto requiere tomar en cuenta la compleja trama de circunstancias históricas, económicas, sociales y políticas que, en definitiva, configuran el sendero de cada país y su inserción en el orden mundial.
Si la Argentina tiene hoy un comportamiento insatisfactorio es, desde tal perspectiva, resultado de las pésimas respuestas a los desafíos de la globalización. El problema no es de ahora en el país ² y, por cierto, en el resto de América latina ³. Sólo que, en la actualidad, las fuerzas globalizadoras son tan intensas que los errores se pagan a un precio mayor que en otras épocas.
Permítaseme una breve referencia personal. A principios de la década de 1980, en plena crisis de la deuda, publiqué un libro titulado Vivir con lo nuestro 4. La obra planteaba que frente a la crisis de endeudamiento era indispensable poner la casa en orden, procurar establecer el equilibrio de los pagos internacionales y, sobre estas bases, abrir una negociación con los acreedores que permitiera cumplir los compromisos externos sin ceder en los intereses fundamentales del país. El contraste de ese enfoque es con el pensamiento hegemónico, es decir, con la visión fundamentalista de la globalización, 5 y estoy convencido de que conserva plena vigencia.
Antes de pasar breve revista al comportamiento de la Argentina frente a la globalización conviene identificar ciertos elementos del orden global relevantes a los efectos de este análisis.
I. LA GLOBALIZACION
Movimiento internacional de capitales
El extraordinario crecimiento de los movimientos internacionales de capitales en la segunda mitad del siglo XX influye en la inversión y sus fuentes de financiamiento. Las corrientes financieras han crecido muchas veces más que las variables reales de la economía mundial: producción, empleo, inversiones y comercio. Respecto de este último, por ejemplo, los prestamos internacionales netos representaban en 1964 el 8 % y en la actualidad más del 100 %.
La inmensa mayoría de los fondos se concentran en actividades especulativas que arbitran tasas de interés, tipos de cambio y variaciones en las cotizaciones bursátiles. La desregulación de las transacciones financieras y la transformación de los mercados impulsada por la revolución informática han conformado un megamercado de escala mundial que opera, considerando las diferencias horarias de las principales plazas, prácticamente 24 horas diarias 7 días por semana.
Este aumento de las corrientes financieras no se ha reflejado en un incremento de la acumulación de capital productivo y social en la economía mundial. La tasa de inversión real se mantiene en el orden del 20 % al 25 %. En su mayor parte, el mercado financiero internacional es un sistema autocontenido de transacciones sobre activos y pasivos. Su influencia sobre el proceso real de acumulación de capital radica en sus efectos indirectos sobre el comportamiento de la demanda de los consumidores (el efecto riqueza provocado por los cambios de las cotizaciones), la tasa de interés y las políticas macroeconómias de los estados.
A su vez, el crecimiento de las inversiones privadas directas ha sido también muy importante. En la actualidad, 60 mil corporaciones transnacionales cuentan con 500 mil filiales fuera de su país de origen. Los activos de las filiales alcanzan a más de 4 billones de dólares. A su vez, su participación en el producto mundial es del orden del 8%. El mismo porcentaje se registra respecto de la relación entre las inversiones de las filiales y la acumulación de capital en la economía mundial. 6
En resumen, en promedio, el ahorro interno de los países financia más del 90% de la formación real de capital. En la Argentina y América latina se registra una relación semejante.
Un desafío que plantea la globalización financiera y la expansión de las corporaciones transnacionales, radica en compatibilizar la participación en estos procesos globales con reglas del juego que contribuyan a la movilización del ahorro interno (de las empresas, el sector público y las personas) que es, como se ha visto, la fuente fundamental del financiamiento de la inversión.
Nuevos patrones de producción
El aumento del comercio internacional y la inversión privada directa pero, sobre todo, la difusión de información y procesamiento de datos e imágenes en escala planetaria, han generado un nuevo entorno productivo fuertemente influido por el escenario global 7.
Estos hechos registran el impacto del desarrollo de la microelectrónica y sus múltiples aplicaciones en la organización de la producción y los mercados, en el desarrollo de nuevos bienes de capital y productos de consumo masivo. A su vez, la biotecnología y los nuevos materiales han multiplicado y diversificado la oferta de bienes y servicios.
Un resultado
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