Socializaciion De 0 A 6 años
Enviado por mauros19 • 8 de Enero de 2014 • 1.536 Palabras (7 Páginas) • 269 Visitas
PROCESO DE SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO Y NIÑAS DE 0 A 6 AÑOS DE EDAD
Para entender cómo evoluciona la vida social del niño, es necesario considerar dos grandes ámbitos:
El conocimiento social: que se refiere al conocimiento de los demás y de las relaciones con ellos – por ejemplo: cómo son los demás, cómo se sienten, qué esperan de nosotros.
El desarrollo moral: el conocimiento que el niño tiene de las instituciones y del entramado social, referido a las ideas sobre lo que es aceptable, bueno y justo – que incluye las normas morales, valores sociales o reglas convencionales.
Hasta los 6/7 años predomina la heteronomía moral que es la del respeto unilateral y la obediencia. El niño respeta las reglas impuestas por el adulto creyendo que son absolutas, inflexibles e inmodificables, ello conduce al realismo moral por el cual el niño y la niña consideran que si una regla es desobedecida, se debe sufrir un castigo y la creencia en la justicia inmanente como por ejemplo que los accidentes no ocurren por azar sino que son merecidos por haber desobedecido una norma.
Para la teoría vigotskiana el desarrollo moral es una construcción sociocultural ya que como consecuencia de la comunicación social y del diálogo con quienes les rodean los niños y niñas, van siendo capaces de un diálogo interno que no es sino transposición intrapsíquica de las conversaciones y diálogos mantenidos con otros.
Los procesos psicológicos superiores, el razonamiento moral están mediados por instrumentos simbólicos como el lenguaje y las formas del discurso.
Relaciones verticales: La experiencia social de los niños y niñas antes de los 2 años gira fundamentalmente en torno a las relaciones con adultos, este tipo de relaciones se denominan verticales y están definidas por la asimetría entre los protagonista ( ej. la relación entre la madre y el niño). Son relaciones basadas en la complementariedad entre personas que tienen un estatus y competencias diferentes. Esta relación la vemos en el apego y se recrea posteriormente en la escuela en la relación docente-alumno.
Relaciones horizontales: A partir de los 2 años en la medida que el niño o niña frecuenta otros entornos – el jardín maternal, la plaza, el parque de diversiones- empiezan las relaciones horizontales, que son relaciones simétricas – niño/niño- basadas en la igualdad, reciprocidad y la cooperación entre personas con estatus y destrezas semejantes.
Las relaciones entre hermanos: Constituyen un tipo especial de vinculación a medio camino entre las relaciones horizontales y las verticales, con elementos de unas y de otras como la complementariedad y la reciprocidad.
El psicoanálisis ha centrado su interés en los sentimientos de rivalidad a que dan lugar y en cómo a través de las relaciones entre hermanos los niños tienen la oportunidad de experimentar las emociones más intensas y variadas, desde las más positivas hasta las más negativas o ambivalentes.
Las interacciones sociales en el juego, la agresividad y la protosocialidad:
En estos años preescolares se produce un aumento de las interacciones sociales, lo cual va acompañado también con el desarrollo del lenguaje como recurso comunicativo: son muy hábiles en la comunicación expresiva – gestos, habla- en hacer entender sus intenciones y deseos – por peticiones directas o indirectas- en adaptar sus estrategias comunicacionales en función de las características del otro – edad, género- lo que pareciera contradictorio con la idea del egocentrismo preoperatorio.
La socialización en los años escolares:
A medida que se avanza en el desarrollo, los niños y niñas van accediendo y participando en nuevos contextos que favorecen el proceso de socialización.
La familia y la escuela son los dos contextos que más influyen en este proceso, y los padres, los docentes y el grupo de pares – iguales- son los agentes sociales más importantes en estos años escolares.
Los años escolares se corresponden con el período de latencia – Freud (1938)- etapa de relativa tranquilidad que se sitúa entre la sexualidad pregenital infantil y la sexualidad genital que aparecerá en la pubertad. El período de latencia se origina a raíz del declive de la conflictividad edípica de los años anteriores, declive que es fruto de la represión de los deseos incestuosos y del fortalecimiento del superyo; niños y niñas intensifican los procesos de identificación con los adultos y la interiorización de las normas y valores de su entorno social, constituido tanto por la familia como por los otros adultos – docentes- y compañeros. Las relaciones sociales que el niño establezca con su entorno serán más tranquilas, cálidas y afectuosas cuanto mejor se hayan resuelto los conflictos edípicos,
En esta etapa aprenden todo lo que necesitan para incorporarse, años más tarde
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