TEMA 5 HISTORIA REINADO DE CARLOS IV GUERRA DE INDEPENDENCIA

TEMA 5 HISTORIA

REINADO DE CARLOS IV

GUERRA DE INDEPENDENCIA

CORTES DE CADIZ Y LA PEPA

REINADO DE FERNANDO VII

Carlos IV

Los acontecimientos que se desarrollaron en Francia a partir de 1789 llevaron a que los ministros de Carlos IV (1788-1808), que había subido el trono del año anterior planteasen un cierre de fronteras para evitar que las ideas de la revolución se difundiesen para España. Fue el llamado cordón sanitario establecido por Floridablanca.

Los programas de reformas impulsados durante el reinado anterior quedaron en suspenso, ante el temor de que fuese el primer paso hacia un proceso como el vivido al otro lado de los Pirineos. Los elementos más conservadores ganaron posiciones en la corte, donde el monarca se veía desbordado por el curso de los acontecimientos.

La España de Carlos IV se mantuvo expectante ante los acontecimientos de Francia, pero cuando en enero de 1793 Luis XVI fue guillotinado, Madrid declaró la guerra al gobierno de la convención. Fue la llamada guerra del Rosellón (1793-1795). Esta comenzó con la invasión de dicho territorio por las tropas españolas dirigidas por el General Ricardos, que obtuvieron una serie de éxitos iniciales. Muy pronto, las victorias se volverían derrotas, y con los franceses amenazando Cataluña y el País Vasco, se firmó la paz de Basilea (1795), que convirtió a la España absolutista de Carlos IV en aliado de la Francia revolucionaria.

A hechas alturas del reinado, Manuel Godoy, con el apoyo de la reina María Luisa de Parma, se había convertido en el todopoderoso valido de la monarquía.
Su controvertida figura marcará el rumbo de la política española, hasta las vísperas de la guerra de la guerra de la Independencia.

Conclusión ( introducción guerra independencia)

GUERRA DE INDEPENCIA (1808-1813)[pic 1]

Antes de empezar con lo que sería el desarrollo del propio tema debemos recordar que en España Godoy permitió a Napoleón la realización de sus planes respecto a la península ibérica, así en el otoño de 1807 se firmó el tratado de Fontainebleau en virtud del cual un ejército hispano francés invadiría Portugal a cambio de un futuro reparto de Portugal entre Francia y España. Además de este objetivo esas tropas también tenían como misión apoderarse de España. El 18 de marzo de 1808 estalla un motín en Aranjuez donde se encuentran los reyes, que provocó la caída del válido y la abdicación de Carlos IV de sus derechos al trono. El príncipe de Asturias se convertía así en Fernando VII. Carlos IV y Fernando VII y fueron llamados por Napoleón a Bayona (Francia), Napoleón los llevo hasta allí engañados y una vez llegaron sin mayor oposición obligó a abdicar a ambos en favor de su hermano, José Bonaparte que sería proclamado rey de España con el nombre de José I. Las noticias procedentes de Bayona condujeron al 2 de mayo de 1808 al levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses, ante la pasividad del ejército español. En toda España la población reclamaba la defensa contra la invasión francesa y surgieron juntas de armamento y defensa, articuladas a una Junta Suprema establecida en Sevilla cuyos primeras  medidas fueron cerrar un acuerdo con Gran Bretaña, el gran enemigo de Napoleón Bonaparte. Ante la falta de un ejército nacional surgieron las guerrillas estos marcarían uno de los perfiles más característico del conflicto. La guerra fue sangrienta y en ella se pueden distinguir tres fases.

La primera (1808-1809), el avance francés sobre Andalucía acabo en una severa derrota sufrida en Bailén por las tropas napoleónicas de Dupont frente a las de Castaño. La derrota hizo que José I y los franceses abandonasen Madrid y se replegasen al norte del Ebro. La posición francesa se hizo aún más comprometida con la presencia del ejército británico al mando del Duque Wellington.
La segunda fase (1809-1812), Bonaparte vino a la península y logró que sus tropas entrase en Madrid de nuevo la victoria de Ocaña permitió a los franceses a lanzar sobre Andalucía, que fue ocupada, salvo la ciudad de Cádiz. Los invasores seguían sin controlar la situación debido a los guerrilleros, eran partidas de algunas docenas de hombres que hostigaban al ejército napoleónico, sin presentar batalla en campo abierto.
La tercera fase (1812-1813), la situación de los franceses se hizo cada vez más difícil sufriendo una serie de derrotas escalonadas: los Arapiles, Victoria y San Marcial. La firma el tratado de valencay (1813) puso fin a la guerra, a La par que Napoleón reconocía a Fernando VII y como rey de España.

Las consecuencias de seis años de guerra fueron muy graves para el país con más de 250.000 muertos por parte española a lo que habría que sumarle los miles de decenas de afrancesados que cruzaron los Pirineos temiendo a las represalias. Algunas de las industrias del país desaparecieron y algunas ciudades quedaron casi reducidas a escombros. También se había producido una falla ideológica entre los defensores del antiguo régimen y los partidarios de la nueva situación política alumbrada por las cortes de Cádiz y sustentada en la constitución de 1812.[pic 2]

Cortes de Cádiz[pic 3]

En plena guerra de la independencia la regencia del reino que había sustituido a la inicial junta suprema central convocó las Cortes, los diputados se reunieron en la ciudad de Cádiz, asediada por el ejército napoleónico el 24 de septiembre de 1810. Los diputados representaban a los tres estamentos que configuraban la estructura social del antiguo régimen.

Los diputados reunidos pertenecian a tres corrientes ideológicas principales. Los absolutistas se mostraban contrarios a cualquier reforma. Los reformistas eran partidarios de introducir cambios en la reforma del gobierno, pero rechazaban los planteamientos radicales. Y el tercer grupo lo constituyen quienes empezaban a denominarse liberales, partidarios de cambios en profundidad. Entre ellos destacaron Muñoz Torrero, el conde de Toreno o Agustín Argüelles. Fueron estos últimos quieres impusieron sus planteamientos con importantes concepciones a los otros dos grupos, logrando que se redactase una constitución como base legislativa del nuevo régimen.
La función de las cortes de Cádiz fue mucho más allá de la elaboración de una constitución. Feliz Aaron una importante labor legislativa en el terreno político, social y económico. Supuso en la práctica el desmantelamiento del antiguo régimen, quedando abolidos los privilegios señoriales y le inquisición. Se dictaron normas para liberalizar el comercio y la industria y se dieron los primeros pasos para una desamortización de los bienes eclesiásticos.

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