TERCER MILITARISMO
Enviado por nosferatus • 19 de Noviembre de 2013 • 1.296 Palabras (6 Páginas) • 432 Visitas
Los peruanos que vivieron durante la década de los treinta vivieron bajo regímenes autoritarios y despóticos que estuvieron avalados y apoyados por un grupo oligárquico que se resistía a dejar el dominio y la hegemonía económica del país. La elite agro exportadora, que ya parecía evolucionar hacia una especie de burguesía empresarial, se mostraba un tanto abierta a la negociación y apertura política, pero la agitación social era muy grande y los movimientos de obreros, gremios, clases medias y sectores populares causaban temor e inseguridad en la clase dominante ante la posibilidad de que sus intereses se vean afectados. Es por ello, que esta elite no vaciló en reprimir cualquier intento que ponga en peligro su dominio sobre el Perú y por ende, vio en los militares un medio para seguir manejando al país.
Esto periodo se caracteriza por una intensa violencia política; nacían nuevos partidos y otros adquirían fuerza. Entre los partidos que mayor importancia tuvieron en la vida política peruana tenemos al APRA y la Unión Revolucionaria, cuyas diferencias llevaron al país casi al borde de una guerra civil y fue durante el gobierno de Sánchez Cerro en el que estos enfrentamientos se desarrollaban con mayor encarnizamiento.
Se estableció un régimen autoritario en el que las libertades políticas y publicas fueron recortadas y se persiguió a las personas y organizaciones que pudieran mostrar una opinión contraria al oficialismo. Por su parte, la clase media, los sectores populares logran consolidarse en el ámbito de la vida política, aunque la oligarquía hará todo lo posible por evitar que dichos grupos adquieran un papel demasiado influyente en desenvolvimiento de la vida nacional. El periodo del tercer militarismo abarca los gobiernos de Luis Sánchez Cerro y Oscar Benavides, y tradicionalmente se considera como inicio de esta época a la revolución de Arequipa llevada a cabo por Sánchez Cerro, por medio de la cual éste último pudo llegar al poder.
Las elecciones llevadas a cabo en octubre de 1931 tuvieron como principales contendientes a Sánchez Cerro, por la Unión Revolucionaria, y Haya de la Torre (que recién había regresado de su exilio en Europa) representante del APRA.
Los planteamientos de la Unión Revolucionaria mostraban una clara vocación nacionalista y su tendencia populista lograba calar entre los obreros y grupos medios urbanos. Por su parte Haya de la Torre y el APRA anunciaban la creación de un estado imperialista, y también tenían gran aceptación popular, pero el discurso de Haya de la Torre era muy radical para la mentalidad del país y la violencia verbal que empleaba, generó reacciones contrarias que no se limitaban únicamente a las clases altas.
Además, muchos sectores denunciaban al APRA como un movimiento subversivo internacional que amenazaba con destruir la integridad nacional.
Los resultados de los comicios demostraron como claro ganador a Sánchez cerro, situación que no fue aceptada por los apristas quienes aducían que había habido fraude y declararon a Haya de la Torre como Presidente moral del Perú. Desde entonces, el APRA constituiría una cerrada oposición que en todo momento expresaba con violencia el odio contra Sánchez Cerro. Los puntos más álgidos de este conflicto seria la revolución de Trujillo y el asesinato del propio Sánchez Cerro.
Sánchez Cerro inició su gobierno a favor de los hacendados y la élite agro exportadora y ésta lo apoyaba, pero no era por afinidad política ni por intereses, sino porque Sánchez Cerro era el único individuo capaz de enfrentar al movimiento de protesta social. Los dos años de mandato de Sánchez Cerro se definen claramente por el enfrentamiento con el partido aprista, pero este último al negarle legitimidad al régimen ayudó a que el gobierno tuviera pretexto para cumplir con sus intenciones anti democráticas.
El nuevo gobierno se instaló el 8 de diciembre de 1931, y ese mismo día Haya pronunciaba un dramático discurso en el que anunciaba que la persecución vendrá y el partido debía
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