Teoría de los hechos históricos
Enviado por marianb29arq • 15 de Marzo de 2015 • Síntesis • 2.755 Palabras (12 Páginas) • 230 Visitas
Introducción
En el siguiente ensayo presentare como la civilización china surge y a su paso que avances tanto sociales como políticos logra en su establecimiento como sociedad imperialista, ya que desde un inicio se empieza a hablar de emperadores los cuales su objetivo principal era tener un reino poderoso como militarmente hablando como religioso, también era conocida como un “imperio Celestial” debido a que describe una tierra donde lo divino y lo mortal coexistieron, pues la creencia de lo divino a través de varias dinastías transmitió una cultura rica y abundante en el pueblo chino, por ello dicen que esta inspirada en lo “divino”. Nos han dejado reliquias culturales, clásicas de la literatura, documentos históricos que son el reflejo de su inmenso alcance.
Bajo la influencia de creencias, la cultura produjo un rico y profundo sistema de valores. Establecían también que los conceptos de hombre y naturaleza debían estar siempre en armonía, pues asi se respetaba al cielo para conocer su destino.
muestra más signos de independencia que cualquier cultura asiática, el pueblo chino no ha sufrido los efectos de grandes invasiones y gran parte de su cultura, como el sistema de escritura y numerosas facetas de su arte, apenas han variado en más de 3000 años. Sólo en fechas recientes se ha empezado a tener un conocimiento científico de la prehistoria China, a partir de las excavaciones arqueológicas iniciadas en la década de los veinte.
Teoría de los hechos históricos
Una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad, tiene sus orígenes en la cuenca del río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia y Shang. La existencia de documentos escritos hace cerca de 3500 años han permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad contemporánea. La cultura china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador AmarilloHuang, este último considerado como el verdadero creador de la cultura. Sin embargo, no existen registros históricos que demuestren la existencia real de estas personalidades, las que de acuerdo con la transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos 5000 a 6000 años.
La enorme extensión geográfica del estado actual de la República Popular China hace que, inevitablemente, la historia de todo este territorio abarque, en sentido amplio, a un gran número de pueblos y civilizaciones. Sin embargo, el hilo conductor de la narración tradicional de la historia china se centra, en un sentido más restringido, en el grupo étnico de los chinos, y está íntimamente asociada a la evolución de la lengua china y su sistema de escritura basado en los caracteres. Esta continuidad cultural y lingüística es la que permite establecer una línea expositiva de la historia de la civilización china, que, tanto desde los textos más antiguos del I milenio a. C., como desde los clásicos confucianos, pasando por las grandes historias dinásticas promovidas por los emperadores, ha continuado hasta el presente. Los descubrimientos arqueológicos del siglo XX, muy en especial los de los huesos oraculares, que recogen las primeras manifestaciones escritas en lengua china, han contribuido en las últimas décadas a un conocimiento mucho más detallado de los orígenes de la civilización china.
La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico, mediante el cual los acontecimientos históricos se explican como el resultado de sucesivas dinastías de reyes y emperadores que pasan por etapas alternas de auge y declive. Este modelo del ciclo dinástico ha sido criticado por muchos autores por dos razones fundamentales: En primer lugar, por su simplismo, ya que el modelo adopta un patrón recurrente según el cual los primeros emperadores son heroicos y virtuosos, mientras que los últimos son débiles y corruptos. Esta visión está sin duda influida por la interpretación de las propias dinastías reinantes, que encontraban en la degradación de la dinastía precedente una legitimación de su propio ascenso al poder. En segundo lugar, el modelo dinástico ha sido también criticado por presentar una visión nacionalista artificial, pues lo que en una interpretación alternativa podría verse como una sucesión de diferentes estados y civilizaciones en un mismo territorio, aparece como una mera alternancia de regímenes de gobierno en el marco imperturbable de una entidad nacional única.
Conformación de la sociedad humana
La sociedad china puede ser definida por tres grandes características:
- Por ser patriarcal, en razón de los estrechos lazos entre los linajes y el culto extendido a los antepasados.
- Por ser esclavista, a causa del exceso de población y de la existencia de un campesinado indigente que se hallaba ligado a la tierra. Las diferencias sociales habían adquirido ciertos atributos definidos y permanentes antes de la era imperial.
- El concepto de familia es el principio máximo que sirve como base de la sociedad china.
La piedad filial se convierte en la raíz fundamental de todas las demás virtudes. El emperador es el jefe de la familia pero delega su autoridad absoluta entre los miembros de su propia unidad familiar, quienes a su vez transmiten estos poderes a funcionarios menores.
Las clases sociales en China fueron integradas: la primera por una aristocracia que dominaba las funciones políticas y religiosas; la segunda, por los funcionarios del estado o burocracia que degeneró en una rutina mecánica; y la tercera estaba constituida por artesanos y campesinos.
Los dos primeros grupos detentaban la propiedad de la tierra, lo cual les permitió tener grandes ingresos económicos.
Por encima de esta clase se encontraba el Gobierno, compuesto por la poderosa monarquía y la abundante burocracia. También se integraban en el nivel superior los comerciantes, los militares y sus seguidores. Los aristócratas, como gobernantes locales, protegían el sistema de derechos legales y consuetudinarios [por la costumbre] sobre el uso y tenencia de la tierra.
En cada comunidad local, el aristócrata, generalmente letrado, ejercía numerosas funciones públicas, como la recaudación de fondos, la revisión de las obras públicas, el sostenimiento de las instituciones sociales de beneficencia y, en tiempos de disturbios, organizaban la milicia y la dirigían.
Por su parte, el campesinado se organizaba en primer lugar dentro de un sistema de parentesco y de forma secundaria como comunidad vecinal. Normalmente, la aldea estaba constituida por un grupo de
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