Tlacaelel

Ensayo del libro: Tlacaélel, el azteca entre los aztecas.

Autor: Antonio Velasco Piña

Es un libro de historia mexicana que nos habla de nuestros antepasados y de las grandes hazañas por las que pasaron para recordarlos como en la actualidad, seres llenos de grandes virtudes, de incansables guerreros, de inteligencia suprema, de grandes objetivos por alcanzar y de organizaciones con gran establecimiento.

El libro cuenta con veintidós capítulos en los cuales nos van relatando minuto a minuto el proceso por el que pasaron cuando se eligió al sucesor del emblema sagrado de Quetzalcóatl, Tlacaélel, hermano de Moctezuma e hijos de Huitzilíhuitl. Lo cual dio mucha alegría el pueblo al que pertenecía ya que era un orgullo portar ese emblema por el significado y el poder que aportaba dicho nombramiento. Seguido de esto se le hizo una gran fiesta por el logro que había obtenido y es que no era nada fácil portar el emblema ya que se reunía a jóvenes con las mejores características y con una fortaleza física y mental que no cualquier persona poseía, el emblema sagrado era otorgado por Centeotl, el anciano que en ese momento tenía el poder.

Continuo a esto los tecpanecas (gobernados por Maztla) fueron con los tenochcas a matar a su gobernador por el resentimiento que tenían debido al poder que había adquirido uno de sus habitantes y fue ahí donde se decidió que había una guerra mortal entre estos pueblos, fue entonces cuando comenzó Moctezuma con la organización del pueblo azteca y Citlalmina (prometida de Tlacaélel) apoyándolo, ella era una persona inteligente y podía influir en la toma de decisiones de otras personas así que tomo la dirección de éste grupo de personas.

En el siguiente capítulo, Moctezuma (que era una persona con una gran habilidad mental para crear estrategias) pensaba en cuál sería la forma en que enfrentarían y derrotarían al ejército de Maztla y una noche contemplado a las estrellas ingenió aquellas ideas que les ayudaría a ser los vencedores, él tenía una gran habilidad con las flechas y fue llamado “el flechador del cielo”.

Seguido de esto Centeotl, el sacerdote que durante años había sido el dirigente de la Hermandad Blanca yacía enfermo y pidió la visita de Tlacaélel para encomendarle aquella misión de formar en un lugar estable el imperio azteca. Tlacaélel pasó varios días meditando cuales serían sus primeras acciones para construir aquel imperio y las estrategias que utilizaría y fue así que construyó dos albergues, el primero era para su vivienda y el segundo para sus sirvientes que lo apoyarían en diversas actividades.

Después de la celebración que Tlacaélel había tenido en Tenochtitlan, fue llamado en su pueblo pero necesitaba alguna embarcación para llegar ahí, entonces acude a la casa de una vieja llamada Izquixóchitl la cual le prestó una bella embarcación para llegar de sorpresa y conocer la estrategia de Moctezuma, eso le dio la referencia del nivel de preparación que tenían para entrar en combate y efectivamente la guardia que se había colocado era eficiente ante cualquier ser extraño que rondara por lugares cercanos.

Al llegar, se encuentra con Citlalmina y aunque ella era su prometida, ambos sabían que tenían una gran responsabilidad por el puesto que cada uno había adquirido y primero estarían sus obligaciones y después

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