Valoración general
Enviado por roma2094 • 10 de Octubre de 2013 • Informe • 1.561 Palabras (7 Páginas) • 229 Visitas
Valoración general.
Centroamérica enfrenta una nueva y más compleja situación internacional, sin haber logrado, en años recientes, avances acelerados en su desarrollo humano e integración regional. Los profundos cambios que experimentan las sociedades del istmo han sido insuficientes para superar los rezagos históricos, y tampoco son la plataforma necesaria para afrontar el nuevo contexto mundial. Este panorama plantea desafíos estratégicos que no solo exigirán innovadoras y audaces respuestas regionales y nacionales, sino mejoras significativas en la capacidad colectiva de aplicarlas. Este Informe propone, como opción, encarar estos desafíos en conjunto, redescubrir la región y la integración como fortalezas que complementen las acciones que cada Estado, ineludiblemente, debe acometer para el bienestar de su población. La situación internacional que afronta el istmo se caracteriza por una corrosiva geopolítica de seguridad vinculada al narcotráfico, la creciente vulnerabilidad de la inserción económica internacional de los países más rezagados del área y los altos precios internacionales de los hidrocarburos y los alimentos.
Hoy Centroamérica está más poblada, es más urbana, posee economías abiertas al sistema internacional y democracias electorales.
Estas transformaciones son notables.
Sin embargo, la suma de los cambios sociales, demográficos, económicos y políticos no produce mejoras sensibles en el desarrollo humano, ni convierte al istmo en un polo dinámico de crecimiento económico y progreso social.
Además, estos cambios han ampliado las profundas brechas entre países y las aún mayores dentro de los países.
Centroamérica experimenta rápidos cambios.
Todas las sociedades centroamericanas viven profundos y rápidos cambios.
En poco más de una década, la estructura y la orientación de la mayoría de las economías centroamericanas cambiaron notablemente. Todas ellas son más abiertas a la economía internacional que hace pocos años, situación que resulta evidente al observar el creciente peso de las exportaciones e importaciones dentro de su producción (coeficiente de apertura) y lo son mucho más si se consideran los procesos migratorios, el flujo de remesas familiares y la inversión extranjera directa que reciben.
La agro exportación tradicional tiene un peso mucho más reducido.
El sector terciario, dinamizado por los servicios financieros, el turismo y el comercio, se ha convertido en el más importante dentro de la estructura productiva de la región; constituye, además, un dinámico generador de empleo y divisas, mientras que el sector primario, que agrupa las actividades extractivas y agropecuarias, ha perdido importancia relativa y apenas supera el 10% del PIB regional.
También todas las economías, algunas mucho más que otras, se han diversificado productivamente. En todos estos aspectos, Panamá y Costa Rica muestran los mayores progresos.
Luego de tener economías en crisis, afectadas por episodios de inestabilidad y recesiones en la década de los ochenta, las naciones centroamericanas han logrado una importante estabilidad macroeconómica.
Este avance se ha conseguido mediante la aplicación de políticas públicas orientadas a combatir la inflación y mantener controladas las variables fiscales.
Mayor progreso en varios frentes, pero inercial e insuficiente
En otros ámbitos de la vida social, económica y ambiental, claves para el desarrollo humano, desafortunadamente los cambios han tenido un carácter inercial y resultan insuficientes para cumplir con la promesa del desarrollo humano, aunque debe reconocerse que son los más positivos que se haya documentado en los informes regionales.
Todos los países mejoraron sus valores en el del índice de desarrollo humano calculado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (véase la desagregación del IDH en el Compendio Estadístico). Costa Rica y Panamá ostentan los mejores índices y se ubican en el grupo de naciones con alto desarrollo humano, en tanto que el resto de los países se inserta en el grupo de desarrollo humano medio.
En otros frentes la falta de progreso es una vulnerabilidad estratégica
En otros ámbitos sociales y económicos, la falta de progreso de Centroamérica es un lastre para su lanzamiento como un polo dinámico de desarrollo.
El presente Informe no puede consignar cambios importantes en los niveles de desigualdad social en la región, pese al mayor crecimiento económico y la reducción de la pobreza experimentada durante el período 2002-2007.
Tampoco se pueden reportar mejoras en la segmentación de los mercados laborales. La mayoría de los ocupados en Centroamérica continúa inserta en sectores de baja productividad e ingreso.
El autoempleo de baja productividad -medida de aproximación al sector informal- genera el 41% del empleo regional. La posibilidad de acceder a puestos de trabajo de calidad se ve limitada por la baja calificación de la mano de obra, pero también por la desarticulación entre la oferta y la demanda laboral. Solo el 28% de los trabajadores disfruta de empleo con ciertas garantías sociales. Esta situación no cambió pese al progreso económico de los últimos años.
Desafíos emergentes plantean una nueva situación estratégica
En el terreno económico, este Informe plantea que la mayoría de las naciones centroamericanas impulsó un programa relativamente
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