Acerca de la memoria

Acerca de la memoria

Ada Marina Lara Meza

Agosto 2011

La memoria planteada como discurso histórico y fuente para la historia, permite elaborar explicaciones sobre procesos del pasado reciente, y también el planteamiento de propuestas teóricas sobre la generación de conocimiento bajo la óptica de la Historia Oral. Algunos mexicanos como los historiadores Gerardo Necoechea Gracia, Mario Camarena y Jorge Aceves Lozano han realizado estudios teórico–metodológicos donde destacan el valor de la memoria para la reconstrucción de procesos históricos. El Instituto Mora, por su parte, cuenta con una línea de investigación sobre Historia Oral, de la cual se deriva una considerable producción orientada a la reconstrucción de procesos históricos diversos y, en menor medida, a la enseñanza de las herramientas de trabajo de la Historia Oral. Destacan por sus planteamientos los trabajos publicados por Graciela de Garay, que se ha dedicado al estudio de la constitución y apropiación del espacio en la Ciudad de México, y Patricia Pensado Leglise, que se ha especializado en la reconstrucción de movimientos sociales contemporáneos utilizando como fuente para sus trabajos la memoria de los protagonistas de estos acontecimientos. Entre los años de 2005 y 2006, el historiador Mario Camarena Ocampo encabezó un ejercicio académico que conjuntó a varios especialistas mexicanos en el registro y análisis de la memoria como discurso de la historia. El ejercicio tuvo como punto de discusión el papel que desempeñan los contextos en la construcción de la memoria como fuente para la historia. De este ejercicio se derivaron ensayos que abordan desde diversas perspectivas y temáticas el estudio de la historicidad de la memoria.

La memoria, un discurso historiográfico

La construcción del saber histórico a lo largo del siglo XX ha experimentado un desarrollo en lo que se refiere a planteamientos teóricos, y, por ende, ha trazado caminos que conducen a nuevos objetos de estudio y a la consideración y reconsideración de fuentes que no corresponden a la tipología del documento tradicional. Quienes se ocupan de construir y exponer en géneros y formatos varios el saber histórico e historiográfico han girado su atención a la fotografía, la música, la literatura, la arquitectura, la pintura, las notas periodísticas, e incluso han recuperado a la memoria, y con reflexiones críticas y propositivas han renovado, no sin riesgos, sus herramientas teóricas y metodológicas para explicar los procesos notables del pasado de los hombres, incluido el reciente, así como para analizar la construcción de las distintas versiones y representaciones que se elaboran para difundir dicho pasado.

La memoria cuando se registra con fines históricos se convierte en un cúmulo de saberes históricos que se recuperan a través del testimonio, es el conjunto de recuerdos y olvidos de un personaje o un grupo social. En el lenguaje técnico de la Historia Oral, las personas que entrevistamos para que nos cuenten sus experiencias se conocen como informantes, son los sujetos históricos de un proyecto de investigación. Cuando invitamos a un personaje a que nos cuente una historia, le estamos otorgando la categoría de sujeto histórico, pues lo consideramos sujeto histórico debido

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