Analisis de Fahrenheit 451
Enviado por Leonardo Méndez • 15 de Febrero de 2018 • Ensayo • 1.556 Palabras (7 Páginas) • 171 Visitas
Méndez Hernández Óscar Leonardo
07/11/17
Grupo 0027
Ensayo sobre Fahrenheit 451, un ejemplo más del eterno temor de construir una vida horrenda.
Al leer este libro y después de digerir su contenido podemos obtener un regusto de una distopia que está vigente en los temores más profundos de esta sociedad globalizada y cada vez más cercana entre sí, aunque debemos tomar en cuenta que esta obra fue escrita décadas atrás, por lo que este temor generalizado se nos ha transmitido con el paso del tiempo, sin embargo, no ha ido creciendo ni aumentando, su impacto tiene un volumen constante.
Este temor a construir una vida carente de sentido, rutinaria, mecánica y repleta de frivolidades parece acompañar al hombre en cada una de sus innovaciones tecnológicas significativas (incluso desde eras antiguas). En el imaginario colectivo podemos vislumbrar siempre un porvenir disfuncional, arruinado por la tecnología y una alienación de la naturaleza humana donde más allá del aspecto físico podemos percibir una preocupación acerca de la perdida de la pasión por la razón y el pensamiento que podemos identificar en la ficción que emana y repercute en la cultura pop.
Lo que encontramos en este libro es un escenario lúgubre, gris, pesado y lento donde la vida de cada una de las personas es igual, siendo así por la falta de libros en primera instancia, lo cual ciertamente representa una falta de cuestionamientos, teorías y choques de ideas. Dichos contrastes entre cosmovisiones atentan en esta sociedad contra la “felicidad” de la gente, por lo cual ahora los bomberos se han convertido en protectores de dicha felicidad cerciorándose de acabar con los libros implicando esto un cambio en sentido contrario a la naturaleza de su servicio.
Al toparse con el previsible personaje principal, Montag quien siendo bombero se ha cuestionado por fin lo que hacía y lo que representaban los libros, podemos encontrar un escaparate para que el lector que habita la sociedad (que eternamente vivirá aterrada de convertirse en esta u otras distopias similares no importando la época en la que se encuentre) se apropie del personaje, se emocione al mismo tiempo que siente una cierta nostalgia hacia los libros e importe el mencionado miedo colectivo al vacío intelectual.
La sociedad en este libro se ha uniformado y ha aceptado vivir en un mundo lleno de límites donde parece ser que han cedido por completo su libertad de pensamiento para que se cree un consenso general sobre la vida, la libertad y todo lo que implica ser humano en sus generalidades y en esta lógica al evitarse cualquier contradicción en el razonamiento se creará paz entre todos, por lo que también es preciso controlar y contrarrestar con puño de hierro cualquier modo de pensamiento desigual que por desgracia es inherente al ser humano y tomándose de manera icónica los ideales que habitan en los libros.
El medio que parece emular a la televisión es la única (y por lo tanto verdadera) fuente que existe de información y ésta se ha encargado de incluso satisfacer las necesidades afectivas de las personas, haciendo “familiares” a los espectadores con las personas que aparecen en el dispositivo receptor de la señal. Las personas se sienten cómodas con sus “familiares” porque todos piensan de la misma forma y cuando no lo hacen solo se trata de una comedia, de una estampa de lo que podría vislumbrarse como una sociedad primitiva naturalmente con disensos sociales y existenciales entre los iguales, algo sumamente ridículo en el ambiente establecido en el libro.
Retomando lo antes planteado en la primera parte de este ensayo, la ficción de este libro parte del temor colectivo del futuro insípido, es el corazón de la obra misma lo cual me conduce a deducir que el libro es una invitación a cundir el pánico sobre lo que representa la búsqueda de la comodidad a través de las nuevas tecnologías y de la globalización porque si bien notando que en el entorno del escrito no existe la presencia de avances tecnológicos impresionantes ni revolucionarios (llámense robots y telecomunicación) se nos presenta la fatalidad absoluta al ver que la “televisión” ha monopolizado el razonamiento humano, la publicidad ha invadido cada esfera del individuo y se ha vuelto humana por lo que es evidente detectar la figura de este medio en la televisión y emularla como la clásica tecnología que al facilitar la vida humana la destruye en esencia.
Plantear un mundo en el cual los libros son prohibidos y son vistos como objetos que atentan contra la paz nos conduce a fetichizarlos como la única (y por lo tanto verdadera) fuente de conocimiento y a vislumbrarlos como pilares de la mismísima humanidad, algo que resulta increíblemente irónico para un servidor.
Debemos tomar en cuenta que las innovaciones tecnológicas en comunicación principalmente representan una poderosa herramienta de traslado de información y nos acercan al mundo, nos permiten expresar nuestros ideales, intereses y posturas políticas por lo cual representan un escaparate para interactuar con la realidad instantáneamente sin embargo, deslindándome de una postura ingenua debo reconocer que ciertos medios corren el riesgo de ser manipulados para favorecer intereses particulares por lo que debemos ser precavidos ante las fuentes que la presenten.
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