Doctrina del shock

Caracas, 29 de noviembre de 2020

Crespo José

ENSAYO

Cuando Klein habla del capitalismo del desastre describe esto como una forma en que las empresas o industrias han aprendido a beneficiarse  y a sacar provecho directamente de una crisis o desastres de gran escala. También habla sobre como el personal pasa fácilmente de puestos relacionados de seguridad y defensa de los organismos públicos del estado a puestos de empresas lucrativas.

Si hablamos de la doctrina del shock podemos decir que esto consiste en una ideología que es muy dominante en nuestro tiempo en donde los sistemas libres de mercado han sido impuestos mediante técnicas psicológicas sociales y como llegan a dominar el mundo. Además, muestran cómo se han aprovechado de momentos de conmoción y violencias extremas para implementar sus políticas económicas en muchas partes del mundo.

En cuanto al corporativismo se dice que es una doctrina de un sistema político-económico que sostiene la sociedad y debe organizarse en función a asociaciones o gremios que representen los intereses de grupos específicos y en donde el poder de decisión recae a manos de organizaciones y no de las personas. Por ello, estas son las encargadas de negociar y firmar convenios que serán las futuras reglas por las que se rigen la sociedad en cuestión.  

• Se encuentra caracterizado  por la rígida mediación  del Estado representado  por los gremios en las relaciones de  producción que  son quienes ocupan  la actividad política en la sociedad.
• Establecen las leyes que importan  a cada sector.
• Neutralizan conflictos entre las clases y grupos, y entre estos y el gobierno.

Klein argumenta que estas políticas van en contra de los intereses de la mayoría porque transfieren riqueza y poder de la gente a la élite corporativa global, por lo que las élites deben implementar estas políticas en tiempos de conmoción después de un desastre.

En el libro se intenta demostrar que el libre mercado es la única vía de escape para la decadencia económica y de la pobreza masiva. Además piensa que cualquier persona que investigue seriamente el desarrollo del capitalismo a través de los últimos siglos se dará cuenta de que la violencia es un aspecto persistente en donde no es incompatible con la democracia. Sostiene que la respuesta está en una estrategia simple de dos pasos, perfeccionada durante tres décadas por una camarilla internacional de fundamentalistas del libre mercado: Primero, explotar crisis ya sean económicas, políticas o desastres naturales para promover una agenda que nunca sobreviviría al proceso democrático en tiempos normales. Luego, crear una corporatocracia, en la que las multinacionales y los líderes políticos se alineen para promover sus intereses a expensas del público.

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