EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

El hombre en busca de sentido

El hombre en busca de sentido es un libro que nos enseña una serie de reflexiones basándose en la psicología de los prisioneros de un campo de concentración y su propia experiencia; con cada relato viene un breve análisis de la situación y la repercusión que se tiene en los hombres sobre su estado físico, mental y espiritual. Habla de la necesidad de sobrevivir, de la importancia de encontrarle un sentido a la vida para poder seguir viviéndola, de cómo el futuro y el pasado pueden ser un consuelo para el presente; habla de las consecuencias que sufren los presos, la desilusión, la incredulidad de que la libertad fuera verdad y no un sueño.

La religión tomaba un sentido desconocido hasta entonces para la mayoría de los prisioneros. Sentir a la muerte cerca obligaba a plantearse temas como que hay después de la muerte, o si irían al paraíso después de este infierno, o por el contrario seguirían en un infierno que debería ser parecido al que estaban viviendo; era sorprendente el nivel de respeto hacia las creencias religiosas que se respetaba en el campo. El humor es otra arma utilizada en la lucha por la su pervivencia, y también se daba en el campo, aunque fuera solo por algunos segundos o minutos. A pesar del sufrimiento podían aprender a reírse de ellos mismo y su situación. Dice que el sufrimiento es como el gas, llena el alma sin importar la cantidad de sufrimiento por lo cual cualquier alivio puede llegar a ser el mayor consuelo era algo que aliviaba tu dolor y les animaba a seguir viviendo.

Se amenazaba toda la escala de valores que hasta entonces el hombre había tenido, se perdían los principios morales. Si el hombre no luchaba contra ello, se terminaba por perder el sentimiento de la propia individualidad, de ser pensante, con una libertad interior y un valor personal. Se consideraba sólo parte de la masa y su existencia se rebajaba a nivel animal, había un maltrato psicológico y discriminación de todo tipo. El prisionero deseaba estar a solas consigo mismo y con sus pensamientos. Anhelaba su intimidad y soledad, ante la vida comunitaria impuesta. Temía tener que tomar una decisión o cualquier otra iniciativa, puesto que consideraba al destino dueño de sí y creía nunca se debía influir en él, que más podía perder si no tenía nada.

Para mí el libro me la enseñanza de que la vida no es fácil ni esta arreglada ya que sin sufrir no sabríamos lo que se siente el bien o el placer, de igual forma este sentir nos retroalimenta, nos enseña, nos hace fuertes y capaces, nos da impulso, si sabemos manejarlo, si sabemos aceptarlo.  

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Claudio Reyes Herrera

Ética

El hombre en busca de sentido

3°H

Alimentos y Bebidas

Semestre Ago-Dic 2014

Agustín Casillas Gutiérrez

5/Nov/14

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