El Caballero Perfecto
Enviado por FOX8601 • 24 de Febrero de 2014 • 682 Palabras (3 Páginas) • 376 Visitas
(En la corte del rey Arturo. Sentados alrededor de una mesa redonda, hay un sitio libre)
Rey Arturo: Caballeros, Sir Percival nos ha traicionado y se ha marchado con nuestros enemigos, los caballeros de la Luna Negra. Ahora queda una silla libre en la mesa redonda. ¿Quién la ocupará?
Sir Galahad: ¿Hay algún joven en Camelot que sea digno de ocupar ese lugar?
Sir Griflet: Hay varios pretendientes, tendremos que elegir al que nos parezca mejor.
Sir Gawain: ¿Y cómo lo haremos?
Sir Galahad: ¡Elegiremos al mejor guerrero!
Sir Tristan: No, eso no es lo fundamental. ¡Ha de ser un caballero! Educado y cortés.
Sir Bedevere: Debe ser alguien culto e inteligente, no queremos un montón de músculos que no sepan pensar.
Rey Arturo: Bueno compañeros, pienso que lo mejor será conocer a los jóvenes aspirantes. ¡Que pasen de uno en uno!
(Sale un paje y entra con un joven)
Rey Arturo: ¿Cómo os llamáis?
Oswald: Oswald, mi señor.
Sir Griflet: ¿Creéis que sois digno de ocupar la sede vacante?
Oswald: ¡Sí, Señor! ¡Soy el mejor de todo Camelot!
Rey Arturo: Está bien, ya os podéis ir
(Se va)
Sir Galahad: ¡Que rápido decidís! ¿Cómo podréis saber sus habilidades?
Rey Arturo: No quiero fanfarrones entre mis caballeros. ¡El siguiente!
(Entra otro joven. Se arrodilla frente Arturo)
Rey Arturo: ¿Quién sois y para qué venís?
Robert: Soy Robert Kent, vengo para ocupar la silla vacía de la mesa redonda y dedicar mi vida a luchar por ti, mi señor.
Sir Griflet: ¿Sois buen guerrero?
Robert: Eso pienso. Aún no he encontrado a nadie capaz de derrotarme.
Sir Gawain: Podríais demostrárnoslo. Luchad conmigo por favor.
(Luchan pero rápidamente Sir Gawain derrota al joven)
Robert: Sois un traidor, me habéis atacado cuando aún no estaba preparado.
Rey Arturo: No os preocupéis, no es ninguna humillación ser derrotado por Sir Gawain. Podéis marchaos. Y avisad al siguiente, por favor.
Sir Tristan: ¿Lo despedís por no ser buen guerrero?
Sir Bedevere: No, lo despidió por no reconocer su debilidad.
(Entra otro joven)
Lanzarote: ¡Que Dios os guarde señores!
Sir Tristan: Bienvenido sea tan desenvuelto caballero. ¿Cuál es vuestro nombre, amigo?
Lanzarote: Lanzarote del Río. He oído que faltaba un caballero para ocupar la silla vacía de la mesa redonda y he venido para ver si podría ser yo el afortunado.
Sir Bedevere: ¿Qué os hace pensar que lo merezcáis?
...