El Gobierno De Gabinete: Un Instrumento Para El Mejoramiento Del Control Parlamentario Del Gobierno Mexicano
Enviado por aguilarguia • 26 de Febrero de 2014 • 12.801 Palabras (52 Páginas) • 603 Visitas
El Gobierno de Gabinete: un instrumento para el mejoramiento del control parlamentario del gobierno mexicano
Eduardo Aguilar Guía
Resumen
Este trabajo se inscribe en el debate que en la actualidad se sostiene en México sobre una posible reforma del Estado, en particular en lo referente a la modificación de la forma de gobierno y la adopción de instrumentos de control parlamentario que permitan racionalizar el sistema presidencial. Repasa la situación del sistema constitucional mexicano a partir del proceso evolutivo seguido para su constitución así como la nueva etapa marcada por la sucesiva elección de gobiernos divididos. Analiza brevemente la teoría del control parlamentario, describe la necesidad de reformar el Poder Ejecutivo Federal y presenta una propuesta de adopción de un Gobierno de Gabinete, describiendo la naturaleza que tendría, sus eventuales facultades y el funcionamiento del mismo.
Palabras clave: Derecho constitucional, Poder Ejecutivo, control parlamentario, gobiernos divididos, Gobierno de Gabinete, México.
Abstract
This work inscribes in the debate that in the actuality sustains in Mexico on a possible reform of the State, in particular regarding the modification of the form of government and the adoption of instruments of parliamentary control that allow to rationalize the presidential system. It reviews the situation of the constitutional system mexican from the evolutionary process followed for his constitution as well as the new marked stage by the successive election of governments divided. It analyses in brief the theory of the parliamentary control, describes the need to reform the Federal Executive Power and presents a proposal of adoption of a Government of Cabinet, describing the nature that would have, his eventual faculties and the operation of the same.
Keywords: Constitutional law, Executive Power, parliamentary control, governments divided, Government of Cabinet, Mexico.
Introducción
Las importantes e innegables presiones que la realidad actual ejerce sobre los sistemas constitucionales y políticos construidos durante los siglos XIX y XX han motivado tanto a los estudiosos de tales fenómenos como a los propios actores políticos a idear nuevas fórmulas que permitan actualizar dichos sistemas. Superado el periodo autoritario que afectó al hemisferio en la segunda mitad del siglo XX, América Latina no ha sido ajena al referido proceso de cambio que parece haber agotado el modelo presidencial en los términos en que surgió en los Estados Unidos y que fuese adoptado prácticamente al pie de la letra en la región con resultados mayormente impresentables. En ese tenor, a partir de la reforma política de 1977, México se ha visto envuelto en un proceso de democratización, que si bien no ha estado exento de exabruptos y contradicciones, desembocó en una nueva realidad política a partir de 1997 con el inicio de una era marcada por la elección recurrente de gobiernos divididos, consiguiéndose tres años después la alternancia en el ejercicio del Poder Ejecutivo Federal. Dicha situación rebasa una mera coyuntura y se ve afianzada por el surgimiento de un sistema pluripartidista moderado en el que tres grandes fuerzas políticas suelen repartirse mayoría del voto. El sistema en el que la Presidencia se imponía de facto a los otros Poderes e instituciones del Estado, surgido en los años veinte del siglo pasado y que perduró hasta prácticamente la década de 1990, colocó a México en un sistema político que muy difícilmente podría calificarse de democrático. Con el paso del tiempo, dicho sistema comenzó a mostrar claros signos de agotamiento y fue sometido a un largo proceso de reformas que han desembocado en la incorporación a la vía política de corrientes que otrora actuaban en la clandestinidad, en una nueva distribución del poder político y en la construcción de instituciones que tutelaran los derechos humanos y que desconcentran el poder en otros órganos del Estado. Sin embargo, la integración y el funcionamiento del Poder Ejecutivo, así como la forma en que se relaciona con el Congreso no ha sido revisado. Esa inacción es actualmente cuestionada por muchas y muy diversas voces tanto de la academia, de los partidos políticos y de la sociedad civil respecto de su conveniencia ante la realidad actual en la que el Presidente de la República no contará con una mayoría sólida en el Congreso de la Unión.
Este trabajo se inscribe en el debate que, como se ha mencionado, en la actualidad se sostiene en México tanto en el ámbito político como en el académico sobre una posible reforma del Estado, en particular en lo referente a la modificación de la forma de gobierno y la adopción de instrumentos de control parlamentario. Por lo tanto, pretende determinar si la adopción de un Gobierno de Gabinete es la vía adecuada para racionalizar el ejercicio del poder presidencial y mejorar el control parlamentario sobre aquél. Es cierto que una modificación de la forma de gobierno tendría importantes implicaciones en la gobernabilidad, el sistema de partidos, la calidad democrática y el funcionamiento del sistema federal; temas que de suyo son además de importantes, centrales para el derecho constitucional, para la ciencia política y para las ciencias sociales en su conjunto. Sin embargo, por cuestiones de espacio, este trabajo se circunscribe al tema del control parlamentario en cuanto forma privilegiada de controlar el poder político y, eventualmente, abrir la posibilidad de exigencia de responsabilidad política a quienes ejercen el poder.
La disfuncionalidad del sistema de gobierno mexicano
El Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en el modelo constitucional mexicano
Según Alcántara el sistema político mexicano del s. XX puede distinguirse por: a) un momento fundacional basado en la Revolución Mexicana sobre el cual se cimentó el régimen; b) la Constitución de 1917, documento de avanzada en cuanto a la inclusión en ella de derechos sociales y de las reivindicaciones revolucionarias; c) un presidencialismo asfixiante; d) un Estado con una enorme capacidad de cooptación de las clases dirigentes y con un sentido profundamente nacionalista; e) un partido político hegemónico, enquistado en el Estado; f) un sistema semidemocrático fuertemente corporativizado; y g) una cultura política propia que mezcla entre otros nacionalismo, anticlericalismo oficial, autoritarismo y oportunismo. Nosotros consideramos que con algunos matices tales elementos identificativos podrían por igual aplicarse, a pesar de la alternancia en el ejercicio del Poder Ejecutivo de la Unión, a los primeros años del presente siglo. En las siguientes líneas proponemos una semblanza del modelo
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