El Himno De Un Angel Parado En Una Pata
Enviado por smco2013 • 28 de Diciembre de 2013 • 1.679 Palabras (7 Páginas) • 468 Visitas
Biografía de Hernán Rivera Letelier
Talca, 1950. Su novela La Reina Isabel cantaba rancheras fue premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 1994, y es una de las obras literarias de más vasta difusión de la narrativa chilena reciente.
Luego publicó: Himno del ángel parado en una pata, Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 1996, Fatamorgana de amor con banda de música (1998), Premio Municipal de Novela; el libro de cuentos Donde mueren los valientes (1999); Los trenes se van al purgatorio (2000), Santa María de las flores negras (2002), Canción para caminar sobre las aguas (2004), Romance del duende que me escribe las novelas (2005), El Fantasista (2006), Mi nombre es Malarrosa (2008), La contadora de películas (2009) y El arte de la resurrección, por la que en 2010 obtuvo el Premio Alfaguara de Novela.
Todas han sido reeditadas varias veces en Chile, Argentina, México y España, y sus traducciones han sido publicadas en Francia, Italia, Alemania, Grecia, Portugal y Turquía. Además, su obra La contadora de películas ha sido traducida a más de quince idiomas y se hará una película sobre la misma. En 2001, Rivera Letelier fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de Francia
Resumen
Hidelbrando del carmen, es un niño de tan solo trece años, vende pan amasado, empanadas, y el diario (el mercurio), que solo vende 33 y los reparte a distintos lugares, uno de ellos es en la casa de los altos, donde vivían las prostitutas, azuquita con leche es la primera puta que había conocido. Asiste a la iglesia Pentecostal, en el patio de esta se levanta su casa, la cual esta empapelada de diarios, la mayoría historietas.
Su religión evangélica le prohíbe bastantes cosas, como por ejemplo asistir a los bailes, tocar la guitarra oír música que no sea religiosa y asistir al cine, cosas consideradas mundanales que la religión abominaba.
En su pieza, tenia una foto de Rosita quintana, una exuberante actriz mexicana, que había robado una tarde desde una de las carteleras del cine la Torre.
A Hidelbrando le gustaban las rancheras y también dibujar, lo cual hacia muy bien, en el colegio lo llamaban para que dibujara en la pizarra, ya sea en historia los personajes históricos o en biología el cuerpo humano.
Vivía en Algorta y a los 12 días de irse a vivir a Antofagasta fue profetizada la muerte de su madre, tenia dos hermanos, que poco recordaba, su hermano boxeador y su hermana la “reina de la primavera”. Aunque siempre recordaba la Ja nunca se cansaba de admirar el paisaje de Antofagasta, casas de colores, edificios, los jardines ¡las abejas!
Frente a la Iglesia vivía Mireya Sofía, su primer amor, tenía los ojos verdes y el pelo claro, le decían la rubia Mireya, Hidelbrando comenzó a acercarse a los hermanos y primos de Mireya, los cuales lo invitaban a malones, pero Mireya solo le regalaba una que otra mirada, el pensaba que para conquistar a una niña así debía saber baila, nadar y andar en bicicleta, enamorado, dejó de pintar imágenes bíblicas y comenzó a hacer un retrato de la rubia Mireya.
Fue invitado a la playa por los hermanos y primos de Mireya, Irian con María del mar (novia de Robert Tilor) y con Mireya, quien no le quito la mirada en todo el viaje, a la noche hicieron una fiesta y Mireya lo sacó a bailar, bailó con el todas las baladas y boleros, el le dijo que estaba haciendo un retrato de ella, y fueron a verlo a la casa, ella lo besó, arrancó el retrato de sus manos y corrió a su casa. Al día siguiente supo que el loco huiro (primo de Mireya) lo buscaba para pegarle.
Tenorio López, casado con Orlanda Purísima del Rosario, el cantaba rancheras y lo conquisto la gloriosa voz de Orlanda, quería que cantara con él, pero fue él quien abandonó su grupo para quedarse con ella. Tienen 7 hijos, seis hombres y una mujer, bautizó a cada uno de sus hijos con un nombre bíblico.
El mercado, siempre lleno de embusteros, a los cuales hidelbrando ayudaba de vez en cuando como palo blanco les conocía todos los trucos y movimientos, tanto así que podía distinguir entre la multitud espectadora a los cómplices, a los ingenuos y a los que sólo iban a pasar el rato.
En uno de los actos uno de los indiecitos pidió a una persona que hiciera de ayudante, alguien sin miedo a nada, a la persona más valiente del público, el Pellisca la luna empujó a hidelbrando al momento que decía: ¡Aquí hay uno!, hidelbrando cansado del abuso de pellisca la luna lo agarro y de una sancadilla lo dejo en el suelo, botando todo a su alrededor comenzó la pelea, cuando hidelbrando se encontraba bajo su oponente, no daba más y sangraba de narices tomó a Ofidiana Otilia Fidelisa, la culebra del acto
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