El Laberinto de la soledad. Octavio Paz

El Laberinto de la soledad

Introducción

Como primer punto de este ensayo Octavio Paz nos señala que la soledad no es exclusiva del mexicano y más aún del ser humano en su totalidad, que por “naturaleza” el hombre es un ser solo porque conforme transcurre el tiempo la vida del sujeto se separa de lo que es para en un futuro volver a ser alguien más, con otro tipo de esencia o más bien experiencia que influye en el resto de su formación; el hombre es el único que se siente solo y siempre va en busca de ese alguien que lo complemente pues la sensación de estar vivo se va transformando en soledad y nuestro propósito es superar la soledad aunque sea por momentos, Octavio Paz da un ejemplo de como la soledad se refleja en la pena del sujeto, pues, la experiencias de soledad más conocidas es al nacer y morir; en cuanto nacemos  es un trayecto hacia la muerte que aunque de niños no tenemos conocimiento de esto, nuestro cuerpo si y poco a poco nos lleva a él. Y mientras esto sucede nosotros continuamos con lo que llamamos vida conforme a las reglas de la sociedad, como ya en varios capítulos se ha mencionado el hombre siempre ha tratado a la mujer como un objeto de pertenencia para ellos pues están conscientes de la gran capacidad que tiene ella y antes de que lo sepa la someten a su voluntad, aun, dentro del matrimonio el hombre también sufre de un maltrato ya que desde corta edad se le impone la figura femenina como una tentación de amar; el autor Breton señala que el amor no es un acto natural si no una creación del hombre que implica rupturas y catástrofes, para que en el matrimonio la idea del amor sea la revelación de 2 soledades creyendo necesitar una de la otra.

Desarrollo:

Octavio Paz filosofa un poco con la vida y la muerte y piensa que estos dos son complementarios para la realidad, creación y destrucción se funden en acto amoroso pues ambas cosas las hacemos con el mismo cuidado en que una madre prepara a su hija para el día de su boda.

También Octavio Paz empieza a filosofar acerca de la mujer y de lo que significa la mujer para el hombre, las palabras son que la mujer es un medio para obtener el conocimiento y el placer, vía para alcanzar la supervivencia, la mujer es ídolo, diosa, madre, hechicera o musa, estás palabras originalmente son dichas por Simeone de Beauvoir.

Simeone de Beauvoir fue una presentadora y novelista francesa, fue representante del movimiento existencialista ateo,, estudió en La Sorbona  donde conoció a Jean Paul Sartre, nació en 1908 y murió en 1986.

De ahí que nuestras relaciones eróticas estén viciadas en su origen, manchadas en su raíz, entre la mujer y nosotros se interpone un fantasma: el de su imagen, es decir, su físico. El de la imagen que nosotros nos hacemos de ella y con la que ella se reviste, ni si quiera podemos tocarla como carne que se ignora a si misma, pues entre nosotros y ella se desliza esa visión dócil y servil de un cuerpo que se entrega. Es decir, siempre vemos a la mujer como un objeto sexual que en pocas palabras un objeto que no vale nada pues en aquellos tiempos persistía el machismo con más frecuencia y creían que las mujeres no servían para nada mas que para servir a su pareja cuando lo necesitara como si esta fuese un esclavo o un siervo.

El amor no es un acto natural, es algo humano, es decir, una creación, en resumen, es algo que nosotros mismos hemos creado, pero personalmente pienso lo contrario pues este se nace no se hace, es como cuando nacemos y nace inmediatamente el amor por nuestra progenitora, como también nace el amor de la progenitora a su hijo.

El hombre tampoco puede elegir. El circulo de sus posibilidades es muy reducido, cuando se es niño se descubre la feminidad en la madre y en las hermanas, y desde entonces el amor se identifica como prohibido, nuestro erotismo esta atraído por el horror y la atracción del incesto, para mi alguien que pensara asi debe de estar de mente pues uno conforme crece con su madre o con sus hermanas el amor se forma de manera pura al grado de que es imposible tener esos pensamientos.

La culpa es la espuela y el freno del deseo, todo limita nuestra elección, estamos constreñidos a someter nuestras aficiones profundas a la imagen femenina que nuestro circulo social nos impone , esto se refiere a que nosotros tenemos esa imagen de la mujer no tanto por la sociedad actual  si no creo yo por la historia del hombre y la mujer.

Es difícil amar a personas de otra raza, de otra lengua o de otra clase, a pesar de que no sea imposible que el rubio prefiera a las negras y éstas a los chinos, ni que el señor se enamore de su criada o a la inversa, es decir, aquí demuestra que el amor siempre ah sido libre solamente que lo han disfrazado durante mucho tiempo. La sociedad concibe el amor, contra la naturaleza de este sentimiento como una unión estable y destinada a crear hijos, lo identifica con el matrimonio, es decir, como antes lo había dicho el amor se disfraza de muchas maneras como en este caso lo dice sobre el matrimonio.

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