El Silencio Del Emperado
Enviado por nevelas • 25 de Agosto de 2014 • 1.183 Palabras (5 Páginas) • 282 Visitas
EL SILENCIO DEL EMPERADOR
DE LA DOBLE ESPADA A LA PLENITUD DE LO ETICO
1. Ideas principales
1.1. Unidad del ordenamiento jurídico
Modo de reconocer las normas que pertenecen a un sistema, la unidad plantea la manera en que las normas jurídicas pueden ser reconocidas como pertenecientes a eses específico sistema.
Cuando se habla de unidad de un conjunto normativo, se está haciendo referencia a la existencia de algún criterio de identificación de las normas que pertenecen a un sistema como partes de una totalidad, estrechamente relacionada con la teoría de las fuentes del ordenamiento.
El derecho se concibe como un orden unitario cuando las fuentes están jurídicamente subordinadas mediante una única fuente de calificación, una sola autoridad que atribuye directa o indirectamente carácter jurídico a todo conjunto de normas.
La unidad se identifica con una totalidad ordenada, o sea que sus normas, además de derivar todas de la misma norma fundamental, han de estar ordenadas y armonizadas entre sí de tal modo que no existan incompatibilidades ni lagunas.
1.2. Modelo iusnaturalista
La unidad del derecho se sustanció desde el punto de vista axiológico, de la siguiente manera: la ley divina es actualización de la ley eterna y razón o voluntad de Dios.
Según San Agustín y Santo Tomás, la ley que no sea justa no parece que sea ley, la fuerza de la ley depende de su nivel de justicia.
El iusnaturalismo de la corriente de Santo Tomás generó que la existencia del derecho estuviera condicionada a la correspondencia con ciertos contenidos de justicia material, tanto que la ley natural predeterminaba el contenido de la humana y su existencia como categoría jurídica.
La vinculación de la ley positiva a la ley natural que se da en un plano de absoluta jerarquización ontológica, establece un sistema estático que relaciona la legalidad divino-natural con la humana de tal manera que la realidad jurídico-positiva, ha de incorporar el cúmulo valorativo contenido en la legalidad prioritaria.
La doctrina del derecho natural funciona de hecho como superestructura ideológica de la sociedad feudal y como tal no hace sino reflejar el plexo de relaciones económico sociales de la época.
El poder del rey necesita apoyo religioso para su legitimación, de la misma forma que la iglesia necesita que la espada imperial imponga su acero donde no puede prevalecer simplemente la palabra.
El poder no se ejerce espontánea y esporádicamente, sino con carácter permanente y estable, la cualidad que el gobernante ostenta y que le sirve de título operativo, deriva de la creencia común en la santidad, en el contacto místico que se le atribuye a la persona regia.
El verdadero y único vínculo de unidad de la organización feudal reside en la valoración religiosa que impregna todo el orden de la vida y en la que se funda el derecho.
Unidad religiosa
La unidad teológica del derecho medieval se compone de tres elementos: unidad cultural y religiosa –la cristiandad-, la unidad en el tiempo –inmutabilidad de la ley divina-, y unidad en el espacio –universalidad con la que se conciben los preceptos de la ley divina.
La edad media experimentaría una convulsión producida por la transformación dogmática emprendida por Lutero.
Con el cisma luterano aparece la necesidad de buscar un fundamento ajeno a la ley divina, pues la pluralidad religiosa traería una pluralidad de leyes divinas.
El protestantismo no condujo a la secularización, al contrario la secularización introducida por el afianzamiento del poder monárquico permitió que la reforma se consolidara y se transformó en religión institucional.
El concepto de cristiandad quiebra pero no afecta la fundamentación jurídica basada en la unidad teológica.
Aparición del estado
La disolución de la unidad espacial y temporal de la ley divina y el derrumbamiento de la teocracia, se explica con la aparición en
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