La Silencio
Enviado por EOV • 20 de Enero de 2014 • Ensayo • 978 Palabras (4 Páginas) • 187 Visitas
Silencio
-Escúchame -dijo el demonio y puso la mano sobre mi cabeza. La región de la que te hablo es un lugar espantosa. Allí no hay descanso ni silencio.
Las aguas del río tienen un tono azafranado y enfermizo y no corren hacia el mar sino que palpitan eternamente siempre bajo el ojo rojo del sol con movimientos convulsivos y tumultuosos. Se escucha emanar de entre estas flores un murmullo indistinto como el correr de un río subterráneo.
Sin embargo hay una frontera en su reino, la orilla de una selva, oscura y vasta. Era la noche y llovía. Y al caer era lluvia, pero una vez en el suelo era sangre. De pronto apareció la luna a través del leve velo espectral de niebla. En la piedra estaban grabados unos caracteres. Iba a volver hacia el pantano, volví a mirar la roca y en ella estaba la palabra "Desolación". Maldije con la maldición del silencio, entonces el trueno murió… el rayo no iluminó la noche y las nubes colgaron inmóviles. Miré los caracteres en la roca y ahora decían "silencio". Cuando el demonio terminó su historia cayó otra vez en la cavidad de la tumba y rió. Yo no pude reir con él y me maldijo por eso. Y el lince que habitaba por siempre en la tumba salió y se arrojó a los pies del demonio y lo miró a la cara fijamente.
Bibliografía
Historias clásicas de fantasmas 2010 por Miles Kelly Publishing Ltd.
Tarea de computación
Silencio
-Escúchame -dijo el demonio y puso la mano sobre mi cabeza. La región de la que te hablo es un lugar espantosa. Allí no hay descanso ni silencio.
Las aguas del río tienen un tono azafranado y enfermizo y no corren hacia el mar sino que palpitan eternamente siempre bajo el ojo rojo del sol con movimientos convulsivos y tumultuosos. Se escucha emanar de entre estas flores un murmullo indistinto como el correr de un río subterráneo.
Sin embargo hay una frontera en su reino, la orilla de una selva, oscura y vasta. Era la noche y llovía. Y al caer era lluvia, pero una vez en el suelo era sangre. De pronto apareció la luna a través del leve velo espectral de niebla. En la piedra estaban grabados unos caracteres. Iba a volver hacia el pantano, volví a mirar la roca y en ella estaba la palabra “Desolación”. Maldije con la maldición del silencio, entonces el trueno murió… el rayo no iluminó la noche y las nubes colgaron inmóviles. Miré los caracteres en la roca y ahora decían “silencio”. Cuando el demonio terminó su historia cayó otra vez en la cavidad de la tumba y rió. Yo no pude reir con él y me maldijo por eso. Y el lince que habitaba por siempre en la tumba salió y se arrojó a los pies del demonio y lo miró a la cara fijamente.
Bibliografía
Historias clásicas de fantasmas 2010 por Miles Kelly Publishing Ltd.
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