El hombre ne busca del sentido

El hombre en busca del sentido

Un psicólogo en un campo de concentración, así es como comienza una historia, que cambio completamente la vida de una persona, o mejor de varias vidas, donde la supervivencia era un factor de importancia, donde la importante decisión.

La obra, nos habla de una experiencia que se tenía en los campos de concentración mediante el prisionero tenía que pasar por tres etapas que eran fundamentales para él, donde se tenían que adaptar a una nueva vida, donde los internaban en un campo donde los torturaban y los hacían esclavos para luego ellos se adaptaran a una vida que dependía estar en un campo de concentración como empleados pero sin un beneficio, y al final si pasaban esas etapas podían considerar la última que era el comienzo de una liberación.

 Al transcurso de los días uno se da dando cuenta que el ser humano puede resistir a cualquier suceden, donde va demostrando que la voluntad del hombre están grande al igual que el amor, que espera ese recuentro con esos seres queridos que uno ama y atesora

El autor nos comenta en el primer capítulo, un relato de los acontecimientos y experiencias que vivió durante su estancia en un campamento de concentración, contada por uno de sus supervivientes.

Lo más importante que este libro quiere transmitir, es que no solo sea una historia de los grandes campos de concentración, sino de los más pequeños donde se produjeron el mayor porcentaje de experiencia de exterminio, ni la de los grandes héroes y mártires, sino sobre el sufrimiento, destrucción para el más débil y muerte de la gran legión de victimas desconocidas y olvidadas  

También un punto a mencionar es que el primer capítulo es dedicado a su madre, donde luego comienza a explicar lo que ocurría cuando eran trasladados a otro campo de concentración donde el único objetivos de vida eran que no estuvieran en una lista donde, era también conocida como el destino de la cámara de gas, No había tiempo para consideraciones morales o éticas, ni tampoco el deseo de hacerlas.

Un solo pensamiento animaba a los prisioneros: mantenerse con vida para volver con la familia que los esperaba en casa y salvar a sus amigos; por consiguiente, no dudaban ni un momento en arreglar las cosas para que otro prisionero, otro "número" ocupara su puesto en la expedición. Se empleaba la fuerza bruta, el robo, la traición o lo que fuera con tal de salvarse. "Los que hemos vuelto de allí gracias a multitud de casualidades fortuitas o milagros  como cada cual prefiera llamarlos lo sabemos bien: los mejores de nosotros no regresaron".^[1]

La segunda fase nos habla de cómo el prisionero está viviendo esos momentos pero en una forma emocional. En el transcurso, del viaje donde su destino era a un campo de concentración, donde experimenta un sentimiento de pena por la lejanía que siente al volver a pensar en su esposa, donde se da cuenta de que la felicidad no son las cosas materiales sino, lo que lamente recuerda de una casa y una familia que uno ama.

Pero a la vez seguido de una repugnancia por todos los acontecimientos que le rodean en ese preciso momento.

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