El laberinto de la modernidad
Enviado por penetreito • 9 de Diciembre de 2014 • Tutorial • 6.737 Palabras (27 Páginas) • 353 Visitas
Hacia una crítica de la razón mítica.
El laberinto de la modernidad
Materiales para la discusión
Franz Hinkelammert
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Contenido:
- Prólogo: Se abre el laberinto………………………………………………………4
- A manera de una introducción: Prometeo, el discernimiento de los dioses y la ética
del sujeto. Reflexiones sobre un mito fundante de la modernidad……….8
Capítulo 1: La polarización fundamental en el cristianismo……………………..40
a. Mito y razón instrumental
Excurso: La crítica de la razón mítica: la constitución de la realidad por el criterio
vida y muerte.
b. Los inicios de los mitos de la modernidad en el cristianismo
Excurso: El Apocalipsis como visión de la historia occidental.
Capítulo 2: Corporeidad concreta y corporeidad abstracta: la espiritualidad del
mercado…………………………………………………………………………………84
Excurso: El mercado como mediador de salvación
Capítulo 3: Los cortes históricos de la humanización de Dios……………………91
Excurso: Globalización, libertad y democracia
Capítulo 4: Capitalismo como culto: la culpa……………………………………..106
Texto: Walter Benjamin: Capitalismo como religión. Un fragmento
a. La base del culto: el culto al dinero y al oro
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b. Capitalismo como culpabilización sin expiación
Capítulo 5: El capitalismo como religión y su teología………………………115
a. La objetividad abstracta
Excurso Objetividad.
b. La objetividad en tiempo y espacio.
c. La objetividad de los mecanismos de funcionamiento
Excurso: Causalidad y proceso de producción
Capítulo 6: El Dios del poder y el Dios de la redención………………………141
Excurso A: La teoría del reflejo y la teoría del espejo: Algunas reflexiones sobre
realidad y conocimiento a partir de la teoría del fetichismo de la mercancía.
Excurso B: La inversión de los derechos humanos por medio de la construcción de
monstruos.
Excurso C: La administración de la muerte.
Excurso D: El retorno del sujeto humano reprimido frente a la estrategia de
globalización.
- Síntesis y final………………………………………………………………….182
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Prólogo: Se abre el laberinto
El siguiente texto es el resultado de un curso realizado en el DEI, San José, en el
Seminario de Investigadores realizado en los meses de agosto hasta Noviembre de
2006. En este curso intenté efectuar algo como una síntesis de muchos trabajos
anteriores. Pero lo que me resultó, no era en realidad una síntesis y mucho menos un
sistema. Cada vez más me di cuenta que se me había formado un laberinto.
Francisco Gutiérrez lo llamaría una chifladura. Por eso el subtítulo habla del laberinto
de la modernidad. Las realidades que se dan en el interior de la modernidad resultan
laberínticas, y, por tanto, el mismo pensamiento que trata captarlas llega a ser un
gran laberinto también. Posiblemente toda realidad resulta ser eso, pero la
modernidad lo es de una manera mucho más imponente y hasta más desesperante.
El laberinto, si es suficientemente complicado, es un lugar del cual resulta imposible
encontrar la salida. Tiene una salida, pero hay tantos caminos que se cruzan y que
van en curvas in sospechadas, que prácticamente la salida es imposible. Por eso es
un lugar desesperante, si no hay orientación hacia la salida. De un lugar a otro un se
mueve, repite caminos, descubre nuevos, pero ningún camino va a un lugar del cual
se puede saber, cual lugar es. Parece haber algo, pero siempre resulta que este algo
tampoco es lo que se busca como salida.
Ciertamente hay una salida. Si no la tuviera, no sería un laberinto, sino un infierno.
Pero no está a la mano. Se ha entrado al laberinto, pero es imposible encontrar la
salida. La salida está por dónde se entró. En el caso de la modernidad, la entrada al
laberinto ha sido inevitable, porque no se sabía de que se trataba de un laberinto al
cual se entró. Las promesas del camino parecían esplendidas, y una vez entrada, la
salida se perdió.
Es espacio del laberinto no es infinito, pero el camino por el laberinto no tiene fin. Y
hay que caminar por él, porque otro camino no hay. Al caminar el caminante cambia
el propio laberinto; por eso siempre es otro. En el laberinto no hay orientación hacia
donde. Por eso hay que salir siempre de nuevo para volver a entrar con orientación,
hasta que esta se pierde. Hay que volver a salir entonces para volver a entrar. Pero
siempre hay que volver a entrar al laberinto de la modernidad porque no hay otro
camino. No hay postmodernidad.
En el mito griego del laberinto el héroe entra al laberinto y encuentra solamente de
nuevo la salida, porque lleva consigo un hilo, que Ariadne le consiguió y que
constantemente le permite saber, cual ha sido su caminar adentro. Por eso puede
volver. En el laberinto de la modernidad hace falta también este hilo de Ariadne, para
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poder volver y conseguir desde afuera la orientación para poder seguir el camino
adentro. Pero el hilo se gasta, y hay que volver siempre de nuevo para renovar o
alargarlo.
Hay que buscar este hilo de Ariadne.
En el texto que sigue intento a encontrar este hilo de Ariadne, para no estar perdido
en el laberinto que resulta ser el lugar en el cual nos encontramos. En el texto
desarrollo esta búsqueda. Encuentro el hilo en un hecho, que marca la historia
occidental y con el cual aparece lo que en el curso de la historia resulta ser la
modernidad.
Este gran hecho es que Dios se hizo hombre, se hizo ser humano. Ocurre en el
primer siglo y nunca más desaparece de la historia. Los muchos lugares del laberinto
sin lugares donde aparecen las consecuencias y las conclusiones de este hecho,
pero siempre se pierden de nuevo, nunca son suficientes, muchas veces son
negados y constantemente se hacen irreconocibles para ser vuelta a ser asumidos a
partir de otra salida del laberinto para volver con un hilo de Ariadne renovado.
Yo hablo del hecho de que Dios se hizo hombre, no de la fe o creencia. Se trata de
un hecho perfectamente secular. Es un hecho antropológico. Efectivamente se
...