El rechazo

EL RECHAZO 

Es despreciar, denegar o resistir, lo que podemos traducir en “no querer” a algo o a alguien; proceso y la consecuencia de rechazar. El rechazo está determinado como uno de los mayores daños emocionales que pueden experimentar las personas. El rechazo es el acto de negar o rehusar a aceptar cierta situación o individuo. La persona es aislada o excluida de un cierto entorno por algún tipo de característica.

Todos de alguna u otra manera hemos recibido rechazo en la vida, de alguna persona, de un jefe, de un compañero, de algún amigo, de algún profesor, de un familiar, hermanos.

Muchas personas sienten que tienen que encajar en las expectativas de los demás y es ahí donde dejan de ser ellos mismos y empiezan hacer lo que los demás quieren, algo que vemos con mucha frecuencia simplemente por cumplir estándares^[1], estereotipos^[2], para agradar, encajar o pertenecer a cierto grupo social, de trabajo, de amigos y compañeros. Hasta por no tener problemas con la familia.

Hay muchas situaciones que pueden hacer sentir a una persona rechazada: por ejemplo, desde la concepción porque no fueron deseados y los padres se encargan de cada vez que pueden recordárselos u hacérselos saber, y obviamente eso hace que un niño se sienta rechazado. Lo mismo sucede cuando una madre cuenta que intentó abortar o que gracias al niño no pudo seguir con su carrera profesional.  Están quienes se sienten rechazados porque nacieron con algunas discapacidades físicas o mentales, o porque si los padres se la viven comparándolos con otros hermanos, porque se dan cuenta que son adoptados, porque pierden a uno de sus padres.

 Es así también cuando un niño es rechazado porque fue abandonado por sus padres por el hecho de que no lo querían o sería un estorbo. También el rechazo se relaciona por la clase social, ya que en ocasiones la persona es rechazada por su vestimenta, por su forma de hablar o porque es de familia pobre, este tipo de rechazo normalmente se ve en la escuela, entonces la persona que sufre este tipo de rechazo se siente despreciada e hiriente ya que la persona que suele vivirlo en ocasiones no se acepta, y lo único que desea es cambiar todo lo que está mal, para que así, lo acepten. Este tema también se relaciona con la discriminación, ya que se produce desigualdades en el acceso a recursos y oportunidades como por ejemplo servicios médicos, educación o empleo.

El rechazo en “El Perfume”^[3], se habla porque el pequeño  Grenouille fue rechazado por varias nodrizas ya que el niño “era demasiado voraz^[4]”^[5], ya que no huele como tienen que oler los bebes. Finalmente, por petición del padre Terrier, Madame Gaillard, mujer desprovista de olfato y emociones, lo acepta en su establecimiento para huérfanos a cambio de que “el convento de Saint-Merri”^[6] pague la cuota anual. La nodriza Jeanne Bussie lo rechazo por el simple hecho de que creía que “está poseído por el demonio”^[7].

“Desprecio por sus semejantes, inmoralidad, en una palabra, impiedad, sino a que su genio y su única ambición se limitaban a un terreno que no deja huellas en la historia: al efímero^[8] mundo de los olores”^[9]. A veces las personas que rechazan  únicamente lo que hacen, es que las personas rechazadas piensen: “paulatinamente^[10] se fue desarrollando en mí  una enorme admiración por la virtud y un inmenso desprecio por el vicio, en la medida en que entendía el significado de estos términos, tan relativos como eran, cuando los aplicaba únicamente al dolor y placer”^[11]

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