Ensayo Sangre En El Divan
Enviado por raimir • 29 de Noviembre de 2013 • 2.114 Palabras (9 Páginas) • 745 Visitas
RESEÑA SOBRE EL LIBRO
SANGRE EN EL DIVAN. EL EXTRAORDINARIO CASO DEL DR. CHIRINOS.
Pacheco, I. (2010). Venezuela: Melvin
La justicia le dijo a la paz:
Para que tú prevalezcas, yo reinaré
“Se hizo justicia. Por fin, voy a vivir en paz” (p.222)
En el tránsito capitalino y a la distancia, observé en una estantería el titulo de una
obra que llamó poderosamente mi atención “Sangre en el Diván”. Al verlo reflexioné: ¿A
quien se le ocurriría escribir un libro con ese nombre, quien sería su autor y sobre qué
trataría?
La publicidad dada al texto me llevó a responder esas preguntas: su autora una
conocida periodista y el protagonista un afamado personaje de la vida pública nacional,
académico y psiquiatra.
Dada mis ocupaciones, pensé en no invertir en los momentos actuales tiempo en
su lectura, pero ante la publicidad, las discusiones en la red de psicólogos Psique-L, los
comentarios de amigos, decidí comprarlo y acercarme a su contenido con mis intereses
puestos en los aspectos clínicos y criminalísticos.
Es indiscutible que la obra atrapa al lector desde su comienzo. La temática, los
protagonistas, el hecho de que haya sido una noticia pública que ocupó amplios espacios
en la prensa nacional, invitan a sumergirse en ella con la finalidad de formarse un criterio
propio sobre el tema y acerca de las relaciones humanas que se establecen en las
profesiones de ayuda, entre otras.
No voy a discutir acerca de la riqueza literaria de la obra, algunos de sus pasajes
ciertamente atrapan e impactan al lector. Se demuestra que la misma es producto de una
investigación acuciosa, muy bien llevada y documentada.
Más que sorprenderse o espantarse por la patología del protagonista, hay que leer
entrelíneas para descubrir las implicaciones. Por eso, haré algunas consideraciones en
relación con este, la obra y la autora, con la finalidad de ir más allá del interés público del
caso y mirar aspectos interesantes relacionados con la criminología, la psicopatología, la
ética, la paz, la justicia y hasta lo esotérico.
El protagonista
1. La narrativa acerca de su comportamiento, abre la imaginación del lector y le
genera suspicacia acerca de la posibilidad de que existan otras victimas
(asesinadas, abusadas sexual y psicológicamente), sobre potenciales inducciones
al suicidio de personas vinculadas en la relación personal o terapéutica con el
mismo.
2. Se describe un personaje que se dice de la izquierda comunista, pero que
manifiesta una vida con dispendio: consulta privada, vínculo con laboratorios,
bienes inmuebles, vehículos de lujo, altos ingresos económicos, aplicación de
procedimientos médicos innecesarios y de una farmacología caduca orientados
hacia un fin económico, entre otros, lo cual da cuenta de la contradicción entre su
ideología (ser comunista) y la acción (vivir del capitalismo), un elemento más a
sumar en su posible cuadro clínico.
3. Se destacan las características de una personalidad dominada por los deseos de
poder e ideas de magnanimidad, que conducen a recordar a otro personaje,
protagonista también, de la obra El poder y el delirio escrita por el mexicano
Enrique Krause (2008. Caracas: Alfadil), en la que se describe un análisis completo
y revelador sobre el proceso político que se vive en Venezuela.
4. El uso del poder que le da su condición de consultante y la relación de asimetría
que se establece con la víctima (vínculo terapéutico, relación afectiva, diferencias
de edad y en las experiencias vitales humanas) dan cuenta del perjuicio en que se
puede convertir una relación que se inició terapéuticamente pero que continuó en lo
personal; este tema ha sido abordado por el autor suizo Adolf Guggenbhül-Craig.
en su libro Poder y Destructividad en Psicoterapia (1992. Caracas: Monte Ávila). En
el nos dice que la mayoría de las profesiones de ayuda contribuyen a la salud y al
bienestar, lo cual demanda esfuerzos deliberados para ayudar al que sufre, pero
que también es posible que pueda hacerse el mayor daño, no obstante inspirarse
en la ingenuidad del deseo de ayudar.
5. El psicoanálisis en el cual no creía, permitió revelar su culpabilidad. Su
inconsciente lo traicionó al caer en contradicciones y utilizar el mecanismo de
proyección como defensa: “Un ejemplo de enfermo mental, es usted…” p.195. (Por
supuesto que en medio de su delirio, el único sano era él).
La obra
1. La lectura de la obra retrotrae en el tiempo a quienes estudiamos psicología y nos
hace sentir nuevamente en las aulas ante una clase de Psicopatología o
Neuropsiquiatría con el Dr. Cordero, la Dra. Montero. La exquisitez, pulcritud,
precisión de los elementos clínicos logran esa sensación y efecto. Lo propio ocurre
con la riqueza en la descripción de los aspectos de criminalística, lo cual conlleva a
recordar las clases del admirado Dr. Villalba.
2. Es indispensable destacar la labor efectuada por el Comisario y la Patóloga,
quienes a pesar de estar jubilados y fuera de servicio, aportaron todos sus
conocimientos y experiencias inspirados en sus valores, su sentido de compromiso
y pertinencia social del caso tratado. Asimismo la del joven Detective, quien con
humildad se acercó a estas personas de nombrada experiencia para que lo
apoyaran en la direccionalidad correcta de las acciones, en la búsqueda de las
evidencias policiales. Se demuestra la trascendencia de la mediación de peritos y
del trabajo en equipo.
3. La actuación de los Fiscales del Ministerio Público también es digna de destacar.
La tenacidad emprendida en las investigaciones, lo cual es narrado de manera
exhaustiva en la obra, nos hace conservar la esperanza de la justicia, la fe en
nuestra policía científica y decirnos que tenemos un Cuerpo Policial de altísima
tecnología, comprometido y que logra responder, de manera clara y brillante, sus
preguntas de investigación, basado en hipótesis que son contrastadas
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