Etnologia De La Alcoba Dibie

Desde el nacimiento a la muerte (que en la mayoría de los casos suceden también en una cama), el ser humano se acuesta día a día en su cama, pero, desde luego, no es lo único que hace en ella. Es el espacio de los sueños, de las relaciones sexuales, del descanso y del reposo; en ella leemos, vemos la televisión, lloramos, sufrimos enfermedades y experimentamos placer. Así pues, en el texto hace mención sobre ¿sala o dormitorio? Muy aparte de las dimensiones en tamaño, el dormitorio adquiere un carácter privado. No se considera, en cambio, como un objeto cualquiera, sino que en este contexto adquiere carácter de “objeto-lugar”.

De la importancia que se le ha dado al dormitorio hacia lo intimo, lo pudoroso, del ser humano; a esta parte que complementa una casa, se le ha dado maneras diferentes de decoración a lo largo de la historia.

Hasta el siglo XV, menciona, que los dormitorios siguieron siendo austeros, pero de todos los muebles que conforman los hogares, la cama es quizás el máximo exponente de seguridad y confort, de ahí la importancia que tomo el cómo hacerla.

Hacia 1250, una buena cama se componía de un jergón a veces llamado chutrin, que era una gran bolsa de paja , que simulaba ser un tipo de colchón. A si mismo, dándole una importancia suprema a la cama, explicando los orígenes de esta y como a lo largo del paso del tiempo fue modificándose para la comodidad del ser humano y si intimidad.

Poniendo la cama como objeto importante, como meterse en ella, también lo fue; la camisa fue una indumentaria de día importante en el sigo XV, que a la hora de ir a la cama, debía de desprenderse del cuerpo, puesto que si la mantenías en el cuerpo, era una falta de respeto para la persona con la que se compartía el lecho.

“desnudo con desnuda” era la manera en la que los dos debían de ir a la cama; puesto que si se le quería faltar el respeto o mostrar el poco afecto que se tenía hacia la mujer con la que se compartía, bastaba con dejarse la camisa puesta para mostrar su descontento.

El acto sexual solo podía hacerse de noche y en la cama, ya que era algo demasiado intimo para ser exhibido; si lo era así, era algo debía de ser castigado por parte de la iglesia.

“Llegado el momento en que las soberbias leyes de los hombres dejan de impedir que las mujeres se apliquen a las ciencias y disciplinas” esto lo escribió la Belle Cordiére en una carta del 24 de Julio de 1555; el matrimonio se torna a favor de la mujer, ahora la diferencia de edad entre ellos se hace menor, y los placeres ahora son compartidos.

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