Historia de la poesía Colombiana, Casa de Poesía Silva 1991, cap. V “El Romanticismo en Colombia” David Jiménez Panesso.
Enviado por Jess Romero Astudillo • 9 de Mayo de 2017 • Reseña • 1.371 Palabras (6 Páginas) • 612 Visitas
EL ROMANTICISMO EN COLOMBIA
“Entre lo Liberal y Lo sagrado”
Referencias Bibliográficas:
Historia de la poesía Colombiana, Casa de Poesía Silva 1991, cap. V “El Romanticismo en Colombia” David Jiménez Panesso.
En este capítulo el autor nos habla de cómo el Romanticismo influyó en la sensibilidad creativa de los poetas más importantes del siglo XIX; para este momento de la época, la poesía romántica podía encontrarse tanto en la guerra como el diario vivir, o cómo lo menciona el autor en las actividades domésticas, así como en la política y la religión. Bolívar era considerado Romántico por su manera de ver a los humanos como sujetos dueños de sí mismos, tal y cómo lo afirma Jiménez Panesso: “El genio de Bolívar siempre fue calificado de romántico, por la subordinación al súbito arrebato, a la espontaneidad y a la inspiración antes que al frio análisis estratégico.” (Jimenez Panesso, 1991); Y cita a Baldomero Sanín Cano, quien en palabras textuales dice:
“En la vida de Bolívar el romanticismo tuvo influencias practicas: su resolución, su desconocimiento de los principios filosóficos según los cuales una nación o una casta pretendían tener derechos sobre otra, su rebelión contra los mismos hechos para defender una causa, eran romanticismo practico.”
Por otra parte, Panesso nos habla de la poesía política, la cual afirma el autor, “El romanticismo saturó de valencias poéticas las palabras libertad y rebeldía y a rebajar con resonancias prosaicas el valor de las palabras orden y libertad” (Jimenez Panesso, 1991), en otras palabras, el romanticismo Colombiano se encargó que este estilo de poesía no tuviese relevancia en dicho movimiento. Luego terminada toda la epopeya de la independencia, la política se resumió a lo meramente humanitario y utópico socialmente.
Encontramos luego, una especie de disonancia entre lo liberal y la religión; algunos autores como lo fueron José María Samper y Rafael Pombo, pensaban que la poesía iba vinculada con la religiosidad y ésta servía para crear un futuro mejor a partir de ella, en pocas palabras una sociedad utópica por medio de la poesía.
Para Pombo, así como para la mayoría de poetas de la época, la poesía era la respuesta positivistas y materialistas del siglo menciona Panesso, más que por la vía religiosa que la política o la social. Por otro lado, aparecen autores que se dejan seducir por los pensamientos de los poetas europeos tales como Shelley, Bysshe y Víctor Hugo, quienes consideraban a la poesía como un arma de historia crítica y de revolución social; poetas como Diógenes Arrieta, José María Rojas Garrido, y Antonio José Restrepo, fueron los que más se amoldaron a esta concepción de la poesía revolucionaria y liberal, tanto así que eran llamados “la escuela liberal”, la ciencia no iba de la mano con la poesía, para Keats, la ciencia no era más que el polo opuesto o el enemigo de la poesía; sin embargo, para autores como Wordsworth la ciencia si debía ir acompañada de ella y no contra ella, cita Jiménez Panesso; es por ello que Pombo escribe el poema “Alpha y Omega”, para oponer la fe en la ciencia moderna y la fe en Dios, optando por la segunda opción, aunque a veces el mismo Pombo las ponía en el mismo camino, ya que para él eran manifestaciones diferentes del mismo impulso hacia lo desconocido. Poetas como Rafael Núñez se dieron a la tarea de negar la posibilidad de alcanzar el conocimiento científico por medio de la ciencia, distinguiendo la verdad de los hechos. Como lo había mencionado antes, Jiménez Panesso recalca mucho en esa disonancia de ideas entre los románticos conservadores y los liberales ya sean negando o aceptando a la ciencia como hermana de la poesía para llegar a la verdad, se podría decir que entre los poetas románticos de la época ésta constante luchas de ideas fue lo que marcó la historia de la poesía colombiana en el siglo XIX; por un lado el poeta era representado como guardián de las creencias religiosas, pero por otro era el destructor de esta, atribuyéndosele “la creación de un nuevo credo fundado en la razón y el humanismo” (Jimenez Panesso, 1991).
Con la llegada de la tecnología cómo desarrollo, algunos poetas llegaron a la conclusión de que se debían reconciliar con la naturaleza cómo una forma moderna, la industrialización podía servir de vía para una especie de asociación entre la imaginación y el espíritu, y la fuerza de los obreros.
Para los románticos de la época, la representación del amor fueron dos imágenes que se oponían, el cielo y el infierno, el pecado y el paraíso, siendo la idea de lo mítico y angélico, paraíso y cielo, lo escogido para los poetas colombianos a la hora de crear sus versos, ya que el autor nos menciona que la imagen de la mujer como fuego de pasión, estaba ausente en el romanticismo hispanoamericano, que prefería darle una imagen a la mujer de esposa y compañera de la vida diaria o el rutinario vivir; y como toda regla tiene su excepción, varios poetas en sus versos daban la imagen de la mujer como un ser que sobreponía el amor ante todas las cosas, como el ejemplo que cita el autor de los poemas “Edda” de Rafael Pombo, y otras mujeres oscuras en los poemas de Guillermo Valencia y Eduardo Castillo.
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