INFORME DE LECTURA PA QUE SE ACABE LA VAINA (WILLIAM OSPINA)

INFORME DE LECTURA

PA QUE SE ACABE LA VAINA (WILLIAM OSPINA)

KELLY JOHANA PARRA CESPEDES

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA.

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y ECONOMICAS

ECONOMIA MEDELLIN.

INFORME DE LECTURA

                                          PA QUE SE ACABE LA VAINA.

“Colombia era un país blanco, católico de origen europeo que debería  hablar una lengua de pureza castidad y que la democracia sólo exigiría el respeto absoluto por las autoridades, el sometimiento total a las normas, obediencia al Estado y a sus fuerzas armadas”.  (William Ospina. Pa que se acabe la vaina.)

Esta fue nuestra herencia el discurso con el cual crecieron nuestros antepasados, un linaje de barbarie cubre nuestra historia que ha pretendido perpetuarse hasta nuestros días. La Colombia que describe el discurso colonial  es absurda  , la mayoría de la población quedaba por fuera de esta ideología discriminatoria e hipócrita , reservada solo para unos cuantos , aquellos que ni siquiera comprendo cómo podían  aceptar aquellas medidas de limitación y sumisión ante un  estado en conjunto con una iglesia corrupta que solo buscaba beneficio propio , estas dos instituciones eran las que dominaban todos los campos , la política , la economía , la religión , la educación , esa tan indispensable para la construcción de una verdadera democracia ; que más podíamos esperar si todo lo que se podía saber , era lo que ellos permitían que se supiera , su verdad era nuestra verdad , ¡ayuda al prójimo! , nadie sabía que era eso.

 Como pretender  una Colombia de casta pura cuando todos somos hijos de  la diversidad, cultural, geográfica y religiosa,  nuestra piel mestiza nos caracteriza, hijos de esclavos y terratenientes, de indios y blancos, como pretender obediencia cuando solo son recibidos castigos y discriminaciones.

No ha de extrañarnos la situación actual de nuestro país, nada a mejorado nuestra verdad sigue siendo una verdad ajena, de aquellos que siguen por encima; que han frustrado y apagado la luz de tantos que han querido sobresalir, no dejo de pensar en esos líderes que perdieron su vida al tratar de luchar por el pueblo,  pero a pesar de dejar un sinsabor, vale más su recuerdo para seguir que para retroceder.

Hablar de los conflictos armados  que se viven hoy en día, no es suficiente, es necesario hablar de aquellos, que no fueron pocos, que han sido arrastrados a través de la  historia. A lo largo de ella hemos visto como los nombres de aquellos en el poder han ido cambiando  como los actores de aquellas guerras han ido cayendo y como al igual  otros han ido apareciendo ; pero la realidad es que el conflicto sigue ahí  y por mucho tiempo estuvimos ciegos buscando la causa más cerca de lo que la teníamos , hablamos de nuestros conflictos más recientes del narcotráfico , las FARC, guerrillas ; subversivos  que han dañado el país , como la causa de todos nuestros problemas; pero no  ; no lo es , o no  de la forma en que lo habíamos creído , esa parte de la visión de William Ospina , es para mí un referente , el hecho de culpar al que todos señalan como culpable.

 Porque pensar en ellos como la causa primordial de los enfrentamientos.  No han sido personas , campesinos , obreros , clase media  , que no han visto otra salida que la rebelión , muchos de ellos fueron obligados  a abrirse paso frente a la negación y la discriminación ; personalmente considero  a aquellos que llamamos guerrillas como campesinos obligados a tomar las armas como defensa , buscando el paso a una nueva sociedad a una nueva realidad , claro que todavía  inconclusa. .

Nuestro gran cuestionamiento no está en buscar la causa  de los diferentes conflictos por separado cuando hay un gran  trasfondo que los une; siempre hemos sufrido la epidemia de una clase dirigente corrupta a la cual nunca le ha interesado reconocer a un país, ni ha habido interés por garantizar las libertades individuales, ni la igualdad ante la ley y mucho menos la posibilidad de que otras ideas se manifestaran en el campo político. La causa no solo radica en el surgimiento de diferentes grupos al margen de la ley, sino en la incapacidad por reconocernos como individuos, reconocer nuestros derechos y que todos hacemos parte de este país, de su construcción y su progreso.

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