LA EMPRESA
Enviado por RONI02 • 9 de Octubre de 2014 • 9.167 Palabras (37 Páginas) • 193 Visitas
LA EMPRESA
01- Concepto e Importancia y Aparición y Evolución de la Empresa
02- Elementos de las Empresas y Clasificación de la Empresa.
03- Los Factores Productivos. Y Las Empresas como Organización Sociales.
04- Características de las Empresas.
05- La Teoría de Sistemas y las Organizaciones.
06- El Ambiente en que opera las Organizaciones.
07- Misión, Visión y Organización.
08- Papel del Administrador.
CONCEPTO DE EMPRESA
Es una organización, institución o industria dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales para satisfacer las necesidades de bienes o servicios de los demandantes, a la par de asegurar la continuidad de la estructura productivo-comercial así como sus necesarias inversiones.
Por otro lado “Una empresa es un sistema, con su entorno, materializa una idea de forma planificada, dando satisfacción a demandas y deseos de clientes, a través de una actividad comercial". Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, objetivos, tácticas y políticas de actuación. Se necesita de una visión previa, y de una formulación y desarrollo estratégico de la empresa.
También se puede decir que la empresa "es una organización social por ser una asociación de personas para la explotación de un negocio y que tiene por fin un determinado objetivo, que puede ser el lucro o la atención de una necesidad social".
IMPORTANCIA DE LA EMPRESA
Desde los inicios de la humanidad que el Ser Humano comenzó a formar distintas Comunidades o Tribus mejorándose a sí mismo a la hora de obtener Recursos Naturales, demostrando que no solo los avances tecnológicos y logísticos permitían tener mayor éxito en esta tarea, sino también el Trabajo en Equipo, realizando posteriormente una mayor eficacia cuando se realizaba una División de Tareas y cada uno se dedicaba a una acción determinada dentro de una comunidad.
Con el auge de la Revolución Industrial es que se dio una mayor perfección a la Manufacturación y Elaboración, donde las distintas fábricas tenían una mayor capacidad de producción, y hasta podían mejorar notoriamente la calidad de los productos, transformándose posteriormente con el Capitalismo y su desarrollo en el concepto de Empresas multinacionales.
Estas compañías tenían una mejor división de la Obtención de Recursos dependiendo de las zonas de donde se obtienen las Materias Primas estableciendo distintas sedes, pero debemos pensar en ellas como la máxima expresión del mundo comercial, siendo también el término aplicable a las Empresas Medianas y Pequeñas, aquellas que son de índole familiar, con un alcance regional y teniendo también un buen nivel de producción.
Toda empresa tiene como finalidad principal tener una mejor Organización de los Recursos, para poder obtener un mayor beneficio tanto económico como productivo, teniendo distintos Sectores Empresariales que consisten en áreas destinadas a tareas específicas, donde los Obreros u Empleados Operarios son los que tienen el contacto con la materia prima o los clientes (dependiendo del sector de comercialización donde se aplique la empresa) mientras que por otro lado tenemos el Área Administrativa que es la encargada de controlar y gestionar las actividades.
La principal virtud que tiene una empresa es la satisfacción de necesidades básicas para cumplir una demanda de un tipo en particular de clientes, obteniéndose una Finalidad de Lucro muy superior a la que se podría obtener por cada uno de sus miembros en forma individual.
LA PARICIÓN DE LA EMPRESA
La aparición de la Empresa como otro factor de la producción obedece a la necesidad de coordinar los tres elementos, para ello se constituye en una organización económica con vida y patrimonio propio, independiente de los de su dueño.
Al principio de la historia, en épocas antiguas los bienes para satisfacer las necesidades humanas se producían en el seno de cada familia en régimen de autoconsumo. Todos sus miembros colaboraban en la fabricación de todo lo necesario para subsistir. La familia era una unidad de producción y de consumo autosuficiente. Dentro de cada grupo familiar, los individuos más capacitados para realizar una determinada tarea o actividad se fueron especializando paulatinamente en la obtención de un producto útil para los demás. Así apareció una primera división del trabajo. Poco a poco, el nivel de producción fue aumentando y se producía más de lo que se necesitaba para vivir en el seno familiar. En esta segunda fase, los excedentes obtenidos dentro de una familia se dedicaban al intercambio, en el contexto de una economía de trueque, para cubrir otras demandas no satisfechas. Los excedentes de bienes producidos se intercambiaban por los de otras unidades familiares. Las familias continuaron siendo simultáneamente unidades de producción y consumo, pero, poco a poco, fueron perdiendo este carácter. Esta situación forzó la aparición de la figura del comerciante, que compraba los bienes que sobraban a unas familias y los intercambiaba con los de otras familias. Esta triple relación hizo posible la aparición del mercado, que se desarrolló con la utilización generalizada de la moneda en las transacciones. El capitalismo comercial de los siglos XVI y XVII hizo posible un auge de la producción de mercancías y de la circulación entre América y los principales puertos del Mediterráneo y del norte de Europa. Así se formó un comercio mundial, aparecieron unas industrias urbanas artesanas y se aceleró la circulación monetaria con el crecimiento de los intercambios. En el siglo XVII se consolidan en Holanda, Inglaterra, Italia y Francia las primeras entidades bancarias modernas y se forman las primeras compañías por acciones dedicadas al comercio marítimo. En el plano de la producción, paulatinamente se pasó del sistema doméstico, del comerciante que iba en busca de la mano de obra que suministraban las economías domésticas, al comerciante-fabricante que acumulaba capitales y empleaba a artesanos que trabajaban en sus propios domicilios («sistema de encargados», putting-out o Veriagsystem), a los que proporcionaba las materias primas. Entre fines del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, fue pasándose del taller doméstico a la gran factoría, del trabajo a escala reducida al trabajo a gran escala, del uso de las Máquinas manuales a las mecánicas movidas por el vapor, de la utilización de pequeños capitales a su empleo masivo, una vez producida la necesaria acumulación previa. Con la Revolución industrial nació la nueva empresa capitalista, en el
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