La Competitividad Dentro De La Educación

Tema: La competitividad dentro de la educación

En nuestra actualidad la educación ha pasado de algo encaminado a la formación de personas para alcanzar la excelencia, a ser una simple lucha de carácter calificativo en la que todos buscan obtener la única regla que nos permite apreciar nuestros logros con un simple símbolo al que se lo denomina calificación, la competitividad ha venido siendo uno de los ejes de la educación.

La competitividad en la actualidad es un concepto con varios significados tomando en cuenta desde las perspectivas desde la que la veamos cómo nos muestra Pineiro, 1993 “La competitividad es un concepto que no tiene límites precisos y se define en relación con otros conceptos. La definición operativa de competitividad depende del punto de referencia del análisis -nación, sector, firma-, del tipo de producto analizado -bienes básicos, productos diferenciados, cadenas productivas, etapas de producción- y del objetivo de la indagación -corto o largo plazo, explotación de mercados, reconversión, etc”.

Este concepto es algo muy complejo ya que al hablar de competitividad es un sinónimo de competencia, y este es un término que viene de un sistema empresarial y no cognitivo, pero se la ha adaptado al sistema de la educación por lo que esta competencia va encaminada a especificar la calidad del desempeño educativo.

Algunos académicos, como Cheng (2003), han logrado diferenciar tres etapas en lo que parecen ser definiciones sucesivas y mayormente aceptadas en el último medio siglo; algunos piensan que la calidad de la educación se puede evaluar usando el resultado académico de los alumnos. Es decir, todos desde que hemos iniciado nuestros estudios desde el jardín hemos tenido un único criterio y ese es el de la noción de obtener buenas calificaciones, en otras palabras simbolismos que nos van definiendo el nivel de conocimiento que cada uno posee, en cuanto a lo que vamos aprendiendo día a día; esto se refiere a que un simple número defina mis conocimientos y las potencialidades que posea incluso a definir la calidad de persona que soy, evaluando así el éxito o fracaso de mí mismo.

Pues siempre nos han dicho que las “caritas felices”, los “sobresalientes”, los 10 o los 20 son la mejores calificaciones y es por esto que muchos de nosotros como estudiantes hacemos hasta lo imposible por conseguir esa nota sin tomar en cuenta el conocimiento que adquirimos de lo que hacemos ya que por las tecnologías actuales que poseemos y la facilidad con la que obtenemos información muchas de las veces solo copiamos y pegamos la información virtual y no siquiera nos detenemos revisar la investigación que estamos consiguiendo, es por esto que el nivel de calificaciones que hayamos tenido han llevado a dividir en grupos a los buenos de los malos “literalmente” que se encaminan a conseguir las mejores calificaciones compitiendo por ser el mejor o la mejor del curso generando así la lucha de todos contra todos.

El Diccionario de la Real Academia Española recoge el término competitividad como: “capacidad de competir; rivalidad para la consecución de un fin”

Esto es lo bueno de la competitividad demostrar el interés que ponemos en alcanzar nuestros objetivos y el empeño que necesitamos en el desarrollo de nuestras capacidades para adquirir el conocimiento que necesitamos, el intento por conseguir la mejor de las satisfacciones que tendría que ser el ser capaces de generar nuevos conocimientos para alcanzar la excelencia, pero sin embargo permanecen algunas discrepancias conceptuales y prácticas relevantes en la que muchos no logran ponerse de acuerdo como por ejemplo al ir educándonos lo que hacemos es intentar alcanzar algo cuantitativo y no cualitativo.

Se dice entonces que las calificaciones marcan nuestras capacidades intelectuales o los conocimientos adquiridos y es algo falso puesto que son pocos los que de todo lo que consiguen con sus notas logran retener los conocimientos que adquirieron y al momento de ya pasar por todos los niveles académicos en otras palabras la escuela, el colegio y la universidad, los que se esforzaron por conseguir esas calificaciones y por no retener esos conocimientos se les dificulta ponerlos en práctica a la hora de desempeñar los cargos en los que se encuentren desempeñándose como profesionales, mientras que los que si se preocuparon por retenerlos a ambos no tienen ninguna dificultad y vienen a ser ellos los creadores de generar nuevos conocimientos y llevarlos como

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