La Nausea

“La existencia: la nausea del ser humano”

El hombre siempre está tratando de averiguar cuál es su estancia en el mundo, pero muchas veces se encuentra cegado por una máscara que solo le permite ver apariencias y conformarse a ellas dentro de la sociedad, haciéndolo formar parte de una caterva que vive de una rutina y al estar dentro de esa monotonía y rodeado de esas apariencias, nace en él un sentimiento de repulsión, la náusea, que ocasiona una confusión sobre qué hacer o no hacer con su existencia.

En la obra “La Náusea”, del autor francés Jean-Paul Sartre se narra los escritos del diario de Antoine Roquentin, un simple historiador, una persona más en esa ciudad, sin embargo es una persona llena de dudas, donde cuestiona hasta el más mínimo detalle de todo lo que lo rodea, siente una reticencia a los conceptos de lo que se cree como realidad ya que los cree superficiales basados en lo que ven a simple vista y no ven por lo que verdaderamente son. Solamente con los conceptos no se puede llegar a explicar algo tan complejo como la existencia.

Cuando una persona lleva una vida monótona tiende a realizar sus actividades diarias de una manera casi programada y sin razonar, esto puede llegar a cansar a la persona viendo su vida como una rutina sin sentido, sin aventura. En el libro, el Autodidacta le responde a Roquentin “la aventura pude definirse así: un acontecimiento que sale de lo ordinario sin ser forzosamente extraordinario” (pag.65), pero para Roquentin eso no era suficiente, “en fin, me imagine que en ciertos momentos mi vida podía adquirir una cualidad rara y preciosa. No se necesitaban circunstancias extraordinarias yo pedía exactamente un poco de rigor. Mi vida actual nada tiene de muy brillante.”Llevar una vida insulsa como la que describe Roquentin puede ocasionar que se cuestione el porqué se sigue existiendo de esa manera.

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