La Universidad Necesaria En El Siglo XXI

La universidad necesaria en el siglo XXI

Pablo González Casanova

Educación, trabajo y democracia.

¿Cómo pensar en el problema del futuro de la educación y mas aun en la transformación del sistema educativo sin colocar el problema en la nueva época que parece haberse iniciado con la última revolución tecnocientífica y el triunfo mundial del neoliberalismo?

Para precisar la pregunta es necesario relacionar la educación y el trabajo. No se puede pensar en el futuro de la educación sin pensar en el futuro del trabajo.

El futuro de la educación y del trabajo va a depender de las caracteristicas de la posguerra fría en materia de conflictos económicos y sociales, políticos y militares, con un predominio cada vez más nítido de los conflictos centro-periferia. También depende de la evolución de los grandes bloques de poder y de sus luchas por la dominación y por la apropiación del excedente, por el dominio de los mercados y de los recursos naturales.

Es necesario así dar una respuesta creadora y mucho más amplia a la pregunta original sobre cómo transformar el sistema de educación en nuestros países y en el mundo. La respuesta para un proyecto de democracia universal e incluyente no podrá olvidar a los pueblos depauperados y excluidos, dominados y explotados, ni la vinculación de la política educativa en todos lo niveles, incluido el “superior”, con la suerte de las naciones y de la humanidad.

La transformación del sistema de educación para la nueva época implica otra cultura de lucha por la libertad y la equidad, tendrá que profundizar en el problema de las inequidades y en la disminución creciente de las relaciones inequitativas, el ideal es una sociedad furgal habrá de imponerse de frente a la actual sociedad de consumo excesivo y de pobreza extrema, habrá de incluir la cultura, la educación y la política del saber y el hacer para la preservación de la naturaleza y del medio ambiente, hoy gravemente amenazados por la sociedad del consumo y de exclusión que es reflejo de las estructuras del poder del mercado.la actual crisis del neoliberalismo no permite lograr cambios inmediatos de la política sociales y educativas.

Surge la necesidad de un planteamiento de la política de empleo y educación que sin regresar a las estructuras estatales del pasado populista o asistencialista, o del “socialismo realmente existente” proponga alternativas a un colonialismo, a un racismo y un fascismo que regresan al neoliberalismo.

Transformar el sistema educativo hoy, supone universalizar los conocimientos de la revolución informática y los de la revolución democrática, redistribuir los sistemas de decisión y producción del campo político, tecnológico, de bienes y servicios. La educación básica o general es tan importante como la especializada; la educación técnica o científica para la producción de bienes y la prestación de servicios es tan importante como la educación política y molar para la democracia.

Será esencial, el incremento de la inversión y el gasto publico que genere empleos para la producción de bienes y servicios de consumo popular tendrá que combinarse con la creación de una economía social y estatal que impulse un desarrollo popular autosostenido con expansión no inflacionaria. De ese desarrollo y de la fuerza sociopolítica que lo respalde dependerá la difusión de tecnologías para los desempleados por el capital y a las empresas privadas, así como la educación para ellos y sus hijos.

La necesidad de organizar y fortalecer la imaginación educativa apremiante para pensar y hacer el nuevo mundo de la educación perfectamente factibles de un proyecto educativo democrático se encuentran, la necesidad de educar en la cultura del pensar-hacer exige plantear el problema de la cultura general y la enseñanza especializada no sólo transmitiendo las nuevas ciencias y técnicas cognitivas, sino combinándolas con la esencia de la cultura humanística y científica de tipo clásico.

La educación del futuro inmediato tiene como tarea esencial la transformación-investigación-acción de la cultura democrática para la organización de las mayorías y para el control y uso político-funcional de las especialidades científicas y tecnológicas por el mayor número con la mayor destreza.

Plantear modelos de combinación de escuelas y sistemas abiertos de enseñanza y ambos con las más altas metas de exigencia intelectual, técnica y práctica. Hacer de los sistemas abiertos de enseñanza sistemas de excelencia es hoy el máximo deber pedagógico.

El desempleo castiga y castigará más a los ignorantes, y todavía más a los más ignorantes.

Establecer un sistema universal de enseñanza no constituye sólo un problema técnico. Es parte de una lucha por el conocimiento vinculada a la lucha por el empleo y a la lucha por la democracia no excluyente.

Tenemos que aprender a ver la enseñanza abierta como de vanguardia.

Hoy se plantea construir un mundo en que la sociedad de la información, de la reflexión y de la acción prevalezca en las organizaciones sociales y en el uso de las tecnologías. La enseñanza presencial combinada con la enseñanza electrónica, tienen que combinar el dialogo de pequeños grupos con los nuevos sistemas universitarios capaces de producir los medios necesarios para la preparación de especialistas con una cultura clásica y actualizada.

Educación para todos: algunos problemas prácticos y otros ideológicos.

La UNESCO organizo una conferencia sobre la “Educación para todos” y junto con la CEPAL, propuso una “distribución equitativa del conocimiento”

La equidad se define por el acceso a la educación con iguales oportunidades de ingreso, y por la distribución de las posibilidades de obtener una educación de calidad.

El proyecto de una educación de alta calidad para todos enfrenta grandes y variados intereses. También enfrenta creencias y prejuicios sólidamente consolidados, como los de los gremios y profesionales cerrados.

El proyecto de una educación para todos se enfrenta a una triple crisis, la económica, la hegemónica y la sistemática. En México, la alternativa a la triple crisis parece plantearse en la lucha por la democracia de los pueblos y no indios, de los pobladores urbanos y rurales, de los trabajadores muchas veces integrados a éstos, y de los ciudadanos con sus organizaciones en la sociedad civil y a la sociedad política.

El proyecto de educación para todos no solo se enfrenta a obstáculos económicos, hegemónicos y sistémicos. También se enfrenta a prejuicios muy difíciles de vencer, que se combinan con sólidas creencias y con intereses y temores personales o de grupo.

En condiciones optimas, el proyecto corresponde

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