La Vida Liquida
Enviado por jfem • 7 de Noviembre de 2014 • 1.036 Palabras (5 Páginas) • 291 Visitas
Vida líquida - Zygmunt Bauman
Hay conceptos que quedan íntimamente ligados a sus creadores. Tal es el caso de "modernidad líquida", que inequívocamente remite a Zygmunt Bauman. Nacido en Polonia, en 1925, Bauman fue profesor durante quince años en la Universidad de Varsovia y durante veinte en la Universidad de Leeds. "Descubierto" tardíamente por el público hispanohablante, en la actualidad se consiguen en librerías más de veinte títulos suyos traducidos en los últimos diez años.
En Vida líquida, su último trabajo, analiza desde la perspectiva de lo líquido diversos aspectos de la vida contemporánea.
Tapa de Vida LíquidaComo en textos anteriores, su escritura se ordena aquí a partir de un paralelismo entre dos modernidades. La primera modernidad fue aquella que hizo estallar las instituciones, los valores, los pensamientos premodernos. El ataque a la tradición, el culto de lo nuevo, el resquebrajamiento de la idea de autoridad permitieron a quienes vivieron ese proceso experimentar que "todo lo sólido se desvanece en el aire", según la expresión de Karl Marx, popularizada por Marshall Berman. Pero, según Bauman, la pretensión última de los impulsores de esa primera modernidad era poner en marcha un proceso de creación de instituciones, normas, valores que fueran más sólidos aún que sus antecedentes premodernos. En la actualidad seguimos siendo modernos, pero hemos perdido esa aspiración a la solidez. Hoy impera lo flexible, lo fluctuante. Es el tiempo de los fluidos. De ahí que para Bauman sea apropiado referirse a nuestra época como "modernidad líquida".
Mientras que la modernidad sólida es la época de la invención del individuo (que rompe el vínculo que unía al hombre premoderno con la comunidad), en la modernidad líquida el individuo se encuentra asediado desde distintos frentes. Por un lado, vive su individualidad como una obligación de ser absolutamente diferente a los otros pero, al mismo tiempo, todos los otros tienen la misma presión que él, de modo que su anhelo de diferencia vuelve a colocarlo en el lugar de la identidad. El afán por la singularidad está hoy profundamente ligado al mercado y su lógica consumista, por lo cual, sostiene Bauman, "la lucha por la singularidad se ha convertido actualmente en el principal motor tanto de la producción en masa como del consumo de masas". Ser un individuo cuesta mucho dinero. Por ello, no todos están en condiciones de pasar de ser un individuo de derecho a un individuo de hecho. El temor a no alcanzar el nivel económico que permita ejercer la libertad de consumir y el temor hacia aquellos que han quedado fuera de las posibilidades de esa libertad amenazan a quienes tienen hoy la pretensión de enarbolar su individualidad. Esto último tiene, además, consecuencias muy severas en cuanto a la vida ciudadana, ya que, afirma Bauman, "la tendencia a retirarse de los espacios públicos hacia islas de uniformidad se convierte, con el tiempo, en el mayor obstáculo a la convivencia con la diferencia". Es decir, cuanto mayor es el temor, y más grande la distancia que se impone a aquellos a los que se teme, menores son las probabilidades de que se logre comprenderlos, aceptarlos.
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