Lenguaje Juridico
Enviado por mony1324 • 12 de Julio de 2012 • 1.145 Palabras (5 Páginas) • 2.302 Visitas
“EL LENGUAJE JURIDICO”
Cesareo Rodriguez Aguilera
Este Autor considera que en todo oficio o profesión el lenguaje siempre será indispensable para lograr una buena comunicación y presencia hacia con el cliente; y en nuestro mundo del Derecho es aún más útil, ya que es nuestra herramienta principal, porque es más que sólo palabras, es lo que vamos a transmitir y de lo cual habrá mucho en juego.
Las Leyes fueron hechas con palabras, con palabras defenderemos, con palabras acusaremos, todo se basa en esa conjunción de letras llamadas Palabras.
Todo Abogado debe ser gramático, ya que el hablar y escribir una lengua es noción elemental de la gramática, así como el Juez o Tribunal, todo lo deciden mediante palabras. Cuyo objetivo se basa en lograr una buena:
• Redacción
• Expresión
• Comunicación
Lo anterior, siempre que se tenga el preciso conocimiento del significado de las palabras que empleamos, tanto convencionalmente como emotivo, ya sea ambiguo o vago, pero que evita que el jurista se contradiga, caiga en duda, o simplemente transmita otra idea totalmente distinta a la que pretendía lograr.
El Derecho tiene un lenguaje tradicional, y uno científico y evolutivo, porque las palabras que hoy empleamos por ejemplo, al llevar acabo alguna etapa procesal, si evoluciona el proceso, puede adquirir otro nombre nuevo, cayendo nosotros en desactualización. Por eso, así como las Leyes se derogan, las palabras también.
Incluso en innumerables ocasiones, un verdadero jurista emplea términos que no son de uso coloquial, y al escucharlos otra persona, no sabrá de qué está hablando, es por ellos que debe saber aún más de un término para expresar alguna situación; así como en los escritos para ofrecer pruebas.
Ese es un verdadero arte de abogado, porque no podemos repetir tantas veces seguidas deseemos un mismo término, sino, tener más de un a opción para dirigirnos hacia alguna cosa, por ejemplo: prueba, probanza, elemento de convicción; o dirigirnos a alguna autoridad, no siempre llamarle de una misma forma, tal vez Señoría, o de Usted, o Ucía. Entre más amplio sea nuestro vocabulario, más amplios y preparados seremos para ejercer el Derecho.
Nuestro deber es decir claramente el Derecho.
Las Leyes siempre son un escrito conforme al desarrollo social, aunque también las hay no escritas, como la costumbre; pero que aún así no dejarán de normar la conducta del hombre en sociedad.
El contenido de la Ley es la clave de su valor en el contenido, fundamente para definir tal o cual situación, pero su redacción tendrá efectos negativos o positivos, en ciertas condiciones puede ser a interpretación de quien lo lee, pero por ello, debe ser clara, precisa y entendible, y en casos resulta ser confusa, pero la ley se prevee, y por eso conocemos la Jurisprudencia.
Así como la Ley, se previene, cuando cree no ser clara en su lenguaje, así debemos ser también los abogados/juristas, tener más de un As sobre la manga para expresarnos y no ser sorprendidos por la parte contraria.
Siendo así, hacer uso de nuestra voz y palabras, e igualmente ser orador y escritor, porque el lenguaje no es sólo verbal, también escrito, lo cual a veces suele ser más complicado por las diversas maneras de interpretación, he ahí, el arte del lenguaje. Sin olvidar, ser elocuentes.
Ahora, no hablar una y otra y otra vez sobre el mismo círculo, sino sintetizar y ser concretos, para evitar excesos verbales. Cuando una persona gira y
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