Licenciatura Formacion cívica Y Etica
Enviado por luzMartinezConde • 24 de Noviembre de 2012 • 1.695 Palabras (7 Páginas) • 437 Visitas
EN TORNO A LA RELACIÓN ENTRE CURRICULUM Y DERECHOS
HUMANOS. UNA PRIMERA REFLEXIÓN1
Abraham Magendzo2
Diciembre 1987
La relación entre currículum y Derechos Humanos requiere ser analizada
desde diferentes perspectivas y enfoques, dado que en ambos se juegan
importantes concepciones ideológicas. Nos proponemos hacer una reflexión en
torno a esta relación, con el fin de contribuir a su aclaración y profundización y,
por sobre todo, con el propósito de abrir la temática al diálogo y ala
confrontación de ideas entre los profesores. Cierto es que no pretendemos ser
exhaustivos, pero sí analíticos y cuestionadotes. Intentaremos develar los
subyacentes conceptuales que se manejan al abordar la relación entre
Derechos Humanos y currículum. Nos remitiremos a dos aspectos centrales de
la problemática curricular, la selección y la organización del “contenido” de los
Derechos Humanos en el currículum. Dejamos para un trabajo posterior el
análisis del proceso de transmisión y de evaluación de los Derechos Humanos
en la escuela.
1 Este trabajo fue preparado en el contexto del Proyecto de Derechos Humanos y Educación
formal que el Consejo de Educación de adultos par América Latina (CEAAL) y el Programa
Interdiscipinario de Investigaciones en Educación (PIIE) desarrollaron durante 1987-1988 bajo
los auspicios financieros de la Fundación Ford.
2 Este trabajo fue analizado y comentado por el Taller de Derechos Humanos y Educación
Formal y por el Profesor Patricio Donoso del Canelo de Nos a los cuales agradezco sus
aportes.
Magendzo, K. Abraham: En Torno a la
Relación entre curriculum y Derechos
Humanos. Una Primera Reflexión en
Currículo, Escuela y Derechos Humanos,
PIIE, Santiago de Chile, 1989. Pp. 19-42.
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1. Carácter universal de la temática de los Derechos Humanos.
Desde ya debemos acotar que el sólo hecho que los Derechos Humanos
trascienden el plano nacional, y no quedan circunscritos sólo a la
responsabilidad interna de cada país, sino que da cabida a una preocupación y
una obligación universal, le confiere a éstos una connotación muy especial en
el currículum. En materia de Derechos Humanos hay que responder frente a
otros; no es algo que está reducido al dominio de lo privado, sino que es del
dominio de lo público. Esto significa que los Derechos Humanos no pueden ser
un contenido y un quehacer curricular deliberativo, en cuanto si debe o no
incorporarse al currículum. El carácter universal e imperativo de la temática de
los Derechos Humanos exige que ésta sea un contenido y un quehacer que la
educación no puede eludir. ¿A alguien se le ocurriría, por ejemplo, que el saber
leer y escribir que aparece hoy como una necesidad universal de la educación
pudiera quedar fuera del currículum escolar? Pareciera que la escuela está
llamada a esto; de la misma manera debiera estar frente a los Derechos
Humanos. En consecuencia al currículum difícilmente se le puede plantear la
alternativa, como podría suceder con otros contenidos culturales, si debe incluir
o nó la temática de los Derechos Humanos.
2. Derechos Humanos, Democracia y Currículo
Por lo general cuando se liga el currículo con los Derechos Humanos se lo
hace mediatizado por el concepto de democracia. Se enfatiza que “la piedra
angular sobre las cuales está construida la democracia es el respeto a los
Derechos Humanos”. Por otro lado, al referirse a la educación chilena se
señala que dado que para nosotros vivir en democracia era en el pasado, un
“hábitat natural”, “no nos preocupamos de cuidarla, tampoco de actualizarla: no
educamos para ello, no enseñamos la trascendencia de su significado”.
La convergencia entre la democracia y los Derechos Humanos parece
incuestionable. Podríamos pensar que la exigencia del respeto a los Derechos
Humanos debiera trascender toda estructura socio-política. Sin embargo, no
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siempre es así. Por esto las posibilidades de ser exitosos con esta demanda en
el sistema democrático son indiscutiblemente mayores.
Lo que es controvertido es pensar que cuando la democracia se da como
sistema de vida uno pueda olvidar educar para los Derechos Humanos. Cierto
es que en el pasado no educamos intencionalmente para los Derechos
Humanos, pero esto no se debió, como señalan algunos, a que “estábamos
acostumbrados a vivir en democracia, la considerábamos como el aire que
respirábamos como el sol, la cordillera y el Océano Pacífico”. Dicho sea entre
paréntesis, siempre hemos educado en torno al aire, al sol, a la cordillera y al
Océano Pacífico, a pesar de ser nuestro. El problema radicó en no comprender
que aún en Democracia debemos educar para los Derechos Humanos e
introducir esta temática al currículum. La democracia es condición más que
propicia para educar sobre los Derechos Humanos. Esto puede ser una
advertencia para el futuro cuando se recupere la democracia. Habrá que evitar,
según nuestro parecer, caer en la suposición ingenua de pensar, que
existencia de la democracia bastará para que los Derechos Humanos se
resguarden. Por el contrario, habrá más que nunca que desarrollar planes,
programas, textos de estudios en los que los Derechos Humanos ganen un
tiempo y un espacio en el currículum. No debemos olvidar que la educación por
definición está llamada a formar para la democracia, no hacerlo es
desnaturalizar su carácter.
3. Cotidianeidad de la escuela y los Derechos Humanos.
Martín Miranda,3 hace hincapié en forma reiterativa que la incorporación de
contenidos referidos a los Derechos humanos en la escuela, es una condición
necesaria pero no suficiente para asegurar el cumplimiento del objetivo de
responsabilizar a la educación de formar “agentes activadores de los derechos
de las personas”. En forma textual señala:
3 Martín Miranda, La Escuela y el Desafío de los Derechos Humanos, mimeo 1986.
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“De nada serviría realizar un afinado análisis del autoritarismo, en un
marco de relaciones y metodologías autoritarias o trabajar
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