Literatura Rоmana
Enviado por moizien_rente • 3 de Julio de 2011 • 4.022 Palabras (17 Páginas) • 1.109 Visitas
INTRODUCCION
La literatura romana en latín abraza dos partes muy marcadas que son la literatura indígena y la imitada. La literatura romana es fundamentalmente literatura latina, aunque también incluye algunos autores romanos que escribieron en griego. Sin embargo Roma en el primer periodo no ofrece más que obras incompletas, No había en Roma un espíritu literario cuando cayó Tarento en manos de los romanos y con los despojos de esta ciudad entró en Roma un prisionero llamado Andrónico que correspondió al cónsul Livio Salinator y se principió la gloriosa serie de esclavos eruditos que pagaron por los dones de su espíritu el rescate de su libertad, oponiendo a la nobleza de la sangre y de la fuerza a aquella otra nobleza del talento y gusto intelectual.
LA LITERATURA ROMANA
La literatura romana en latín abraza dos partes muy marcadas que son la literatura indígena y la imitada.
La literatura romana indígena ha dejado muy pocos vestigios y sólo nos ofrece fragmentos, que proceden del origen de Roma y ensayos de arcaísmos que proceden fundamentalmente de tiempos de la República, de los emperadores y principalmente de los Antoninos.
La literatura romana imitada ha producido composiciones en que la inspiración individual se junta a la imitación más feliz, obras numerosas y elegidas que nos han llegado enteras. A veces se ha solido confundir las obras de origen italiano, producciones más toscas del genio agrícola o religioso de los primitivos romanos (que ofrecen un carácter más original), con las copias latinas de las obras maestras de Grecia, que ofrecen un encanto, una elegancia y una suavidad correspondientes a una civilización culta y refinada
HISTORIA DEL ORIGEN DE LA LITERATURA EN ROMA
. Desde el origen de Roma hasta Livio Andrónico
Este primer periodo no ofrece más que obras incompletas. En su origen este pueblo agricultor y jurista, religioso y práctico, no tiene nada del instinto poético de las poblaciones nacientes, su jactancia resplandece en canciones y farsas desordenadas; además solo se caracteriza en lo siguiente:
• Su religión muestra ceremonias supersticiosas.
• Su afición hacia la agricultura se complace en los preceptos, en áridas prescripciones en que las pretensiones del interés personal hacen las veces de poesía.
• Su genio jurista da el ser a leyes sabias y a célebres jurisconsultos.
El primer canto tradicional de la literatura latina se debe a la institución de los arvales, corporación religiosa encargada de presidir la agricultura formada por doce sacerdotes cuya fundación se atribuye Rómulo.
Estos sacerdotes al llegar la primavera recorrían todos los campos para obtener de los dioses una cosecha importante, se reunían en círculo, entonaban una plegaria que constaba de cinco frases distintas,
Algunos estudiosos opinan que estaban escritos en forma métrica los versos de estos cánticos y en versos saturnios de desigual medida sin otro signo prosódico que el yambo y del troqueo.
En cuanto al origen del gusto escénico de los romanos está en lo siguiente:
• Ciertas invectivas satíricas, dirigidas por los soldados a los triunfadores.
• Ciertas fiestas campestres celebradas en las cercanías de las ciudades, daban también lugar a una embriaguez y danzas en el que se mezclaban cantos denominados fesceninos y diálogos que tenían cierta apariencia dramática..
• La introducción en Roma en el año 391 de bailarines y actores etruscos en el momento que el pueblo consternado procuraba conjurar con ceremonias
Tal fue el verdadero origen del teatro indígena en Roma de aquellas escenas exentas de arte, teatro tan diverso del drama imitado de los griegos que cautivó luego al público.
Colección de leyes reales titulado Derecho papiriano, que tomó nombre de un tal Papirio, el cual, bajo el reinado de Tarquino el Soberbio, había compilado sus diversas partes.
Se hallan en los fragmentos de estas leyes y constituciones reales varias prescripciones que emanan de Rómulo, de Tacio, de Numa, de Servio Tulio y que descubren hábitos supersticiosos o la experiencia de la vida práctica. Como ejemplos de lo dicho se puede citar lo siguiente:
• Las libaciones de leche practicadas y prevenidas por Rómulo.
• La prohibición hecha por Numa de hacer los últimos honores al hombre que fuese muerto por un rayo.
• Las maldiciones de Dios lanzadas por este rey sobre la cabeza del que violentase las lindes de un campo.
Hacia los años 302 y 304 de Roma, después de haber enviado a Grecia diputados encargados de tomar una copia de las Leyes de Atenas y otras ciudades, publicaron los decemviros la Ley de las Doce Tablas que en el año 306 esculpidas en bronce fueron
En esta época primitiva de la literatura latina o romana también tuvo su principio la historia como ciencia social con las siguientes obras:
• La primera obra conocida histórica fue los Annales pontificum, redactado por el gran pontífice, auxiliado por cuatro colegas. Cicerón nos dice lo siguiente de esta obra: «Recogía todos los acontecimientos de cada año, y los escribía en una tabla blanqueada, que mostraba en su casa a fin de que el pueblo pudiese consultarlos».
• Otros libros fueron los libri magistratuum, los libri lintet y los censorum commentarii, que eran registros llevados por los depositarios de los poderes públicos; el mismo Tito Livio debía de haberlos conocido y haber recurrido a ellos. Estos libro no fueron ninguna gran recopilación prolija de los sucesos históricos sino que se trataba de algunas breves notas, una lacónica mención de los hechos extraordinarios, etc.
• Otros vestigios históricos fueron las inscripciones de las columnas de Duilio, erigida en conmemoración de la victoria naval obtenida por Roma en el 494 contra los cartagineses por el cónsul romano Duilio y dos epitafios de los sepulcros de los Escipiones.
Desde Livio Andrónico hasta la muerte de Sila
El arte griego apareció en Roma haciendo casi desaparecer ―bajo adornos nuevos― las obras de inspiración local.
No había en Roma un espíritu literario cuando cayó Tarento en manos de los romanos y con los despojos de esta ciudad entró en Roma un prisionero llamado Andrónico que correspondió al cónsul Livio Salinator y se principió la gloriosa serie de esclavos eruditos que pagaron por los dones de su espíritu el rescate de su libertad,
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