Mañana O Pasado

CAPITULO I:

Los mexicanos rechazan los rascacielos y son malos para el fútbol

La frase del capítulo 1 describe perfectamente el contenido de este capítulo, dedicado al

Individualismo mexicano, una actitud presente en la mayoría de los mexicanos, querer sobresalir individualmente y no en equipo. Recuerdo que en la primaria trabajábamos en base a un sistema de educación individualista, una lucha constante en ser el mejor de la clase, desde ahí, el niño generaba ideas de individualidad, ahora trabajamos en competencias que genera la integración con los demás.

Ejemplo actual de este individualismo o como yo lo interpreto “egoísmo” es sobre los deportes. Un dato que comprueba esto es que los mexicanos han alcanzado éxitos en los deportes individuales, como la golfista Lorena Ochoa. En deportes grupales somos desunidos, egoístas, tal es el caso del futbol mexicano que a comparación de oros países, el de nosotros es pésimo, debido a que no existe un integridad entre los miembros. Al contrario el futbol europeo sobresale más debido a que hay mayor interacción, mas jugadas grupales y no individuales. Un dato curioso que rescato del autor es sobre que este individualismo nacional tiene raíz desde la llegada de Hernán Cortes, donde la Malinche ayuda a Cortes, prefiere salvarse ella, y defraudar a su pueblo azteca. Este ejemplo se observa frecuentemente en la sociedad mexicana.

En nuestro país, pocas veces llegamos a un mismo acuerdo todos, siempre existe controversias, no existe una organización efectiva y sana, no sabemos escuchar al prójimo, nosotros como mexicanos buscamos tener siempre la razón. Por estas razones, no crecemos, no tenemos una cultura fundamentada en una organización, donde busquemos un bien común. En México existe pobreza debida a una mala distribución de las riquezas, sola unos cuantos gozan de buen salario, los demás que busquen la forma de sobrevivir.

La frase de “los mexicanos rechazan los rascacielos” se debe a que el mexicano busca extenderse horizontalmente que verticalmente, es decir nos preocupamos por tener más extensión de tierra, que construir verticalmente sobre una misma, preferimos decir mis propiedades, mis extensiones de tierra, derrochamos el dinero a lo tonto.

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