Palabras Mayores
Enviado por silvia • 26 de Octubre de 2011 • 2.497 Palabras (10 Páginas) • 1.084 Visitas
PALABRAS MAYORES
Introducción: Palabras mayores es un libro que retrata la vida política vista desde la perspectiva de un hombre (Víctor Ávila Puig) que, si bien se encuentra dentro de ella; no permanece de lleno en esta y por consecuencia le dan la oportunidad de llegar a ser Presidente de la Republica, para el empieza un juego por ser el verdadero Presidente.
Víctor Ávila Puig, es un Ministro de Comunicaciones, nombrado posible candidato del partido por el miso presidente Aurelio Gómez-Anda, junto con otros nombres de influyentes de la política nacional: Alfonso Videgaray, compañero de ascenso en el escalafón burocrático, Hermenegildo Labrador: Ministro de Finanzas, Andromático Batís, soberbio, se la pasaba haciendo obras para halagar a los gobernadores, que para servir al país, François Mollet-López, habla francés y sabe lucir camisas de colores “no basta para llegar a ala presidencia”, Avellaneda Jáuregui: inepto y de poco ánimo, Anselmo Espinosa Carrillo que se haya permitido lucir en los foros internacionales, y adornarse la pechera del frac con dos kilos de condecoraciones no significa que también tenga capacidad de destacar en la política nacional, y en ella el Canciller es menos que un cero a la izquierda…, Marco Tulio Cimarosa, prefiere seguir en el Ministerio del interior indefinidamente, como elemento indispensable y eficaz, que intentar la aventura de la presidencia. Cancélalo pero no lo olvides. Lo que dijo Ávila Puig a su amigo que atentamente escuchaba Horacio Allende, Marat Zabala el único verdaderamente peligroso, su gran favorito del Presidente. Su protegido, el que aventaja a todos. Seguía pensando y hablando Ávila Puig, mientras por dentro sucedía algo con el, no podía pensar que Marat fuese el candidato, pues es sobrino del Presidente. Sin embargo, Horacio Allende le hizo recordar del porque el Presidente habría pensado en el y no en los demás que lo hacia diferente de ellos. Le gustaba escuchar de Horacio “pendejo” porque le fortalecía el ánimo, que así le hablara, que en apariencia lo menos preciara al considerar que ni para espantapájaros le serviría, si tal fuese su intención, al Prescíndete. En todo caso, quisieran saber mas de el, sobre si mismo.
De aquí el Doctor Ávila sigue soñando y encarrerado por conseguir ser el elegido. Obviamente todos los demás de la lista quieren lo mismo.
El recién nombrado precandidato sabe que tiene mucho por delante. El Presidente Gómez-Anda le acaba de decir lo que suena. Y lo que suena, es que el tiene la capacidad de ser Presidente de la Republica.
Cuatro años bastan para que un Presidente formarse un juicio de la calidad de sus hombres de esos mismo a quienes les concede su importancia… de su amistad o desconfianza y si estos pudieran llegar a ser algo mas.
Hacia final de su administración, casi un año antes del Día el Presidente empieza a consultar opiniones: no por la importancia sino porque desea comparar el juicio con los que los consultados pudieran tener sobre estos, o los que pudieran resultar favorecidos. Para las insuficiencias del Presidente una de ellas es la siguiente:
Quien ha de describir, a Ávila Puig debería conocerlo (como los que estudian política y los mecanismo a que se obedecen sus hombres), si es de confianza o no. Proceso que no ha de esperar por mucho tiempo.
Sobra decir, que es un colaborador del Presidente (saliente), considerando que el nuevo, sucesor deberá cubrir los gastos, excesos, etc., que se hayan producido, es por este, lo cual deberá ser elegido con delicada discreción.
Otro seria la necesidad que tiene el Presidente de cuidar que perduré un equilibrio de fuerzas, un balance político y aun ideológico, entre los grupos que concurren, con sus hombres, sus recursos, sus métodos, tradiciones y alianzas, a batallar en ese campo de guerra en política electoral. No deber ser parcial, debe cuidar de ser liberal, porque los grupos de conservadores, espantadizos de costumbre, le regatearan colaboración…. Festejar a la burguesía en tiempos de sacrificio para los pobres los enojaría a estos… ha de haber nacionalista, pero no ultranza. Imparcial una vez mas, en asuntos religiosos, etc.
El presidente de nuestro país viene a ser, quisiera que no un cirquero que ha de darle gusto a todos al mismo tiempo para no ganarse la enemiga de nadie… y un día haya que pensar en darle la estafeta…
A lo que temía Ávila Puig era el ejercito creía que podía ocurrir un golpe de estado, pues varios de ellos se encontraban ya en política, o como civiles trabajando en departamentos gubernamentales. Sin embargo había de por medio varios intereses de sindicatos, ministros, diputados y se preguntaba ¿que hacer?, ¿que decir ante ellos?, pues no era como Gómez-Anda. Un adulador que sabia como comportarse ante todos, ser imparcial ante los hechos y palabras que a los presentes les gustara escuchar. Para entonces Horacio Allende se había ya percatado de Ávila bebía con mas frecuencia, sin embargo esperaría un momento para decírselo.
Sin embargo en esta etapa Ávila Puig esta mas preocupado por “sumar todas las voluntades que le sena favorables, sobre todos las que quienes no son amigos o incondicionales, cuentas, pesan, importan….pues ya habrá tiempo para poder tirar a la basura los desperdicios.
Horacio Allende amigo incondicional (ahora miembro de trabajo) de Ávila Puig, va a citas para tratar de convencer a diferentes líderes de las dos facciones en que se había dividido el poderoso Consejo Nacional Campesino: Isaías Vargas, de la conservadora, y de Cosme Sanjuán, de la radical. Habían dicho a la prensa del medio día que no le gustaba los personajes de la lista. “Todos tienen demasiados compromisos con los enemigos de la Revolución”.
En este contexto Horacio Allende se proponía demostrarles que el Ministro de Industrias y Desarrollo era el único que no por ser ahijado de banqueros, terratenientes caciques y políticos, podría cumplir, desde la Presidencia de la Republica, los viejos anhelos. Y por tal motivo recurría a ellos para poder alcanzarla.
Un espíritu de confianza cada vez mas se hacia presente, si escucharan sus conversaciones, sabrán quien era su amante y sobre todo la hija que no es de su esposa (sino de la amante del el). No tenía el suficiente tiempo para poder ver a su madre enferma, ahora tenía otras preocupaciones, pero no olvidaba aun el espíritu humano que poseía, si alguno o alguien pudieran hacerle algo a su esposa aunque esto termine con su carrera rumbo a la Presidencia.
Víctor Ávila Puig estaba desesperado, ya no podía frecuentar los lugares de costumbre se sentía manipulado,
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