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Pensamiento Matematico En Preescolar


Enviado por   •  5 de Marzo de 2012  •  1.449 Palabras (6 Páginas)  •  2.026 Visitas

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ANEXO 1

Por qué es interesante

la resolución infantil

de problemas*

S. Thornton

Simon y James (ambos de ocho años de edad) están jugando en el patio. Simulan haber naufragado

y estar atareados construyendo un refugio con diversos objetos que han encontrado

tirados por ahí: estacas de tomatera y trozos de cuerda para tender ropa, sábanas viejas, ramas

de helecho para techumbre y el embalaje de cartón de un nuevo refrigerador. Este tipo de juego

es típico en la infancia. Absorbe a los niños en una concentración total, creando una intensa

excitación y tanto entusiasmo que puede ser difícil persuadirles de que lo abandonen para

comer o irse a la cama. Y, sin embargo, el principal ingrediente en este juego –como en muchísimos

otros– es la resolución de problemas: averiguar dónde comenzar, juzgar qué cosas de

las disponibles se deben utilizar, planear el siguiente paso, luchar con las dificultades de unir los

elementos, y estudiar qué estaba mal si el refugio se derrumba. Juegos como éste hacen absolutamente

patente que los niños pueden divertirse de verdad resolviendo problemas.

El hecho de que disfruten resolviendo problemas es un tanto sorprendente. Por definición,

“resolución de problemas” es lo que se hace cuando se tiene una meta y no se sabe cómo

alcanzarla, de manera que podríamos haber esperado que fuera una experiencia bastante

frustrante y negativa. Averiguar cómo resolver un problema nuevo también es una tarea intelectual

estimulante, que empuja a los niños a valorar sus propios esfuerzos, a descubrir nuevos

Aunque este texto es sólo la presentación general de los capítulos que

integran el libro escrito por la autora, se destacan de manera sintética

ideas fundamentales que merecen análisis y reflexión para comprender

mejor qué significa y qué implica la resolución de problemas para los

niños pequeños.

* En La resolución infantil de problemas, Madrid, Morata (El desarrollo en el niño, 22) 1998, pp. 11-16.

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conceptos y a inventar estrategias nuevas. Estamos acostumbrados a pensar en ello como un

trabajo, como algo monótono y aburrido, en lugar de divertido. Pero los niños disfrutan resolviendo

problemas incluso en la cuna (¿cómo se consigue hacer vibrar un sonajero?), lo que

muestra lo fundamental que es el proceso de resolver problemas para nuestra naturaleza

humana, y para la infancia.

Sin embargo, resolver problemas es un trabajo difícil, especialmente para los más pequeños.

Cuanto menor es el niño, menor es el conjunto de problemas que tiene posibilidad de

resolver, y mayor el esfuerzo implicado. Los bebés muy pequeños pueden pasar horas intentando

meterse el pulgar en la boca (clavándoselo en la frente y la nariz cuando calculan mal),

aunque esta tarea ya no es un problema para el niño de seis meses. El intento de poner en

equilibrio tres bloques uno encima del otro puede confundir –y divertir– a un niño de un año,

pero es trivial para un hermano mayor. Los niños en edad preescolar pueden resolver con

facilidad muchos problemas completamente fuera del alcance del pequeño de un año, pero

sus esfuerzos son inútiles ante un conjunto de problemas, como atarse los cordones de los

zapatos, hacer cálculos aritméticos básicos, jugar al ajedrez, planear una salida de compras,

etcétera, que son fáciles para el niño de siete o 10 años. Los niños de 10 años pueden impresionarnos

con la diversidad de problemas que son capaces de abordar; desde arreglar juguetes

complejos hasta dominar conceptos difíciles en la escuela o interpretar sutiles claves sociales.

Pero su resolución de problemas es inmadura todavía incluso a esta edad: por ejemplo,

pocos adultos, al no tener una embarcación para remar en un estanque, se echarían al agua

en una caja de cartón, aunque estas ocurrencias no constituyen una sorpresa para los padres

de un niño de 10 años.

El indiscutible incremento evolutivo en la capacidad para resolver problemas es un enigma.

¿Procede de cambios básicos en las destrezas mentales –en la capacidad misma para razonar–

a medida que el niño se hace mayor? Si es así, ¿cómo cambian exactamente estas

destrezas? ¿O es más una cuestión de práctica, de aprender a aplicar acertadamente destrezas

en nuevos contextos? ¿Qué hacen los niños cuando intentan resolver problemas y cómo

mejoran en su resolución?

El proceso de resolver problemas

Este libro no aborda cómo mejorar la resolución de problemas de un niño, más bien, trata

sobre el proceso de resolver problemas y la manera en que este proceso se desarrolla durante

la niñez.

¿Cómo podemos explorar las motivaciones y los procesos mentales que los niños aportan

a la resolución de problemas? ¿Cómo podemos descubrir, por ejemplo, qué fue lo que llevó a

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James a la decisión de techar su refugio con

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