Pildoras Azules

BREVE RESEÑA DEL AUTOR: FREDERIK PEETERS

Es un historietista, guionista y dibujante suizo nacido en Ginebra el 14 de agosto de 1974. Se graduó en Comunicación Visual en la ESAA de Ginebra y, al culminar la carrera, empezó a trabajar como ilustrador y cartelista en la prensa helvética.

Con el paso de los años y gracias a sus obras, se ha convertido en uno de los creadores más representativos del cómic europeo. En 1997 ganó el Premio Nuevos Talentos de Sierre gracias a la presentación de sus primeros relatos cortos. Y fue ahí el punto de inicio para las colaboraciones que realizó con distintas revistas como Lapin, Spirou, etc.

En el 2001 recibió el Premio Töffer de la Villa de Ginebra por su novela gráfica más representativa: Píldoras Azules. Luego de haber sido galardonado, continuó realizando más obras, donde se encuentran los cuatro tomos de Lupus, ahora recopilados en volumen integral, cuyo primer libro fue publicado originalmente en el 2004.

BREVE RESEÑA DE LA NOVELA GRÁFICA: PÍLDORAS AZULES

En Píldoras azules, novela autobiográfica, Frederik plasma parte de su relación con Cati y su hijo de cuatro años: ambos seropositivos. En esta novela gráfica se detalla cómo fue todo el proceso desde que se enamora de Cati hasta el momento de enterarse de que es portadora y cómo muestra su visión respecto al amor. Esta historia busca normalizar este hecho (el VIH como tal) contándolo de la manera más sincera y real posible. Asimismo, afronta de manera natural temas como el cariño, la ternura y la paternidad, sin dejar de lado los miedos y momentos de angustia propios de la situación.

Se conocieron en la fiesta de Alex. Cati asistió en condición de vecina y fue ahí donde fluyó una amistad que más adelante se convirtió en una relación. Luego de haber estado saliendo un tiempo, Cati le cuenta que era portadora del virus y, caso contrario a lo que podrían pensar, Frederik reaccionó bien. Con el paso del tiempo y conforme la relación avanzaba, Frederik empezó a compartir más tiempo con el hijo de Cati, al cual le agarro cariño, hasta tal punto de, ciertas veces, tomar el rol de padre frente a ellos, pero finalmente llegó a la conclusión de que ese lugar podría pertenecerle. Y, es que Fred estuvo presente durante las terapias triples que debía recibir el niño para poder continuar con su vida con total normalidad.

Fred y Cati pasan por primera vez un momento de angustia cuando, en su tercer encuentro, se rompe el condón. A pesar del miedo profundo que sintió Fred, supo cómo controlarlo y demostrarle que estaba tranquilo para que no se sienta presionada por la posibilidad de haberlo contagiado. Luego de descartar tal posibilidad, Fred finalmente llega a un momento de claridad.  Es decir, se da cuenta que pueden tener una vida tal como la tienen quienes no portan el virus, sin compadecerse de la enfermedad.

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