Psicologia de lo Colectivo

Reflexión Unidad 1

Encontramos que la necesidad del entendimiento de una psicología social y colectiva en el siglo XIX nos llevaba a las incógnitas que los profesionales tenían que enfrentarse a partir de las bases científicas que se contaban al momento y, aun más fuerte, las ideas vanguardistas para entender una ciencia que iba en contra de todos los métodos que existían hasta el momento. Así fue como un par de mentes a partir de un gran número de reflexiones psicocolectivas trataban de encontrar soluciones a los sucesos que se presentaban en esa época, buscando la explicación en la política y en lo social retando a los límites de una psicología social que, si bien, ya se encontraba dentro de las conciencias no podía dejar de lado el hecho de que la psicología colectiva ya se encontraba en las mentes de esa época.

Así fue como pasaron los años y las teorías de los padres fundadores de esta ciencia las cuales pasaron por varias etapas como fueron: la psicología histórica, de las multitudes y otras versiones, que serían poco interesantes como constructos teóricos y como ciencias. Hasta este punto nos encontramos con autores con sed de crear una nueva rama en las ciencias sociales y otros tantos solo querían mostrar que todo aquello que no se puede medir con el método científico también actúa de alguna manera sobre las masas teniendo que darle la importancia necesaria a esas brechas sociales.

El nombre con el que empezó la psicología social fue el de “psicología colectiva”; luego se abandonó, pero, junto con él, se abandonó también un concepto, aquél que consideraba a la sociedad como una entidad psíquica y que intentaba estudiar el pensamiento de la sociedad. La intención del presente escrito es averiguar qué significaba y qué puede significar el nombre de la psicología colectiva. Aquí no se tocará el tema de las masas o multitudes, un poco extrañamente, ya que la psicología colectiva va asociada siempre a la psicología de las masas, que por entonces, a finales del siglo XIX y principios del XX, aparecía en libritos de divulgación y se convirtió en tema de “conversación mundana”, como le decían. Por lo que sea, la psicología de las masas no se inserta dentro de la lógica de fondo de la psicología colectiva, que más bien se había movido siempre en otro circuito, más académico y menos mundano, más escondido y menos espectacular.

Un análisis más personal acerca de la memoria colectiva y de cómo esta ciencia se desarrolla de manera casi destellante dentro del constructo social, me lleva a la memoria mexicana de los aspectos que más han marcado las generaciones pasadas, incluso actuales, como por ejemplo, el antes y después de la matanza del 68, el antes y después de la aparición del EZNL, incluso momentos tan triviales como el antes y después del campeonato mundial sub 17 de México contra Brasil, donde, sin duda alguna, la memoria colectiva de mexicano cambió, para bien o para mal, la idea de la derrota y victoria colectiva en esa etapa del tiempo. Más actual, no podemos dejar pasar la idea de la memoria colectiva que se desarrolla en un antes y después de Ayotzinapa, siendo este un capítulo de interés primordial puesto que nos encontramos en un punto en donde la historia podría cambiar en base a la ideología correcta de la aplicación de la ley o seguir bajo el régimen de conformismo que ha desarrollado la sociedad mexicana desde su conquista.
 

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