Reconocimiento

La palabra reconocimiento deriva del vocablo latino recognoscere cuyo significado es reconocer, recordar, revisar, examinar e inspeccionar. Este a su vez, está formado por el prefijo re- (repetición) y por el verbo latino cognoscere (conocer, saber, enterarse). Por esto puede considerarse que el concepto implícito en este vocablo del español es la acción de volver a conocer o saber de algo.

Definición de reconocimiento

La Real Academia Española da como su primera definición “acción y efecto de reconocer o reconocerse”. Entendiendo por reconocer “examinar con cuidado algo o alguien para enterarse de su identidad, naturaleza, o circunstancias”; así como “examinar de cerca un campamento, fortificación o posición militar del enemigo”; “dicho de una persona: admitir y manifestar que es cierto lo que otra dice o que está de acuerdo con ello”, también “considerar, advertir o contemplar”; “confesarse culpable de un error, falta”, “acatar como legítima la autoridad o superioridad de alguien o cualquier otra de sus cualidades”, entre muchas otras acepciones. La segunda definición de este sustantivo es “gratitud: sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”. También se utiliza en el ámbito del derecho como la acción solemne mediante la cual alguien concede a otra persona la relación de parentesco. En tanto, en el ámbito policial o de la justicia se lo utiliza para referirse a una investigación o rastreo de posibles delincuentes.

El reconocimiento es una capacidad humana que nace de su estructura psico-física. El hombre es un animal de realidades, que se caracteriza por ser independiente del medio y ejercer un control específico sobre él. En virtud de esta capacitación, el hombre se caracteriza por enfrentarse a las realidades como tales, y no como meros estímulos, como es el caso del resto de los vivientes. El hombre es una sustantividad que, libre de los instintos, se enfrenta a las cosas, a los otros y a sí mismo, como realidades ante las que debe responder haciendo su vida, desarrollando su personalidad. El hombre no nace predeterminado; su estructura psicoorgánica es inconclusa, y ello quiere decir que es el hombre con su vida quien, instalándose en la realidad, se halla en un campo de posibles mane-ras de enfrentarse a lo real. Este he-cho establece el carácter abierto de la realidad humana (Zubiri); abierto en una triple dirección: abierto a su propia realidad humana en cuanto tal, abierto a los otros y abierto a Dios como realidad fundante.

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