Resumen de “LA PARADOJA”

UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS
ESPE[pic 1]

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y DE COMERCIO

Escuela “Matriz Sangolquí”

INGENIERIA: Comercio Exterior y Negociación Internacional        

ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS

TEMA: Resumen de “LA PARADOJA” 
NOMBRES Y APELLIDOS DEL ESTUDIANTE: Carrión Chávez Alejandra Maribel

ID: L00362091

CORREO ELECTRÓNICO:    amcarrinc@espe.edu.ec

DOCENTE DE LA ASIGNATURA: Dra. Alexandra Atiencia

II SEMESTRE

Octubre 2015 – Febrero 2016

LA PARADOJA

Resumen

John Daily era un importante empresario, esposo de Rachel y padre de dos milagros, John y Sara; gracias a su esfuerzo como esposos lograron comprar una casa muy agradable en la ribera del noroeste del Lago Erie, también una embarcación deportiva de nueve metros, la cual se encontraba guardada al lado de su moto acuática; en su garaje había dos coches nuevos y pese a todas sus compras podían ahorrar una importante suma de dinero anualmente para los estudios de los chicos y la jubilación.

Aparentemente su vida era un éxito absoluto, pero en realidad su vida estaba desmoronándose tanto afectiva como laboralmente, el trato con sus hijos se deterioraba cada día, Rachel reclamaba su atención y decía sentirse infeliz, en la empresa los empleados a su cargo comenzaron a revelarse contra el sistema que él gestionaba y su jefe pidió que reorganizara su dirección puesto que era su responsabilidad.

Después de la continua insistencia de su esposa, John aceptó acercarse al pastor de su comunidad y conversar con él sobre los problemas que estaba atravesando, su recomendación fue que realizara un retiro en un pequeño monasterio cristiano no muy conocido, John of the Cross, a orillas del Lago Michigan; en principio John creyó que esa idea era absurda, pero Rachel lo motivó a seguir pues nada podía perder y finalmente accedió aunque sin ánimo.

El camino al monasterio fue largo y sobre todo silencioso, puesto que John estaba enfadado con Rachel por haberlo inmerso en esta “solución”; ya en el lugar el señor Daily preguntó por Leonard (Len) Hoffman, un empresario reconocido y afamado que súbitamente desapareció del círculo comercial posterior a la muerte de su esposa para formar parte de esta congregación, John deseaba comentarle su situación y pedirle consejos para sobrellevarla, pero debía hacerlo al día siguiente porque ya era de noche, así que se dirigió a la habitación que compartiría con Lee, un pastor que junto a otras 4 personas se encontraban ahí con su mismo propósito, encontrar respuestas y soluciones.

Al siguiente día todos en el monasterio se reunieron a las 5:30am para dar inicio al primer servicio ─al día se realizaban 5 en total─, fue un acto nuevo para John, pero no tan aburrido como él esperaba; de regreso a su cuatro se encontró con Len, quien le comentó que su nombre en el monasterio otorgado por el abad era Simeón, esto desconcertó a John profundamente porque desde pequeño tenía varios sueños donde un hombre con capucha le decía <¡Encuentra a Simeón, encuentra a Simeón y escúchale!>, incluso el día de su boda se llevó un mal rato porque el padre mencionó a Simeón y para él esto ya no se trataba de simples coincidencias.

A las 9am se reunieron todos los asistentes al retiro para charlar sobre el liderazgo, puesto que todos desempañaban este rol en su diario vivir y tenían bajo su mando a un considerable grupo de personas; quien los iba a guiar en este acto era nada más y nada menos que Len; iniciada la sesión los 6 asistentes se presentaron, aparte del pastor Lee se encontraban Greg, un sargento de instrucción del Ejército de los Estados Unidos; Theresa, una directora hispana de una escuela pública del sur del estado; Chris, entrenadora del equipo femenino de baloncesto de la Universidad Estatal de Michigan y Kim, enfermera jefe del hospital maternal Providence en el sur del estado, en realidad a ella no le había prestado mucha atención porque John se encontraba repasando lo que diría en su turno de presentarse; para su sorpresa Simeón le preguntó sobre lo que Kim había comentado, a lo cual él se sintió apenado por no haberla escuchado como al resto; de ahí surgió la primera reflexión “escuchar” como una de las capacidades más importantes que un líder puede decidir desarrollar.

El profesor les explicó que durante esa semana hablarían sobre el liderazgo y todas las responsabilidades que ellos aceptaron voluntariamente cuando adoptaron esos papeles y de los cuales también pueden dimitir en cualquier momento; la primera reflexión fue sobre el ambiente que ellos como líderes crean para todas las personas que están a su cargo y que todas las decisiones que ellos toman ponen en juego el futuro de esos hombres y mujeres; de igual forma

En conjunto realizaron una definición consistente sobre liderazgo “el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común”, pero ¿por qué un arte? Porque es simplemente una destreza aprendida o adquirida, es decir que consiste en una serie de destrezas que cualquiera puede aprender acotó Len, quien también aclaró que no se debe confundir con gestión, pues no es algo que se realice con la gente, “se gestionan cosas y se lidera a la gente” puntualizó.

Tomando como ejemplo a Weber, Simeón explicó que poder difería completamente de autoridad, el primero se trata de la “capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza” y la segunda es “el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal”, la entrenadora realizó un aporte importante al grupo diciendo que se puede estar en una posición de poder y no tener autoridad, y, a la inversa, tener autoridad sobre la gente y no estar en una posición de poder, pues este se puede comprar y vender o dar y quitar y que a la vez desgasta las relaciones; a diferencia de la autoridad que tiene que ver con lo que se es como persona, con el carácter y la influencia que se forja sobre la gente.

La entrenadora creía que esa idea era muy irreal, porque decía que le gente no respeta si no se ejerce poder, pero Simeón sugería que cuando no queda más remedio que ejercer el poder, el líder debe dejar claro por qué se ha visto obligado a ello y es que si hay que recurrir al ejercicio del poder es porque ha fallado la autoridad o tal vez esta en realidad no exista.

Conforme el tiempo pasaba, John se sentía más a gusto en el monasterio y asistía a todos y cada uno de los servicios diarios, pues lograban concentrarlo, regular su día y le otorgaban tiempo para reflexionar.

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