Temperamento De Kagan
Enviado por anile • 24 de Febrero de 2013 • 1.544 Palabras (7 Páginas) • 534 Visitas
Temperamento
JEROME KAGAN, PhD
Harvard University, EE.UU.
(Puesto en línea, en inglés, el 28 de septiembre de 2005)
(Puesto en línea, en español, el 8 de abril de 2011)
Tema
Temperamento
Introducción
Aunque el término “temperamento” no tiene una definición consensuada, la mayoría de científicos están de acuerdo con el siguiente significado: una predisposición temperamental se refiere a un perfil distintivo de sentimientos y conductas que tienen origen en la biología del niño y aparecen temprano en su desarrollo.1
Materia y Problemas
La base biológica suele ser genética, pero también puede ser el resultado de eventos prenatales. Un elemento importante de las bases biológicas de la predisposición temperamental es la variación en la concentración y densidad de receptores para las moléculas que afectan el funcionamiento del cerebro, incluyendo la dopamina, la norepinefrina, la serotonina, los opioides, la acetilcolina, la hormona liberadora de corticotropina, la vasopresina y la oxitocina.2
Esta hipótesis implica que existe un gran número de predisposiciones temperamentales. Debido a que actualmente no es factible cuantificar la neuroquímica, que subyace las predisposiciones temperamentales, los científicos miden perfiles comportmentales específicos. Los comportamientos que con más frecuencia se atribuyen a predisposiciones temperamentales durante la infancia y la edad preescolar incluyen una alta (comparada con baja) irritabilidad, actividad, frecuencia de sonrisa y postura de aproximación o evitación frente a eventos desconocidos.
Existe cierta controversia sobre la validez de las descripciones parentales de este y de otros comportamientos debido a que la correlación entre las descripciones parentales, usualmente basadas en cuestionarios, y las observaciones directas de características comparables, suele ser baja (ej. las correlaciones son menores a 0.3). 3,4
Por lo tanto, es apropiado combinar los reportes de los padres con las observaciones directas del comportamiento. Una cualidad temperamental debe considerarse como una predisposición y no como perfil determinante ya que la experiencia afecta de manera importante el fenotipo que se está desarrollando. Al entrar a la escuela, es difícil detectar
TEMPERAMENTO
las predisposiciones temperamentales tempranas de los niños; un perfil de conducta puede ser el resultado de una predisposición temperamental o el producto de la experiencia principalmente. No todos los niños tímidos heredan una predisposición temperamental favoreciendo una cualidad particular. Por consiguiente, las discusiones sobre temperamento en adultos, generalmente basados en datos de cuestionario, están sujetas a crítica.
Contexto de la Investigación
Dos predisposiciones temperamentales que han sido estudiadas extensivamente se refieren a los comportamientos típicos de niños de uno y dos años enfrentados a situaciones, personas u objetos desconocidos. Entre el 10 y 20% de los niños que normalmente son tímidos o reservados con extraños o que evitan situaciones u objetos desconocidos, se han denominado “inhibidos hacia lo desconocido”. Este grupo contrasta con el 30 o 40% de los niños que muestran los rasgos complementarios de aproximación hacia lo desconocido y que son conocidos como “desinhibidos.”5
Estudios independientes realizados por Kagan2,5,6 han encontrado que las variaciones en el comportamiento motor y en el llanto provocado por un estimulo visual, auditivo u olfativo desconocido en un bebés de 4 meses, predice estos dos tipos de perfiles en el segundo año de vida. Los bebés de 4 meses que presentan altos niveles de actividad motora y de angustia, llamados “altamente reactivos”, son más propensos a volverse inhibidos. Los bebés que muestran menores niveles de actividad motora y de llanto, o de “baja reactividad”, son más propensos a volverse desinhibidos durante el segundo año de vida.
Resultados de la Investigación
La información biológica obtenida sobre estos niños durante su adolescencia temprana, indicó que los bebés con alta y baja reactividad, difieren en el nivel de excitabilidad observado en la amígdala y en sus proyecciones ante un evento desconocido.7 A los 11 años, los niños fueron evaluados en una variedad de medidas psicológicas que son índices indirectos del nivel de excitabilidad límbica. Estos incluyen activación en el EEG del hemisferio derecho y no del hemisferio izquierdo; tono simpático en lugar de tono vagal cardiaco; una onda 5 amplia del colículo inferior en los potenciales evocados auditivos del tallo cerebral; y amplios potenciales evocados relacionados con eventos (a 400 mseg) ante distintas escenas discretas. Cada una de estas variables fisiológicas fue más típica de niños de 11 años quienes fueron altamente reactivos previamente, comparados con quienes fueron poco reactivos. Los primeros mostraron mayor activación en el hemisferio izquierdo que en el derecho, un amplio potencial evocado del colículo inferior ante una serie de sonidos, mayor tono simpático en el sistema cardiovascular, y una forma de onda negativa más amplia en el potencial evocado relacionado a eventos ante distintas escenas. Estas variaciones se pueden deber a un sin número de perfiles neuroquímicos incluyendo opioides, la hormona liberadora de corticotropina, la dopamina, la norepinefrina o GABA.
Los niños “de reactividad alta” tienen un mayor riesgo que otros niños de desarrollar ansiedad social, pero no tienen un mayor riesgo de desarrollar otro tipo de fobias (ej.
Enciclopedia
...