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Un Buen Comienzo


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  3.196 Palabras (13 Páginas)  •  427 Visitas

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Un buen comienzo

Guía para promover la lectura en la infancia

M. Susan Burns, Peg Griffin y Catherine E. Snow

Circunstancias que propician la lectura

Durante los primeros meses y años de vida, las experiencias de los niños con el lenguaje y el aprendizaje de la lectoescritura pueden empezar a cimentar su éxito posterior en la lectura. La etapa ideal para mostrar libros a los niños comienza cuando son bebés, incluso desde las seis semanas de edad. Las investigaciones han demostrado consistentemente que, mientras más sepan los niños del lenguaje y del funcionamiento de la lengua escrita antes de ir a la escuela, estarán mejor preparados para tener éxito en la lectura. Los principales logros a que se puede aspirar en este periodo de preparación para la lectura son los siguientes:

Habilidad para el lenguaje hablado y conciencia fonológica. Motivación para aprender y gusto por las formas del lenguaje escrito.

Noción de la expresión escrita y conocimiento de las letras.

La mejor forma de alcanzar estos logros en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura y el lenguaje es mediante actividades que integran las diferentes áreas de desarrollo cognitivo, el desarrollo de la motricidad gruesa y fina, el desarrollo social y emocional y el desarrollo del lenguaje. Si se les da la oportunidad, los pequeños adquieren e incrementan su vocabulario, ejercitan habilidades y obtienen conocimientos básicos sobre el mundo que les rodea. Aprenden a reconocer qué son los libros y cómo funcionan. Muestran entusiasmo por la lectura y empiezan a explorar su papel de lectores y escritores. Tienen así la posibilidad de aprender las letras y conocer más cerca de la estructura de las palabras. Las habilidades de lenguaje, vocabulario y conocimiento del mundo se adquiere durante las conversaciones estimulantes con adultos receptivos. Conversar sobre libros, sobre sucesos cotidianos, sobre lo que pasó en la estancia infantil o en el trabajo, no sólo ayuda a enriquecer el vocabulario de los niños; también desarrolla su capacidad para comprender los relatos y explicaciones, así como la forma en que las cosas funcionan. Todas estas habilidades serán importantes para la iniciación de la lectura. El aprendizaje de la lectoescritura y el gusto por ella sólo se obtiene con la experiencia. Los niños deben contar con libros, deben tener acceso a ellos en sus casas y en las aulas de preescolar y primaria, alguien debe leer para ellos regularmente, y además deben de ver que otros leen y escriben. Comprender el valor de la lectura y la escritura como medio de comunicación, y aprender a considerar el tiempo de lectura como un momento de intimidad son logros propios del futuro buen lector. Las investigaciones han advertido la importancia de no confundir la conciencia fonológica con la fonética. Cuando los niños adquieren conciencia fonológica pueden pensar en cómo suenan las palabras, independientemente de lo que significan. Por ejemplo: advierten que la palabra sala tiene dos partes sonoras (sílabas), que la palabra gato rima con pato y que las palabras cama y queso empiezan con el mismo sonido. Los niños pueden y deben desarrollar cierto grado de conciencia fonológica durante los años de educación temprana, ya que es un paso crucial para la comprensión del principio alfabético y, en última instancia, para aprender a leer. Desde luego, otra condición fundamental para el éxito como lector es que, una vez en la escuela, los niños reciban una excelente instrucción en relación con la lectura. Aunque no existe un programa de lectura que resuelva todos los problemas, lo cierto es que los programas más efectivos tienen algunos elementos en común. La instrucción formal de la lectura debe concentrarse en el desarrollo de dos tipos de habilidades: el reconocimiento y la comprensión de las palabras. La mayor parte de los problemas de lectura a los que se enfrentan los adolescentes y adultos en la actualidad hubieran podido evitarse o resolverse durante sus primeros años de vida. Por ello, este libro va dirigido a todas las personas directamente implicadas en la construcción de políticas en materia educativa – como los supervisores, las autoridades educativas federales y estatales, las asociaciones de maestros y sus líderes, etcétera -. Si como sociedad queremos prevenir dificultades de lectura entre las generaciones actuales de niños y despertarles el gusto por leer, es fundamental proporcionarles oportunidades para:

Explorar los diversos usos y funciones del lenguaje escrito y lograr su dominio. Entender, aprender y utilizar la relación entre la grafía y sus sonidos para identificar y deletrear palabras escritas. Practicar y mejorar las habilidades de lenguaje, comprensión y uso del vocabulario. Contar con adultos receptivos que gusten de la literatura, les lean y discutan con ellos. Experimentar entusiasmo, gusto y satisfacción al aprender a leer y escribir. Hacer uso de la lectura y la escritura como herramientas para el aprendizaje. Participar en programas efectivos de prevención, en caso de que enfrenten dificultades para leer.

Beneficiarse con programas efectivos de intervención y regularización bien integrados a sus actividades diarias en el aula tan pronto como empiecen a experimentar dificultades.

Para aquellos niños que crecen con condiciones adversas, un ambiente estimulante en la educación preescolar y una excelente instrucción en primaria pueden ser factores decisivos para el éxito o el fracaso futuro. Por eso, este libro se ocupa principalmente de los ambientes de la educación inicial y preescolar, y señala algunas consideraciones para la instrucción en los primeros grados de primaria. Ninguna etapa es tan importante ni tan corta como los primeros años de vida y de escolaridad de un niño. En esto radica nuestra mayor esperanza, así como la posibilidad más real y efectiva para despertar el interés y prevenir las dificultades de lectura en los niños.

Recomendaciones con respecto a la comprensión.

En preescolar, la enseñanza debería estar concebida para fomentar la interacción verbal, enseñar vocabulario y propiciar la conversación sobre libros. En los primeros grados de primaria, la instrucción buscaría fomentar la comprensión, construyendo activamente el saber lingüístico y conceptual en una gran variedad de campos. Durante todo el tiempo, los programas de lectura de los primeros grados deberían proporcionar estrategias como la de resumir la idea principal, prever sucesos o consecuencias de lo que se está leyendo, extraer deducciones y controlar que no se pierda la coherencia y que se entienda correctamente el sentido del texto. Estas acciones podrían llevarse a cabo mientras los adultos leen a los alumnos o cuando los alumnos leen por su cuenta.

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