Un rato de tenmeallá de Guillermo Cabrera - ensayo (sinopsis y análisis)
Enviado por ambar_thames • 25 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 2.043 Palabras (9 Páginas) • 7.633 Visitas
Guillermo Cabrera Infante
[pic 1]
Biografía
Nació en Gibara-Cuba en el año 1929 y falleció en Londres en el 2005, fue escritor, periodista y crítico de cine. A pesar de haber trabajado bastante como periodista, crítico, etc., fue su labor como narrador lo que lo da a conocer en 1964 en el mundo de las letras. En 1966 publicó su primera novela de nombre “Tres tristes tigres”, en la cual utiliza el lenguaje en su registro más coloquial y el juego constante de guiños y referencias a otras obras literarias. Ha escrito otras novelas destacadas, como “Vista del amanecer en el trópico” (1974), “Exorcismos de estilo” (1976) y ensayos como “Vidas para leerlas” (1998).
Sinopsis
El cuento “Un rato de tenmeallá” de Guillermo Cabrera Infante es una obra literaria que trata sobre una familia pobre que se les dificulta pagar el alquiler del lugar donde viven, tener alimento y viven de prestaciones y empeños; como ya no tienen dinero para pagar el alquiler se llegará a tomar una decisión muy dura por parte de una de los personajes para conseguir el dinero. El texto es narrada por su personaje principal que es una niña pequeña e inocente de 6 años que vive con María Antonieta (su hermana mayor de 15 años), Julita (su hermana menor que está en cuna), su madre y su padre.
El cuento empieza donde un hombre llega de parte del dueño a cobrar el alquiler del lugar donde la familia vive, y la madre ruega por que le den más tiempo, empiezan a discutir y este hombre dice que les dará un día más. La madre ofuscada por la impotencia de no tener dinero para pagar, tira la puerta de la casa y empieza a maldecir y cae al suelo llorando. En eso se le acerca su hija María Antonieta, la cual le dice que esté tranquila y que todo pasará; María Antonieta le dice que ella puede conseguir el dinero, pero su madre entre tanto llanto no logró escucharla.
En eso llega el padre con actitud triste y desconsolado por no conseguir dinero para poder salir adelante con su familia, en eso la madre ya iba a empezar a discutir con él, pero en eso él empezó a contar lo difícil que era conseguir dinero, porque ya nadie le quería prestar dinero. Luego la madre le hace saber de que mañana es el último día ahí si es que no pagar el alquiler, el padre disconforme con la vida le dice que lo deje pensar y descansar.
Luego la familia pasa al momento de comer, y la madre, como toda madre, se desprende de los alimentos para que otros coman, pero el padre la obliga a comer y le dice “donde come uno comen dos”; esto conmovió mucho a la madre tanto que se le aguaron los ojos.
Cuando la madre terminó de hacer los quehaceres del día se acostó a dormir un rato y la niña que estaba en el patio jugando vio a su hermana acercarse al cuarto de Moisés (el vecino), ella notó como él veía los pechos de su hermana y se preguntaba qué estaba haciendo ella ahí si su madre había regañado a Moisés una vez porque la estaba viendo bañarse desde el tragaluz; ella se acercó y le preguntó al vecino que qué iba a hacer con su hermana y él le respondió que “negocios” y le dijo que fuera donde su madre y le pidiera a la mamá que le diera un rato de tenmeallá. La niña salió a seguir con sus ventas de torticas y escuchaba unos gemidos, la niña pensaba que su hermana María Antonieta andaba haciéndole la limpieza al vecino y se había lastimado.
Luego de un rato la niña escuchó una puerta que se abría y fue a ver, era su hermana, tenía los ojos irritados y escupía a menudo, fue a la pila se lavó la cara y se le cayó un rollito de billetes de entre los senos, la niña muy feliz pensando que fue un pago por la limpieza andaba corriendo y gritando “yo vi el rollito”.
La niña le preguntó si Moisés se lo había regalado, a lo que su hermana respondió que no, que acababa de vender algo que no volvería a recobrar pero que ya tenía de dónde sacar dinero todos los meses para la renta y hasta para ropa nueva; luego le dio un par de besos y la mandó a jugar. Al final del día la niña estaba feliz porque casi nadie la había regañado y todos eran muy cariñosos con ella.
Signos de puntuación
El cuento “Un rato de tenmeallá” presenta un monólogo interior en que la protagonista, una niña de seis años, reacciona a los problemas económicos de su familia. A través de un discurso de carácter oral, discontinuo, correspondiente a un hablar infantil, Cabrera Infante plasma a través de la óptica de la protagonista la precaria situación económica. El cuento está constituido por dos párrafos sin signos de puntuación y sin pautas que indiquen un final de continuidad. Las ideas se vinculan por la conjunción aditiva “y”, expresando con nitidez una manera pueril de enunciar pensamientos y comúnmente conectar las sentencias. En un primer instante, la escritura parece indicar una cierta dosis de experimentación estilística de difícil comprensión. Sin embargo, al acompañar la narrativa a través del discurso del personaje infantil, el lector sintoniza su entendimiento del mensaje textual con el de la narradora.
La realidad social costarricense reflejada en el cuento “Un rato de tenmeallá”
Este cuento, del escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, reproduce la realidad por la que han tenido que pasar muchas familias. Lamentablemente, algunas veces creemos que esa realidad está alejada de nosotros, pensamos como si viviésemos en una burbuja y hacemos lo posible por no abrir los ojos ante acontecimientos como la pobreza, la prostitución, el machismo, la falta de educación, el hambre, el abuso sexual, entre otros que se presentan en la obra de Guillermo Cabrera, los cuales están muy relacionados, debido a que unos conllevan a otros. En este ensayo se analizará el cuento con respecto a la vida real, sin embargo será delimitado a la realidad costarricense.
...