Una flor amarilla
Enviado por Lorena Garrido • 30 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 876 Palabras (4 Páginas) • 382 Visitas
A veces la literatura nos pone frente a hechos que superan nuestra razón, se trata de relatos fantásticos que los buenos escritores nos hacen creer que son reales, hechos y cosas que nos impresionan, que nos asustan, incluso cuando sabemos que son imposibles o por lo menos no comprobables.
En el cuento, el narrador cuenta la historia de un borracho. Lo conoce en un “bistró” (bar) de una calle de París. Por supuesto, con el anticipo de que el hombre está ebrio, se hace difícil creer en lo que cuenta, sin embargo, el narrador no duda porque, según lo que dice, los borrachos suelen decir la verdad. La primera frase del cuento da cuenta de esa certidumbre “Parece una broma pero somos inmortales……porque conozco al único mortal”. El único mortal como se ve a lo largo de la lectura, es el borracho y en consecuencia es el héroe del relato.
El estar entre las líneas del conduce a algo conocido, una interrogante humana que presenta muchas respuestas y depende de cada persona la elección de una resolución para saciar esa duda. Julio se ha desviado por la respuesta oriental a esta pregunta: éste plasma su visión basándose en la reencarnación del personaje. La reencarnación es una creencia que plantea que un ser al morir renace en otra criatura pero se mantiene en esencia. “Lo peor era que Luc moriría a su vez y otro hombre repetiría la figura de Luc y su propia figura, hasta morir para que otro hombre entrara a su vez en la rueda.”
“Una flor amarilla" utiliza la noción de la inmortalidad y la reencarnación para comunicar la creencia del autor en la esencial belleza de la vida, o en la necesidad eterna del disfrute de la belleza que por medio de dolores y fracasos, parece constituir para Cortázar una de las principales razones de ser del hombre. Después que el protagonista confiesa haber matado a Luc, a quien considera su encarnación futura, realiza un descubrimiento… "Usted sabe, cualquiera lo siente, eso que llaman la belleza. Justamente eso, la flor era bella, era una lindísima flor. Y yo estaba condenado, yo me iba a morir un día para siempre. La flor era hermosa, siempre habría flores para los hombres futuros. De golpe comprendí la nada, eso que había creído la paz, el término de la cadena. Yo me iba a morir y Luc ya estaba muerto, no habría nunca más una flor para alguien como nosotros, no habría nada, absolutamente nada, y la nada era eso, que no hubiera nunca una flor"
Si nos ponemos en el pensamiento del antes mencionado “héroe”, al ver a este niño tan parecido a él en muchos aspectos, cree que es él mismo que ha vuelto en otro cuerpo antes de tiempo. Este fenómeno se llamaba para los antiguos “metempsicosis” que es la creencia de origen oriental, en la transmigración del alma de un cuerpo a otro después de la muerte, sin embargo este proceso aquí no se cumple.
En el transcurso del relato nos podemos dar cuenta de que el protagonista no estaba conforme con su suerte, de ahí su gusto vicioso por el alcohol y su actitud de desprecio por la vida. Su teoría era la de una rueda infinita para cada persona, es decir, quien nace siempre es alguien que ya murió y se repite su destino. Aquí nos encontramos con la idea de la inmortalidad de cada individuo, ya que sería la continuación de la vida de uno anterior.
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