VISTA GENERAL SOBRE LA MISERIA DE LAS PRISIONES

CAPÍTULO 1

VISTA GENERAL SOBRE LA MISERIA DE LAS PRISIONES

En este capítulo el autor se centra en visitar la mayoría de las prisiones que se encuentran en Inglaterra para verificar la situación en la cual se encuentran los privados de libertad, y observara como es gobierno se hace el de los ojos gordos ante la situación que allí se vive, las calamidades que deben enfrentarse día a día todos los detenidos, desde su alimentación o el conseguir un pedazo de pan, hasta el dormir en el piso o sobre algo de paja, muy pocos tienen acceso al agua o a una porción de alimento, las necesidades básicas y fisiológicas son una decadencia total dentro de la prisión en general, nada ni nadie les garantiza a los detenidos el derecho a la salud, siendo la fiebre la mayor de las enfermedades que los ataca.        

        Por otra parte la población penal se encuentra mezclada sin diferencia de sexo, edad y lo que es peor aún diferencia de delitos, es decir, los asesinos o ladrones se encuentran en la misma parte que aquellos que han cometido delitos simples, esto impide que dichos delincuentes tengan una recuperación útil para la sociedad, en vez de esto y debido a la ocie dad que se presenta en las prisiones, los detenidos al recuperar su libertad se integren a la sociedad con pensamientos y acciones mucho más peligrosas que por las cuales se les encarcelo inicialmente.

CAPÍTULO 2

LOS MALOS HÁBITOS DE LAS PRISIONES

Dentro de los malos hábitos de las prisiones en general el autor menciona las mal llamadas bienvenidas a los nuevos reclusos, que no son más que otra cosa que pagar por el derecho de ser bien recibido dentro de la prisión o el de no arrebatarle las pertenencias que posee, además de facilitarle o complicarle su humillante estadía allí. También se manifiesta la voluntad de la población carcelaria de participar en diversidad de juegos que solo llevan a sus participantes a generar nuevos conflictos, como por ejemplo, el juego de las cartas que en  la mayoría de los casos lo que hace es crecer la deuda del deudor con el acreedor, de allí que el autor se interese por poner fin a los juegos que incurran en generación de conflictos dentro de la población en las prisiones.

Otra mala costumbre, es el ponerle a los detenidos cadenas, ya que estas imposibilitan su caminar normal, impidiéndoles caminar con la poca libertad que tienen, creando también un negocio entre internos y guardias, donde el interno que puede pagar no será condenado a llevas las pesadas cadenas. Los guardias sin embargo justifican estas prácticas diciendo que son por su seguridad para evitar sublevaciones dentro de la cárcel, no tienen ningún tipo de contemplación con los detenidos los cuales deben caminar largas distancias para asistir a los tribunales y permanecer allí varios días hasta su audiencia.

Muchas sesiones de audiencia son realizadas cada cierto periodo de tiempo, lo cual no es razonable debido a que como en algunos casos los testigos principales han fallecido, por lo tanto los criminales son absueltos, simplemente con pagar los gastos concernientes a su excarcelación, es decir, cancelando un monto establecido para obtener su título de libertad.

CAPÍTULO 3

MEJORAS PROPUESTAS PARA LA ORGANIZACIÓN

Y DIRECCIÓN DE LAS PRISIONES

Dentro de las mejoras propuestas se menciona el mejorar la estadía de recluso con la finalidad de que éste al momento de querer integrarse a la sociedad no sea una carga para la misma, sino más bien que pueda integrarse a labores cotidianas y obtener un empleo digno, eso siempre y cuando salga con una salud y una apariencia física aceptable, ya que nadie está dispuesto a contratar una persona con discapacidades o enfermedades desagradablemente visibles. De allí que se hace sumamente indispensable mejorar las instalaciones de las prisiones de tal manera que faciliten la supervivencia y estadía de los reclusos, o en el mejor de los casos generar planificaciones que permitan nuevas construcciones.

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