Manejo avanzado de heridas con presión negativa

MANEJO AVANZADO DE HERIDAS CON PRESIÓN NEGATIVA

La terapia de presión negativa es un tratamiento mecánico que se utiliza como adyuvante en la curación de heridas, este proporciona un campo de cicatrización estéril y oclusivo, que tiene como objetivo reducir la carga bacteriana y también promueve la granulación del tejido, esto ayuda a estimular la curación por segunda o tercera intención, con el fin de reducir el área de superficie de la herida (Maitret-Velazquez et alt., 2018).

En traumatología, el manejo de las heridas tiene un rol crucial en el pronóstico de los tratamientos, existen diferentes tipos de heridas agudas, subagudas y crónicas o de largas duración las cuales son un tipo de lesión en el que suelen aparecer de manera secundaria ulceras por presión y lesiones de origen vascular. Estas lesiones no tienen una mejoría debido a un desequilibrio a las proteasas, a los factores de crecimiento y angiogénesis. Las causas de que exista un enlentecimiento de la herida son multifactoriales, generalmente por alteración en los depósitos de colágeno, alteración de la proliferación celular y síntesis proteica o el aumento de apoptosis (Launois, 2021).

La razón de que no exista una cicatrización adecuada es la inflamación que aumenta el líquido intersticial por un aumento de la permeabilidad causando un edema el cual da una baja de oxígeno menor a los 40 mm Hg provocando una disminución de la producción de colágeno y suministro de nutrientes a los tejidos. Existen factores sistémicos que pueden afectar al proceso de cicatrización, como puede ser la nutrición, causado por la deficiencia de proteínas o colágeno que retarda el proceso de cicatrización. Las quimioterapias o la administración de corticoides o inmunosupresores también afectan la cicatrización de los tejidos. La especie es un factor importante donde los procesos fisiológicos varían, por ejemplo, los animales con metabolismo rápido tienen una cicatrización más rápida, como es el caso de los conejos y perros que tienen una perfusión mayor (García & Navarro, 2017).

La terapia por presión negativa (TPN) se la realiza sobre una herida, aplicando presión subatmosférica. Es un tratamiento no invasivo a nivel tópico que facilita la cicatrización mediante una acción multimodal. Es indicado para heridas abiertas contaminadas o infectadas donde se coloca gotas mínimas de antisépticos, antibióticos, retirar material infeccioso. Cuando se crea el vacío disminuye la cantidad de suero que se excreta en la herida, las enzimas proteolíticas, las proteínas de fase aguda, las metaloproteasas, los mediadores proinflamatorios y las citoquinas tienen una reducción equivalente. Incrementa el tejido de granulación, al evacuar el líquido inflamatorio, se reduce el edema y al mantener aislada la herida del exterior se reduce la carga microbiana y controla las infecciones (Florczyk, 2017).

Forma de uso

Calvo (2022) recomienda que para realizar este proceso se deben seguir los siguientes pasos:

1. Limpiar adecuadamente la herida sin dejar residuos de materiales contaminantes.
2. En el uso de esponja, se debe cortar según sea el tamaño adecuado de la herida y su forma colocando sobre la misma.
3. Las láminas adhesivas se colocan sobre la esponja mientras se fija con la piel que se encuentra alrededor de la herida sin ubicarlo sobre pliegues.
4. Se procede a realizar un corte sobre la esponja en la lámina adhesiva.
5. El tubo de succión se ubica en el orificio realizado previamente
6. Se activa la máquina de succión para crear el vacío con la esponja que crea una compactación en la herida. El sistema de vacío, el cual debe tener una succión continua de 75-125 mm Hg para cualquier tipo de herida.

Una herida con un buen pronóstico debe cumplir con los siguientes requisitos:

• Un diagnóstico propicio
• Se deben limpiar las heridas, no deben tener tejido necrótico
• Deben tener un buen aporte sanguíneo
• Las prendas compresivas ofrecen una mejoría en la insuficiencia o estasis venosa
• Controlar la glucemia
• Controlar las infecciones mediante desbridamiento o drenaje y antibioterapia
• Evitar las enfermedades secundarias

Los usos clínicos que tiene la presión negativa en las heridas son de varios tipos, las heridas agudas tienen un tiempo de cierre más corto donde no pueden afrontarse de manera primaria a causa de la infección o edema, en las heridas quirúrgicas como en el caso de los injertos de piel, al incrementarse el flujo sanguíneo con esta técnica y limpiar la superficie de la herida va a favorecer a la integración del injerto y a obtener una buena fijación. En los casos de quemaduras, existe una reducción de la zona de estasis preservando más la piel.

Las contraindicaciones que existen para el uso de esta terapia son en casos de vasos sanguíneos, nervios u órganos expuestos; fistulas no intestinales o no exploradas; tejido necrótico; sitios de anastomosis; malignidad; osteomielitis no tratada, estos ejemplos son en casos absolutos.

Contraindicaciones

Dentro de las contraindicaciones podemos decir que no es recomendable cuando se presentan escaras sin previamente debridar antes. Si el tejido se observa necrosado es importante realizar también un correcto tratamiento para removerlo, ya que puede presentar un problema al momento de la recuperación. Se debe precautelar que el succionado no se debe realizar de manera directa en los vasos sanguíneos de la herida. En el caso de una operación en abdomen tampoco se debe realizar sobre el abdomen ya que el uso de la presión negativa en los órganos internos es demasiado para el tejido lo cual lo puede dañar críticamente.

Dado a que cuenta con un alto estimulo de proliferación de células y es angiogénico, está contraindicado en el uso de tratamiento en neoplasias o cirugías oncológicas ya que no siempre se puede delimitar los márgenes libres de neoplasias residuales. También en zonas que cuentan con una difícil hemostasia o en un sangrado activo y en uso de anticoagulantes.

Ventajas

Se ha observado en diversos estudios realizados en humanos que puede resultar favorables al momento d tratar pacientes cuyos problemas presentes como la diabetes se vuelvan un problema. Resulta ser un aliado cercano al momento de intervenciones quirúrgicas por traumatología también (García & Navarro, 2017) (Najarro et al., 2014).

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