Danzas antiguas
Enviado por DianaDYH • 16 de Noviembre de 2012 • Monografía • 3.835 Palabras (16 Páginas) • 382 Visitas
Danzas antiguas
La danza o el baile, es la ejecución de movimientos que se realizan con el cuerpo, principalmente con los brazos y las piernas y que van acorde a la música que se desee bailar. Dicho baile tiene una duración específica que va desde segundos, minutos, e incluso hasta horas y puede ser de carácter artístico, de entretenimiento o religioso. De igual manera, es también una forma de expresar nuestros sentimientos y emociones a través de gestos finos, armoniosos y coordinados. El baile, en muchos casos, también es una forma de comunicación, ya que se usa el lenguaje no verbal. Es una de las pocas artes donde nosotros mismos somos el material y punto de atención. Es un arte bello, expresivo y emocionante en muchos aspectos, tanto para los que disfrutan con su contemplación (público), como para los que bailan en ése momento (bailarín) y al ser ameno, (en la mayoría de los casos) puede disfrutarse por toda la gente, aunque en algunas ocasiones, el apreciar un tipo de baile en específico, dependerá tanto de la audiencia, como del bailarín. Es importante destacar, que la danza es una de las bellas artes más simbólicas, ya que, principalmente, se acentúa la necesidad de transmitir emociones y comunicar un mensaje a la audiencia.
El hombre se ha manifestado a través de las artes desde su aparición en la Tierra. Así nos llegan desde tiempos remotos sus creaciones, y de su mano, sus costumbres, su vida, y su historia. La danza no es ajena a este fenómeno, pues ha formado parte de la historia de la Humanidad desde tiempos inmemoriales y es de las artes que a través del tiempo ha sido un exponente importante para humanidad, utilizándose para diversos fines, como artísticos, de entretenimiento, culturales, religiosos, etc.
Luis XV de Francia
Luis XV de Francia (en francés Louis XV) (Versalles, 15 de febrero de 1710 – ibídem, 10 de mayo de 1774), llamado El Bien-Amado (en francés: Le Bien-Aimé), fue rey de Francia y de Navarra1 entre los años 1715 y 1774. Además, fue copríncipe de Andorra y duque de Anjou.
Heredado el trono de su bisabuelo Luis XIV a la edad de cinco años, pasó sus primeros años de reinado en relativa tranquilidad, rodeado de preceptores que le proveyeron una gran cultura, mientras que el poder efectivo fue entregado a varios regentes. Al alcanzar la mayoría de edad le confió el gobierno al cardenal Fleury, su antiguo preceptor.
A diferencia de Luis XIV no tuvo contacto directo con la vida política de su país: se reunía con poca frecuencia con sus ministros y actuó en contra de sus expectativas, tramando una red de diplomáticos y espías. Su desinterés por la política y la constante sucesión de ministros que debilitaban el poder de Francia en Europa contribuyeron en sentar las bases para la Revolución Francesa.
Al inicio de su reinado fue amado por el pueblo, que rápidamente le apodó como El Bien Amado. Con los años, su debilidad en la toma de decisiones y la constante e intrigante presencia de sus amantes dinamitó su popularidad, produciéndose algunas celebraciones a su muerte en París. Por ello, hubo de celebrarse en secreto su funeral, para evitar que se produjeran burlas públicas ante su ataúd, tal y como ocurrió con su predecesor.
Bajo su reinado, Francia logró grandes éxitos militares, como la anexión del Ducado de Lorena y Córcega; sin embargo, perdió gran parte de su imperio colonial a manos de Gran Bretaña.
Catalina de Médici
Catalina de Médici (Florencia, Italia, 13 de abril de 1519—Castillo de Blois, Francia, 5 de enero de 1589) fue una noble franco-italiana, hija de Lorenzo II de Médici y Magdalena de la Tour de Auvernia. Como esposa de Enrique II de Francia, fue reina consorte de Francia desde 1547 a 1559.
En 1533, a los catorce años, Catalina contrajo matrimonio con Enrique, segundo hijo del rey Francisco I de Francia y la reina Claudia de Francia. Bajo la francofonización de su nombre, Catherine de Médicis, fue reina consorte de Francia como esposa del rey Enrique II desde 1547 a 1559. Durante su reinado, Enrique excluyó a Catalina de participar en los asuntos de estado, y en su lugar se deshizo en favores con su amante, Diana de Poitiers, que ejercía una gran influencia sobre él. Pero la muerte de Enrique empujó a Catalina en la arena política como madre del frágil rey de quince años, Francisco II, y a la muerte de éste en 1560, Catalina pasó a ser regente en nombre del nuevo rey, su hijo de sólo diez años Carlos IX, lo que le concedió amplios poderes. Tras la muerte de Carlos en 1574, Catalina volvería jugar un papel clave en el reinado de su tercer hijo, Enrique III, monarca que sólo prescindió de sus consejos en los últimos meses de vida de su madre.
Los tres hijos de Catalina reinaron en una etapa de constantes guerras civiles y religiosas en Francia. Los problemas que enfrentaba la monarquía eran complejos y de enormes proporciones. En un principio Catalina había prometido y hecho concesiones a los rebeldes protestantes franceses, o hugonotes, como empezaron a ser conocidos. Sin embargo, nunca comprendió las cuestiones teológicas que impulsaron su movimiento, y más tarde la ira y la frustración la llevaron a aplicar las líneas más duras de la política contra ellos. A cambio, llegó a ser culpada de las excesivas persecuciones contra los protestantes desarrolladas durante los reinados de sus hijos, en particular de la Matanza de San Bartolomé de 1572, en la que fueron asesinados miles de hugonotes en París y por toda Francia.
Algunos historiadores han excusado a Catalina de culpa en las peores decisiones de la corona francesa, aunque las evidencias de su crueldad se encuentran en sus cartas. En la práctica, su autoridad estuvo siempre limitada por las guerras civiles. Por lo tanto, sus políticas pueden considerarse como intentos desesperados por mantener a la dinastía Valois en el trono de Francia a cualquier coste, y su patronazgo de las artes un intento de glorificar a una monarquía cuyo prestigio estaba en franca decadencia.
Platón
Busto de Platón. Esta pieza data del siglo IV d. C. y es una copia romana de un original griego. Actualmente se encuentra en el Museo Pio-Clementino del Vaticano.
Platón (en griego antiguo: Πλάτων) (Atenas o Egina, ca. 427-347 a. C.) fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro deAristóteles.4 En 387 fundó la Academia,5 institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años6 y a la queAristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro.7 Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía
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