LA LITERATURA DE VENEZUELA EN EL SIGLO XIX (OSWALDO)

LA LITERATURA DE VENEZUELA EN EL SIGLO XIX (OSWALDO)

La literatura de inicios del siglo XIX no es muy abundante, los intelectuales y políticos estaban ocupados en las guerras libertarias. Sin embargo, surge la oratoria como forma alternativa para propagar las ideas independentistas y cuya belleza retórica y estilística hace que se le ubique dentro del espectro literario. En este período sobresale también la producción poética de Andrés Bello, primer poeta en proponer la creación de una expresión lírica americana.

En las primeras obras literarias de la República se exaltaba la gesta independentista por medio de complicaciones de documentos, narraciones autobiográficas y tratados de adoctrinadores. En los periódicos se discutían los grandes problemas de la naciente República. Brillaron escritores en la prensa, por su prosa, Fermín Toro, Juan Vicente González y Felipe Larrazábal.

Con Cecilio Acosta y Arístides Rojas surgieron nuevas temáticas. Acosta condenó la violencia en la que vivía la sociedad venezolana en sus libros sobre jurisprudencia, filosofía, educación y bellas artes. Rojas se dedicó a interpretar nuestros orígenes históricos y la cultura popular.

EL MODERNISMO (JESÚS)

Fue un movimiento literario que se desarrolló en Hispanoamérica y España, a finales del siglo XIX y principios del XX. Se caracterizó por la búsqueda de lo exótico y la renovación del lenguaje poético.

En Venezuela el modernismo se impone en la última década del siglo XX. Los integrantes de nuestra generación modernista fueron: Manuel Díaz Rodríguez, Rufino Blanco Fombona, Pedro Emilio Coll, Luis Manuel Urbaneja Achepohl, Pedro cesar Dominici y Cesar Zumeta. Manuel Díaz Rodríguez fue el máximo representante de la prosa modernista en Venezuela.

En el modernismo venezolano se posee dos tendencias: la primera, hacia el esteticismo puro, esa búsqueda de la belleza a través del lenguaje preciosita. La segunda hacia el nativismo, hacia lo propio, lo vernáculo.

POESÍA EN EL SIGLO XIX (ABRAHAM)

A principios del Siglo XIX Andrés Bello despunta como uno de los poetas más significativos del momento con una obra que se inscribe primero dentro del neoclasicismo y luego dentro del romanticismo. Estos movimientos literarios de origen europeo, al igual que el parnasianismo, tuvieron gran repercusión en los primeros poetas venezolanos. Andrés Bello escribió sus famosas silvas entre 1823 y 1826 en un estilo emparentado con el movimiento neoclásico que dictaba las pautas en la literatura de esos días. Más tarde, mientras se encontraba en Londres, descubrió el romanticismo, con el que nutrió sus poemas.

Los poemas Vuelta a la patria y Niágara de Juan Antonio Pérez Bonalde están considerados como los más representativos de la obra del autor y de la poesía nacional, en ellos se observan todas las búsquedas del romanticismo aunado a elementos fuertemente biográficos. El parnasianismo reaccionó en contra de los excesos del romanticismo. Proponía una literatura de inspiración clásica, economía de recursos estilísticos y sobriedad de las formas.

A pesar de que la poesía venezolana tardó mucho en alcanzar la modernidad, un poeta que debe ser leído y valorado como el único gran poeta modernista que tuvo Venezuela, es Alfredo Arvelo Larriva, virtuoso

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